domingo, 20 de noviembre de 2016

Fin del blog

Insectos y otros animales - S.M.
Aquí termina. 
Aquí termina. Para los buscadores de historias, léase como relato extenso desde el inicio de los posts en julio 2010 -pestaña Archivo del blog a la derecha arriba de la página, en ordenador-.

Saludos y que siga la fiesta.

Instagram de la autora
@assumpta_cusine

miércoles, 16 de noviembre de 2016

Otra vez la Navidad

El tiene la calma y yo los nervios por hacerme cargo. Es cierto que por unos días me relajé, pero ahora, en el umbral del acabose, me regresa intermitente esa inquietud. Mi marido está tan tranquilo, ya dije, concentrado en su novela, toda la tensión que vive es la que requieren sus personajes y el montaje de una bien desarrollada estructura para el producto de su ingente imaginación, ninguna otra cosa de afuera lo perturba. Lo entiendo porque cuando estás en un proceso creativo se te borra todo lo demás, se te empequeñece cualquier cagarruta de lo imprescindible a conseguir para subsistir delante del ordenador, no te ensucias con ella y si encima te sobreviene una avalancha de inspiración, entonces te olvidas hasta de la posibilidad  de ir a enterarse por si acaso a los bufetes del subsidio público. ¡Cómo envidio que no se de cuenta!. ¿Tendrá él la solución mágica que me mostrará como un as surgido de la manga en el último instante?. Eso espero.

 Escuché cierta vez unos comentarios peyorativos acerca de la personalidad privada de Pablo Picasso, fuera de su tarea de genio pintor, poniendo como ejemplo de conducta descarriada con los suyos el hecho de que teniendo en las fechas señaladas de diciembre a los hijos pequeños en el hogar, se olvidara incluso de que era Navidad y tuviera que correr con ellos a por el último árbol antes  del cierre del puesto donde comprarlo. Lo cual a mi me parece de una dedicación estupenda, pues en casa somos ambos los que andamos desconectados del calendario celebrante vigente y siempre es cuando la fecha se echa encima que resolvemos con lo que está en nuestras posibilidades de hacer. El abeto por ejemplo –de imitación- lleva años entre los trastos sin montarse, a la espera de otros niños por los que afanarse, que espero tarden lo suficiente en llegar. 
Sé que se acerca la Navidad, porque ha llamado mi madre y me ha puesto sobre aviso. Entonces sacaré la manguera serpenteante, con sus luces en el interior, fácil de colgar en lo alto y capaz en un tris de decorar la cena de fin de año con sus azarosas vueltas anaranjadas.

lunes, 14 de noviembre de 2016

BodyPump

BodyPump - S.M.
Ante el batacazo sufrido creía que terminaría aquí. Para dedicarme a desintoxicarme de lo que había venido siendo mi sustancia psicotrópica durante siete años. Esperando aguantar el mono con buena cara. Pensé que me dedicaría a leer más, en el hueco que se me abriría, a ver.

Algo de novela he leído, de papel, con los dispositivos electrónicos apagados, recostada en cama en la habitación de mis hijos, con las nalgas agradecidas por el justo mullido del colchón más nuevo y las espaldas sujetas por cuantas almohadas y almohadones encuentro a mi alcance, bañada y calentada por el sol que entra de costado, una caricia en la debilidad, pero pasa que no puedo concentrarme en paz teniendo mis deberes de comercial al frente. Así que me levanto, me sacudo el resfrío y comienzo a darle en ese sentido. Con un ímpetu recobrado que poco me dura. Se estrellan mis ganas ante la falta de respuesta. Se me muestra evidente que tengo que dejar de insistir en ese terreno también; que lo esperado saldrá si tiene que salir, como fruto de la siembra pasada,  y a lo sumo debo prestarle un seguimiento de lejos, con envío de emails masivo a cada tanto y a otra cosa mariposa.

Un efecto positivo de la caída brusca de las expectativas que tenía depositadas en estas entradas es que se me cortó equivalente de cuajo la dependencia de ir a mirar a cada rato las estadísticas de visitas, algo que comenzaba a rayar en la atadura estrecha y ha supuesto un aligeramiento sin tener que ponerle voluntad.

Lo peliagudo es que me he quedado con una espesa niebla al frente, sin nada que vea en el horizonte o sienta brotar dentro de mí susceptible de reemplazar a mi perfecto sueño caído. Es un sentimiento de fracaso y una duda: ¿Cómo podré darle crédito en adelante a cualquier otra revelación que se me aparezca cual conejo de Alicia para indicarme el increíble fabuloso camino de mi suerte?,¿cómo podré seguir, dejada de mi país de la alucinación maravillosa?.

miércoles, 26 de octubre de 2016

Espejismos

Uno cree lo que quiere creer. Ese fenómeno que observamos en los otros duele como herida  abierta cuando azota en nuestra ceguera despertando a su visión. Como muestra vale  la historia de   Bernat Boursicot, en la que se basó David Henry Hwang para escribir primero una obra de teatro, estrenada en 1988, y luego el guión de la película dirigida por David Cronenberg, M. Butterfly, en 1993.

La china, arañas, gusanos y mariposa -S.M.
Bernard Boursicot es un francés que tenía veinte años en 1964, cuando de contable en la embajada recién abierta de su país en Beijing conoció en un cóctel por Navidad en la residencia particular del segundo del embajador a otro hombre de veintiséis, el chino Shi Pei Pu, actor-cantor de ópera de Bejing, con dominio del idioma francés, invitado por dar clases de mandarín a la esposa anfitriona. Bernard, que había acudido acompañado de una bella señorita secretaria inglesa, se encontró pronto de intercambio de frases introductorias con Shi Pei Pu, el cual le había llamado la atención por ser el único presente de raza amarilla. 

Shi Pei Pu resultó para Bernard un excelente narrador y generador de atmósfera intensa entre cortinas de ambigüedad. Entre las historias le contó Shi Pei Pu el drama de ópera de una muchacha que toma la ropa de su hermano para camuflarse en el sexo de este y así poder acceder a los estudios para ella vetados. En la plaza del instituto académico le surge el amor con otro estudiante. Cuando es requerida de vuelta a su casa para una boda arreglada, ella le revela su identidad femenina al amado, asumiéndolo él con gozo, libre de la congoja por su extraña atracción hacia otro varón. Pero ya es tarde; ella no puede dejar de cumplir con los preceptos de la familia. Desesperado el amante comete suicidio, al que  antes de las nupcias corre su correspondido amor sobre la tumba a completar el suyo. En contemplación de ese tremendo acto, la entierran a ella junto a él y sus corazones unidos emprenden vuelo de mariposas entre los sauces que trenzan sus ramas sobre las losas de sus sepulturas -me recuerda al poeta Xu Zhimo-. A esta tragedia china con reminiscencias shakespearianas, o a la inversa, se la llamaba "la historia de la mariposa". 

A medida que fue avanzando la amistad,  Shi Pei Pu le confesó a Bernard Boursicot -le hizo creer mediante otra maravillosa historia- que en el fondo era mujer, disfrazada desde siempre del otro género, pues habiendo nacido luego de dos hermanas, esa fue la estrategia de la madre, en complicidad con el padre y la partera, para evitar una competidora, pues la abuela, que gobernaba el hogar, tenía dictaminado, si volvía a repetirse lo indeseado, que su hijo tomara una segunda esposa capaz de engendrar varón. De ahí derivaba su aspecto masculino externo y el secreto debía seguir bien guardado, pues en la nueva china de Mao, donde entre el hombre y la mujer no se hacía distinción, descubrirse esa práctica de acorde a un feudal sentido de los valores podía ser causa de pena mayor. Así se entregaba a su confianza al revelárselo. A partir de esa increíble confidencia se le despejó cualquier nubarrón que empañara a Bernard, ¡una mujer!, y se lanzó a afianzar hasta lo intimo la relación.

Bernard Boursicot apuntó en su diario que en sus años de internado en colegio católico había mantenido juegos sexuales adolescentes con otros de su género, sentía como desviados esos escarceos  descubridores y soñaba con encontrar a la mujer por la cual caer rendido de amor. 

Al año de conocerse, en 1965, Shi Pei Pu le comunicó a Bernard Boursicot que estaba embarazada, pero tuvieron que transcurrir otros cuantos de espera para que llegara por fin Bernard Boursicot a conocer a su hijo. Shi Pei Pu se lo presentó en noviembre de 1973. Un niño de siete años de edad, comprado por Shi, con rasgos mezcla de occidental. Bernard reconoció de inmediato el parecido. Shi le explicó que constaba su hijo en el registro como de cuatro años, pues lo había inscrito en fecha tardía para descuadrar la coincidencia en el tiempo y evitar así una doble sospecha por parte de los guardianes del estado comunista, de ser ella mujer tras su aspecto de hombre y la criatura el resultado del amor ilícito entre esa china nacional comunista y un extranjero. 

Bernard anheló en sus destinos alejados y durante los encuentros furtivos con su amada en Beijing, el conocer y ver crecer más de cerca a su hijo Shi Du Du, como así lo llamaron. Para Francia le puso el padre el nombre de Bertrand, más cercano a su lengua y tradición latina, a abuelos y a extensa familia de la Bretaña. Con el tiempo Bernard regresó a París, trabajó en otras embajadas o consulados por el mundo, se liberó, se emparejó felizmente con un hombre francés y perduró en soñar con sacar de China a Shi Du Du y a Shi Pei Pu, sin cesar en los trámites para conseguirlo. Llegaron por fin en 1982, Shi Du Du de dieciséis años entonces. Los dos fueron recibidos en París por Thierry Toulet, la pareja de Bernard, pues coincidió que este estaba viviendo en su empleo en Bélice, y los instalaron  a residir con ellos; hasta que Shi Pei Pu -ya ex amor- pudiese rehacer la vida por su cuenta. En este movimiento fue que el servicio secreto francés se percató de la conexión que bien podría estar ligada a la falta de algunos documentos clasificados en plazas como Mongolia, donde estuvo trabajando Bernard. Intensificaron las pesquisas y se los detuvo por espionaje. 

En efecto, Shi Pei Pu era un colaborador del régimen comunista, había escrito inclusive algún libreto para obra teatral de temática obrerista, acorde con el dictado que desembocaría en la Revolución Cultural de 1966-1976, pero un colaborador forzado, no más que cualquier otro peón de esa maquinaria engrasada que como trastabillaras en algo, no actuaras en concordancia al overol uniformado, o no denunciaras a tiempo el sospechoso contrarrevolucionario gesto del vecino te ibas directo al paredón, o a matarte de picapedrero en la tundra. En la práctica fue Bernard, con el miedo metido en los huesos de no volver a ver a su hijo, el que comenzó a declamar las bondades de Mao Zedong en concordancia a los eslóganes que inundaban, de encomio al laico dios fundador y líder indiscutible de la República Popular China.



Se los juzgó por separado en 1986. Recibieron seis años de cárcel cada uno. Pero solo cumplieron uno, pues ante la tontería de documentos que llegaron a filtrar, tipo suministros de alacena o pedidos de ciertas marcas de tabaco para el jefe de la diplomacia en remoto destino, pues el presidente de Francia François Mitterrand, para aplacar en 1987 las tensiones entre China y Francia, los dejó ir.



Sufrió Bernard tal conmoción al descubrir lo que solo pudo admitir frente a la prueba fotográfica irrefutable del desnudo integral de su ex pareja, con la consecuencia del hijo que no sería; se habrá sentido tan abatido al saltar a la prensa el asunto y verse materia de mofa pública nacional -lo apodaron "El caso del Mata Hari chino", que intentó suicidio en la cárcel aplicándose una cuchilla de afeitar a la garganta.


Para escribir la obra de teatro M. Butterfly, inspirada en el anterior suceso, el autor californiano David Henry Hwang, habrá tomado elementos de la Ópera del italiano Giacomo Puccini, Madama Butterfly (1904), que a su vez tenía basado el libreto en una historia corta del abogado y escritor norteamericano John Luther Long, Madame Butterfly (1898), quién a su vez se inspiró en una novela del oficial de la marina francesa y escritor Pierre Loti, Madame Chrysanthême (1887). Todos nos nutrimos de alguna parte.

En la película M. Butterfly del director canadiense  David Cronenberg, el francés René Gallimard -interpretado por el británico Jeremy Irons- es un diplomático en Bejing, con rubia esposa acompañándole en el destino asiático, donde queda fascinado por una actriz cantante de Ópera China, Song Liling, de evidentes rasgos masculinos -interpretada por el norteamericano nacido en Hong Kong, John Lone- ocultos a los ojos del francés, hipnotizado por esa exquisita enigmática mujer dentro y fuera de la escena. Ella sí una auténtica espía china, a la cual el diplomático busca entre el laberinto de callejuelas del Bejing aparte del espectáculo, hasta encontrarla y vivir el romance que desemboca en el hijo que ella le presenta, este un bebé de arrullo. Descubierto el ardid, luego de hacerse a la idea René Gallimard del sexo auténtico de su amada, ante la posibilidad que le ofrece Song Liling, atraído a su vez por el occidental, de continuar en el idilio sin la red de seducción femenina tejida para seducirlo, René es incapaz de aceptar. El se había enamorado de una  recreación de mujer fabricada por un hombre, no del hombre en si. 

Aunque variaban bastantes elementos Bernard Boursicot reconoció en el film de Cronenberg el clima de ilusión que hacía a su caso y aludiendo a ello dijo: "Cuando lo creí fue una bonita historia".


En París dejaron de verse. Poco antes de morir Shi Pei Pu en 2009, le hizo saber a Bernard Bousicot que lo amaba todavía. Shi Pei Pu sería un coqueto que jugaba a retener a los otros en el encanto oculto. Dijo de sí mismo: Yo solía fascinar a hombres y mujeres. Lo que yo fuera o lo que ellos fueran no importaba". Se quedaría prendado de Bernard, o de su propia habilidad para el enmascaramiento. En Francia volvió a trabajar en el teatro.


Notificado Bernard Boursicot, en el hogar de ancianos donde vivía, de la muerte de Shi Pei Pu, dijo de él con cansancio: "Maniobró tanto en mi contra sin ninguna piedad, que me parecería estúpido seguir el juego y decir que estoy triste. El plato está limpio ahora. Soy libre". 


Atrapa el reportaje "La verdadera historia de M. Butterfly; el espía que se enamoró de una sombra", por Joyce Judith Wadler, escritora, humorista, y periodista reportera del New York Times, publicado el 15 de agosto de 1993, cuando Bernard Bournicot le concedió acceso a preguntar y al material para hacerse de primera mano una composición. La cual logró espléndidamente. Allí puede completarse lo que dejo en el aire, acerca del hijo, por ejemplo, qué pasó con él, o a cerca de cómo se las arregló Shi Pei Pu con sus órganos externos masculinos para hacerlos parecer en la penumbra y llegar a funcionar como labios y conducto vaginal.

¡Veintiun años sin que Bernard Bournicot llegara tan siquiera a sospechar!.

miércoles, 19 de octubre de 2016

Robótica arácnida de los cojones

Acrílico y photoshop - S.M.
Acabo de caer en algo patético. Luego de tener la ilusión continuada desde hace cuatro meses de que alguien me estaba mirando desde los Estados Unidos, de golpe, en el espacio de media hora, he descubierto lo que puede ser. Un crawler o spaider, una araña web, un programa informático que se mete en los lugares cibernéticos y actuando según patrón de búsqueda humana analiza de forma metódica los algoritmos para indexar la información de las páginas y sus conexiones y enviarla a la base de datos del motor de búsqueda que lo ha puesto en marcha para facilitar clasificar y jerarquizar la información y así ofrecérsela a los usuarios. Toma ya. Es decir, que no es una persona la que está detrás, sino un puto robot de los de ahora, uno automático, sin un mínimo de comprensión emocional. O peor. Hay otros bots -aféresis de robots- que son spam, como el correo no deseado, es decir, tráfico basura, con unos estrambóticos nombres de referencia que mutan con facilidad, igual que el país de su procedencia.

La otra rematadora información de la que me he enterado en esta abrupta caída en cuenta es que si en un principio ese tráfico basura provenía mayormente de Rusia, ¡Rusia!, o alguna de sus ex provincias de cuando la Unión Soviética, ahora se ha convertido en una avalancha procedente de los Estados Unidos, seguido de Alemania, Bosnia, Corea del Sur o cualquier otro lugar insólito para un blog de escritura en español.

Empecé a sospechar al ver que no dormía quien fuera que estuviese detrás, ¿cómo era posible que no descansara mi querido lector americano?, ¿sufriría de insomnio?, ¿no le bastaba el día subyugado por mis textos que aprovechaba los intermedios de su duermevela nocturna para seguir con ellos?. Antes del descalabro presumí con vehemencia que se trataría de alguien del mundillo del cine, pues ningún alma ajena al interés artístico-empresarial que nos sería común se detendría a mirar con asiduidad lo que ninguna otra miraría, máxime sin librar comentario en la casilla ex profeso para entablar diálogo bajo cada post. Obvio es que ningún alma se queda leyendo los textos de otra, sin conocerla o sin previa propaganda que le hayan hecho, solo por haber dado al azar con ellos en su navegación en línea; ninguna alma de la masa haría eso, por más que se detuviera atraído por unas líneas. De ahí deduje que tendría que tratarse de alguien fuera del grueso de la gente, llamado a picar en el blog por mi propio llamado, por el resultado a la larga de las largas cañas que había tirado. ¿ Se puede creer eso?, ¿se puede creer que alguien confíe su futuro en algo así?, ¿cómo podría explicar?.

Las visitas causantes de mis crecientes curvas en la estadística usaban el sistema operativo Linux. Nutría mi imaginación el leer que suelen usar Linux las organizaciones que necesitan proteger al máximo sus datos, tal la bolsa de valores de Nueva York o Londres, el acelerador de partículas del Cern en Suiza, la flota de submarinos nucleares de la Marina Estadounidense o el tren bala japonés. Ahora ya me he enterado también: Linux es el sistema idóneo para esa robótica arácnida de los cojones. Sin ir más lejos Google la utiliza con los suyos, según parece. 

sábado, 15 de octubre de 2016

El legado de Serena



Selena Quintanilla no creía en el destino, creía en el esfuerzo y la dedicación para conseguir lo que se pretende, pero este se le interpuso y se la llevó a la edad de veintitres, cuando había conquistado con su arte a su Texas natal, del otro lado de la frontera al público mejicano y en general al latino de América; cuando estaba en la grabación de su primer álbum en inglés, en la inmediatez de abrírsele tal cual la flor de su canción sin manchitarse toda una carrera de grandes éxitos musicales en esa lengua. Su don lo prometía, seguir abriendo espacio para los latinos, si no mediaban otras circunstancias que desviaran o  ella virara con sus anhelos hacia otras consecuciones. Podría replicárseme que fue Yolanda Saldivar, con el disparo intencionado de su revólver calibre 38, quien acabó con Selena, pero bien hubiera podido suceder que le alcanzara la bala unos milímetros más arriba, obviando la arteria por la que se desangró, o que al llegar al corredor fuera de la habitación, de la cual se apresuraba a salir cuando recibió a bocajarro el impacto por la espalda, encontrara a quién la socorriera y diera pronto aviso para que llegara la ambulancia, sin tener que correr malherida por los largos jardines hasta alcanzar la recepción del motel, empeorando su escasa posibilidad de sobrevivir, un ángel que propiciara parar a tiempo la hemorragia, pero sucedió de la otra manera, de la fatal. El proyectil impactó en el preciso lugar para una muerte inminente y de  no  haber huido,  es  probable  que su  pretendida  amiga  la hubiese  rematado con otro disparo. Así que estaría sentenciada, no ella en especial, pero sí su forma a completarse  de ese modo tan abrupto.                                                                    

Traigo aquí  a Selena ante la noticia de haberse agotado solo salir a la venta una edición especial de kit de maquillaje lanzado por la firma de cosméticos canadiense Mac, inspirado en los tonos de barras de labios, sobras de ojos y colorete que usara la cantante, ayudado a confeccionar y presentado por su hermana Suzzete y su viudo Chris Pérez en Corpus Christi, su ciudad de Texas, con admiradoras que ni siquiera habían nacido cuando ella falleció haciendo  fila  en  las  secciones de  perfumería, en  una locura   por

adquirirlo las primeras, denotando lo presente que sigue luego de veintiún años.


Los bustiers que usaba en sus actuaciones se los debía a Madonna. Selena supo con certeza a la que creció como quería mostrarse en escena y se los confeccionaba su mamá al principio, con aplique de lentejuelas, y el papá escandalizado por ver a su salir en sujetador. El fue el artífice de Selena y los Dinos -al comienzo Los Dinos con Selena-, conjunto musical compuesto por sus hijos, a los que entrenó desde chiquitos, en un intento de pasarles el hobby que le había fallado a él de joven como carrera con el conjunto que tenía formado; una práctica diaria de veinte minutos, nada terrible, bien alejado de la exigencia del padre de Michael Jackson, según Selena en interviu, con el señor Quintanilla entre la audiencia del plató. Devino el grupo, eso sí, desde los diez años de la niña cantante, en el modo de ganarse el sustento la familia. Con lo cual puede decirse ciertamente que el padre influyó en que tomara ese oficio para la manutención, como así lo consideraba ella, pues Selena tenía el sueño de ser diseñadora de moda. ¡Hay que ver!; media humanidad de niñas fabricándose micrófonos de mentirijillas para practicar su subida al escenario en el futuro y ella, que lo tenía de los que sonaban de verdad, fantaseando entre bambalinas con idear vestidos. ¡Cómo somos!; aunque se miraba en Jon Secada o Gloria Estefan, estrellas de la canción que habían conseguido abrir lugar para los latinos en la industria musical estadounidense, y dudo que se mirara lo mismo de profundo en  Óscar de la Renta o Carolina Herrera, por decir de modistos, cuando ya se había iniciado con boutique y línea de ropa de su propia creación.  ¡Madonna sería la que la inspiraría por ambos costados!.

A los dos años de su muerte se estrenó la película biográfica que pretendía por parte de la familia Quintanilla un homenaje a la figura artística de su hija, sin poner hincapié en el drama final. Comienza el biopic en la fecha del 26 de febrero de 1995, en el gran concierto en el Astrodome en la ciudad de Houston, Texas, ante un lleno de sesenta y siete mil enfervorizados seguidores, su última actuación. Ante la convocatoria para hacer de extras en las escenas de la filmación en el estadio abovedado de San Antonio que representaba el de Houston, afluyeron treinta y cinco mil personas. A la llamada de casting abierto para buscar a quién interpretara a la Selena menor de edad acudieron más de veinte mil niñas.

Una principiante Jennifer López, actriz y bailarina, fue tomada para dar vida a la Selena adulta. Creó cierta polémica que se eligiera a una neoyorquina de origen puertoriqueño, en lugar de una tejana de origen mexicano como ella, pero Jennifer dio una talla enorme para representarla y ahí se terminó la controversia. El papel de Serena inspiró a Jennifer para iniciarse en su propia trayectoria como cantante. Así que la línea sigue viva.

Referido al pajarito de la entrada anterior, hoy mi marido ha puesto en su Facebook la foto con su explicación del rescate ocurrido la semana pasada, bastante coincidente con la mía por cierto, y recibió una inusitada cantidad de comentarios y "me gusta" nada más colocarlo. Lo han felicitado por nuestro cuidado y porque volviera a la vida. Es de la especie protegida Reyezuelo Alistado, o Bruel en catalán, ave de las más diminutas de la avifauna europea.

lunes, 3 de octubre de 2016

Apto para novela

Nuestros perritos de raza Gos d'Atura 
Hoy ha impactado un pajarito contra la cristalera. Ha escuchado mi marido un !crash! junto a su lugar de trabajo y al poco lo ha descubierto en el suelo de afuera. Entonces me ha llamado para socorrerlo. Inerte un polluelo, pero al cogerlo se ha visto que era por la conmoción del momento. Aunque todavía seguía quieto, ha reaccionado entre las manos de mi marido. Tenía una pata encogida, con los deditos que no se le desenganchaban de entre el plumaje del pecho; parecía dañada. Mi marido me ha pedido una caja y paja o algo suavecito para el fondo. Yo le he dicho que "vale", pero que se pusiera él también a ver de hacerle, para que no quede como que siempre me adelanto a resolver, ¡paja!, cortando alas. Teniendo al pajarito en la palma ha cogido mi marido su papelera -de enrejado como de jaula- y al tratar de depositarlo en su interior se le ha soltado, aleteando hasta posarse en el borde, con las garritas bien sujetas a la varilla que remata. Ahí se ha quedado, tan recuperado e inmóvil que hasta me ha dado tiempo de ir a por el teléfono y sacarle foto, antes de que en feliz rapto emprendiera vuelo y se perdiera de nuestra vista hacia las alturas de los desmadradísimos cipreses del seto en el tendedero.

Animalitos de Dios.

Mi marido está considerando hacerse vegano, por lo terrible del sufrimiento animal. aunque tras un periodo de hortalizas con cereales se muere por un buen pedazo de carne. Quizá lo consiga. Por el momento, luego de la última tirada con mayor cantidad de lo que debería asumir como total, corrió a comprar un pollo y me rogó que se lo cocinara en salsa. Ya bien disfrutado de la proteína, estaba separando mi marido en el plato la piel y partes cartilaginosas para dárselas de golosina a Tai, cuando empezó nuestra charla  de mesa.

-¿Tu crees que esto le haría mal? -me preguntó señalando con el cuchillo una fracción de carcasa.

-Puedes dárselo con tranquilidad, lo come a diario,  yo lo único que le separo son los huesos grandes que puedan astillarse; estos pequeños creo que los mastica bien.... y los perritos... era lo que comprábamos para cocinarles....

-.... los cuellos de la pollería...

-...sí...

- .... los pollos del super vienen sin cuello.....¿verdad?...

-...sin cuello y sin lo de adentro..... "eviscerado" dice en la etiqueta.... listos para no complicarse.... la gente no quiere ahora complicación.... lo meten en el horno y ya está....o lo parten para guisar... los que tienen que andar mirando precios.... pues sale más económico entero....

-..... ¿ entonces ya nadie los consume, los cuellos?....

-... hombre todavía queda....si se compra el pollo en una pollería de mercado.... entonces te lo arreglan como desees y te preguntan si te ponen o no para llevar el higadillo... el estómago...el cuello para el caldo.... incluso las patas... que ya pocos cogen... por lo latoso de pelarlas...

-...¿las patas se pelan?...

-...sí... y no se si contribuyen al buen gusto... en la pollería te cortan las uñas si las quieres llevar... pero luego en casa hay que socarrarlas a la flama del gas... dedo por dedo.... para que se puedan pelar bien ..... ahora con la vitrocerámica.... 

- Tai es un rey en comparación ....

-... y un sibarita... madre mía... antes tiene que olerlo.... catarlo...

-Los perritos se abalanzaban... ¿recuerdas?....sobre el arroz con cuellos.... 

-....de ahí vendrían .... de los que se llevarían el pollo sin los despojos...

-... eran bolsas enteras de cuellos...

-... doble negocio para la pollería sería... nos venderían a nosotros lo que ya habían cobrado a otros... ahora que lo pienso....pues pesan el pollo entero... antes de vaciarlo... 

-....claro.... no te los iban a regalar...

-...por supuesto.... no lo esperaría..... mira si iban a ser tan tontos... a parte tienen que almacenarlos, sacarlos, manipularlos.... ya es un buen trabajo... y puede que los compraran a sus proveedores ¡eh!.... que no todos vinieran de sus otros clientes.... 

-En las casas se hace bastante caldo en invierno.... ¿cierto?..... aunque se puede hacer con los cuartos solos... sin la piel.... para que esté menos graso.... y otras carnes... con el chorizo.... la morcilla aparte....este próximo invierno quiero repetir el puchero como hice otras veces... ¿a qué estaba rico?

-.... nunca me pregunté... en los mataderos deben de quedar bastantes cabezas... y las mandarán para pienso....  imagino...

-...sí.....tendrán unas maquinarias pulverizadoras de hueso...

- ..... pechuga seguro que no contiene.... la de cuellos sueltos que habrá .... de tanto pollo sin cabeza para el super.... uno se imagina que pollo en pollo en el pienso.... cuando lo pone en la composición....pero llevará todo menos la carne....puede que hasta le metan pluma.... a quién engañarían... hace al pollo también ¿verdad?....

-Qué conversaciones tenemos....... te fijas.... imagínate esta  conversación en una novela...

-......

-....podría ser.... perfectamente podría estar... bien contado... 

-.....

martes, 27 de septiembre de 2016

La inspiradora historia

Olympia Rebel Heart Madonna - S.M.
El fantástico informático que al fin encontré, resulta que de últimas no me resultó tan genial, o dio con una falta de solución justo conmigo, pues me cambió el chip gráfico causante de ponerse la pantalla en negro, para encontrarme luego con la sorpresa de ver desaparecidos del sistema de correos todos los contactos que he ido acumulando, con sus fichas y larga información. Un trabajo de años que el agradable informático no supo como hacer para devolver a su lugar -migrar archivos del sistema operativo Mac a Windows-, por tanto ya no se mostró o no lo encuentro tan dispuesto,  y tuve que recurrir a mi hijo Simón, que sin ser experto tiene un especial arte de tocar teclas que muchas veces soluciona y en este caso logró rescatármelos; vuelve a estar entonces la gran cantidad de posibles clientes en mi PC, aunque han quedado revueltos, sin la clasificación que tenían y debería meterme uno por uno, a actualizar y a subsanar, en un campo que llevo trillado y en el que tengo perdido el gas, con total falta de estímulo para volver a darle empujón. Es decir, estoy harta de hacer de comercial, de este o de cualquier otro ramo para otros, así se me facilitara el apoyo en la infraestructura que precisaría para trabajar sin encontrarme a cada paso forzada a hacer de técnica informática sin tener idea, debiendo regalarle a la empresa toneladas de mi tiempo y paciencia por encontrar solución sin gastar un céntimo, o el mínimo que no se me va a reponer. Hasta noto una cierta falta de aire al ponerme, justo cuando debería redoblar el esfuerzo.

Sé como resolver, eso sí, la historia de fondo de estas páginas para que pudiera elaborarse a partir de ella un guión de película o serie de televisión con desarrollo y remate convincente. Debería para ello cortarse y desviarse este relato en el punto en que mi marido y yo nos encontramos en Barcelona con la agente literaria Berta Canals, entonces ella, a partir de esa bifurcación, entusiasmada con la obra de mi marido, pide traducción a la norteamericana Edith Grossman, o a algún otro eximio traductor en la gran manzana*, y busca editor allá, uno osado, capaz de descubrir valores literarios en la niebla tenebrosa de lo que alguna vez fuera editado sin acabar de funcionar, y lo consigue. Este editor percibe la excelencia y la buena conexión que podrían tener los textos de mi marido con la mentalidad anglosajona y ante todo con la universal -por ende intuye su potencial de venta- y decide apostar por el autor para el mercado estadounidense. Muy intrépido teniendo en cuenta que más del noventa y nueve por ciento de los libros que se venden allá son de original en inglés, o a la inversa, menos del uno por ciento corresponde a libros traducidos de todos los idiomas existentes. Muy intrépido, pero es que Berta, él o ella y nosotros, gustamos de andar por las zonas irracionales; por eso elige el editor los cuentos o novela -lo que más adecuado le parezca-, y se lanza a editarlo y promocionarlo sin rastro de pusilanimidad o escasez de recursos, lo que da un buen resultado para el libro, para la editorial y para el reconocimiento que la obra de mi marido merece; más tarde, con mi aventura y  la película que derivaría, para el reforzamiento de la creencia que inspira a nuestro mundo liberal de que todo es posible y alcanzable si uno se pregunta en el interior, descubre para qué sirve y se empeña a través de todas las dificultades en conseguirlo.

Oculta desnuda Rebel Heart - S.M.
Como continué narrando sobre la marcha, esto se ha alejado de la historia romántico exitosa ejemplarizante que queda estática y concluida a disposición de quién la quiera tomar para adecuarla a nuevo proyecto y vida, y ahora encuentro que, refugiándome como salida adelante en progresar aquí, me he extendido hacia territorios un tanto empantanados, exentos de arenas movedizas, residuos tóxicos o monstruos submarinos, perdiendo carga, como en esas series de televisión que por excelentes que sean, o debido justamente a la apetencia de su público, sus creadores o productores la alargan tanto que da la sensación en algunos episodios que los rellenen con espantapájaros, o impactan con hechos descomunales, tal la muerte innecesaria de algún protagonista, para pasmar a la audiencia entre lo que afloja, o debido a haber firmado el actor, tras temporadas y temporadas, contrato para proseguir su carrera en otros proyectos. Con la diferencia que mi auditorio es de un solo individuo, o incluso puede que ninguno, si el estimado lector o lectora que considero es simplemente producto de un fallo en el contador de visitas.

Estoy sin saber por dónde continuar en general. Por tanto me quedo en calma, sin agobiarme o salir a la desesperada a buscar por ahí cualquier empleo. Le hago caso a mi marido y espero que algo nos llueva, o nos crezca en el jardín. Por si acaso, veo que las algarrobas están madurando. También saco de la experiencia propia y recuerdo de un verano muy muy atrás, mientras estaba en la secta, antes de los vuelos baratos, de la avalancha turística en ciudad, de los juegos olímpicos que le dieron mayor fama a la que trato, antes de la extendida ocupación asalariada de ambos cónyuges y el reparto de las vacaciones a lo largo de otros meses, cuando en agosto quedaba cerrada Barcelona para hallar cualquier ocupación. En esa tesitura, a la disparada y sin sentido, busqué en las páginas del periódico y ahí me fui, tomando los trenes de cercanía que entonces te aseguraban partida y llegada, aunque fuera de cualquier horario si había, debiendo calcular un margen de horas para llegar a tiempo. La gente a veces no se acuerda y piensa que antes era mejor, pero solo por eso, acostumbrados ahora a una exactitud más que germánica -aseguro- en el transporte público cuando normalmente funciona, se sorprenderían desagradados si volviera el regreso. Sucedió entonces, que lo único que me salió, en esas dos semanas de sudar el bochorno fue un oferta para montarme en un autobús a hacer propaganda de unos productos a jubilados mandados gratis de excursión para venderles esos artículos que contentos, mareados o embobados como les tenían, ellos picaban en su compra; o era de esperar que así fuera para que me valiera el haberme enrolado -me suena que ya lo conté-; pero no lo tomé.

*Sitúo al traductor y editor en  la gran manzana = Nueva York para proporcionar buenos paisajes a la filmación. Figúrese, Cambridge-Barcelona-NewYork, fotogénico variado trío, pero podrían perfectamente ubicarse en Seattle, Chicago o donde cuadrara de espectacular en el mundo urbano anglosajón de ultramar; así fuera Vancouver en Canadá, Sidney en Australia, etc

jueves, 15 de septiembre de 2016

Vida normal II

En relación al tercer fallecimiento expuesto en entrada anterior:


A mi padre le preocupaban las constantes poluciones nocturas de mi hermano Pasqual, notadas en las sábanas al hacer las camas, a edad perfectamente adecuada para que esto sucediera dando señal de buena imaginación y fortaleza. Así Pasqual fue también el primero que supe activo, al enrollarse con Rita, su primera novia de la que supimos, la que ahora murió. Los descubrió mi madre en la alcoba del fraile, una habitación en la masía con dos altas camas matrimoniales protegidas de la vista inmediata por estar situadas en sendas recámaras abiertas por arco al aposento general. Igual se estaban dando solo besitos, eso lo sabrían ellos; mi madre lo notó simplemente, que allí estaban, tomándolo como algo fresco y novedoso de suceder. Mi madre recuerda ahora a Rita como la chica simpática y campechana que se sentaba en su cocina mientras esperaba a mi hermano; ante el comentario de haberse apeado, ya antes de la enfermedad, de su anterior actitud algo envarada y orgullosa; esto último lo sostiene también mi tía María, que lo ha sentido muchísimo y con cariño evoca como se volvió de más llana y natural en los últimos tiempos. Su padre trataba con piensos y era de los acaudalados del pueblo. Su hermana mayor tuvo como regalo de dieciocho años el coche más pijo para señorita de la época y le encantaban las pieles tanto como codearse con otras que también las lucieran, nada de conejo, cuanto más preciadas mejor. Hay que tener en cuenta que para entonces no estaba tan arraigado el movimiento animalista en contra, o quizá perdiera el interés luego, por evolucionar ella o a razón del cambio climático, o las luciera de sintéticas, cuando perfectamente tintadas y diseñadas fueran homologadas por los creadores de moda para aceptación de todas las clases sociales. Tampoco se si dejó de debatirse por su percha de moza grandota cuando ardorosamente hubiera deseado ser una sílfide. De Rita -alta y esbelta en sus años más juveniles- recuerdo la vez que coincidí con ella y su marido de visita en casa de mi hermano y cuñada Mateu y Maite cuando se le aguzaron todas las entradas sensitivas al cuerpo para absorber con fruición los datos por los que me preguntaron de a donde habíamos ido con mi marido, nuestros hijos y nuestro sobrino -el hijo mayor de Maite y Mateu-, a la barbacoa en lo de un escritor con pareja empresaria potentada de la cerámica*, y llegó mi sobrino a su casa de vuelta, acostumbrado él a moverse por amplios espacios de bienestar, contando del mega chalet que lo había impresionado por ese su tamaño, belleza y agradabilidad.

Me caían bien las dos hermanas, por su pasión, por llenar el espacio con sus risas: las supongo de chisme sin malicia y entretenidas para las amigas que de verdad tuvieran; yo las valoro desde el trato afable, sin llegar a intimar con ellas o tener algo que ver en los asuntos que las incumbieran. Estaban desde la herencia peleadas ellas. Vino desde Barcelona la mayor para el entierro. Se colocó en la iglesia por la mitad, mezclada entre los asistentes, pegada al pasillo central donde se sitúa el féretro. Llorando y llorando. Los íntimos de Rita aceptaron que al terminar la ceremonia pasara la gente a ofrecerles las condolencias por los bancos primeros que ocupaban. En la actualidad muchos evitan ese trance indicando al cura que pronuncie al final del responso la frase que hace enterar: "Se da el duelo por despedido", para que nadie se aproxime. Pero ellos viven en otra población ahora y querrían facilitar la muestra de acercamiento, además de hacerlo al modo tradicional. A mi no me molestó en absoluto cuando murió mi padre ese pésame desfilando mientras el coro entonaba la especial salve en su honor y pensaba en lo henchido de satisfacción que se sentiría él, por ese pleno y esa gran demostración, si pudiera estar ahí para verlo; ¡lástima para los que lo consiguen!. La hermana no figuraba en el recordatorio donde se leían los nombres de los parientes más allegados. La había visto a ella, la que queda, dos días antes en esa misma nave, para el otro entierro por el cual también había venido desde Barcelona donde vive, y allí estuvimos hablando a la salida, con décadas que llevábamos sin cruzarnos. ¿Es que eres abuela? -me preguntó-, ...vi un recién nacido en brazos de tus hijos en el sitio de red social de alguien y pensé... . ¡No por favor! ¡qué estropicio ahora! -me salió del alma- sería el bebé de mi hermana Agnès.

Se casó Rita con un agricultor y ganadero de familia próspera y tenían en sociedad con el padre suyo y otros socios negocios relacionados con la cría y engorde del cerdo y todo parecía que les iba muy pujante. En una quinta fabulosa que tenían los asociados por el lugar de las granjas íbamos a celebrar, con todos nuestros hijos cuando críos, el día festivo en Catalunya para ir a comer la tarta* de Pascua al campo, invitada yo con mis retoños de rebote, por estar ahí en esas fechas, por ser la hermana y cuñada de Mateu y Maite, entre los matrimonios para juntarse en ese tipo de fechas. Era relajante, en cuanto a poder estar librada de correr tras los pasos siempre al borde de mis ocurrentes cachorros, entretenidos con los otros en ese espacio vallado con parque de gran extensión y edificio de líneas pulidas, sin filigranas, espada de escálibur u otros objetos peligrosos o que peligraran; con el padre-marido anfitrión que hacia el final del día les enseñaba a tirar al tiro al blanco, eso sí algo más peliagudo y de poca gracia que me hacía, con las escopetas, pero menos mal que me quedaba sin ver y parecía que todo iba en orden y controlado, en fila uno tras otro esperando su turno. Ese marido ahora viudo era cazador, de esos que se camuflan con los chalecos y toda la parafernalia como de guerra, diría, aunque no estoy tan enterada, tampoco de qué cazaba. Entre los humanos siempre lo vi como un tipo tranquilo, atento, agradable; con gusto y paciencia para los niños; su hija menor, la que ahora medirá uno ochenta de estatura, le apoyaba constantemente la cabeza en el hombro durante la misa por la madre. Pero se declaró un brote de peste porcina clásica en la primavera del dos mil uno que obligó a sacrificar a ochenta mil cerdos de la región y pareció averiguar el órgano público competente que el foco de expansión provenía de un expansionado número de criadores e intermediarios, entre los que su sociedad se encontraba en el meollo, que actuaban falseando los datos de lechones clandestinos importados de países de la Europa del este como nacidos en instalaciones locales y los llevaron a pleito por ocultación a los organismos sanitarios públicos de la existencia de la enfermedad entre sus gorrinos cuando saltó el virus. Por más que tras cinco años, trece mil folios de sumario y una semana de juicio quedara absuelto cualquier encausado por falta de pruebas, ya había había echo mella en la cotidianidad de ese núcleo familiar el asunto, mudándose de vivienda y de gremio para ir a instalarse con una gran superficie de ferretería y bricolaje a otra región. La vida continuó. Las hijas acabaron sus estudios universitarios y viven en ciudad. El hijo lleva las tierras y vive en el campo. Ahora quedan sin madre, sin esposa.


En relación al primer fallecimiento referido en entrada anterior:

El muerto que fuera político tampoco se trataba con el hermano que fuera profesor director y que fue a su entierro. Puede imaginarse a raíz de qué.

En relación al segundo fallecimiento referido en entrada anterior:

Yo tuve un  escarceo amoroso, por llamarlo de algún modo, con un hermano de la esposa en este matrimonio que ahora ha perdido a su nuera de hecho. Esa hermana mayor de mi fugaz relación fue la más bella beldad, fina como la porcelana, mezcla de  Grace Kelly y Audrey Hepburn sin exagerar, mas lloraba frente al espejo por sentirse tan pato feo, mientras su madre la consolaba y le insistía en que se mirara bien -eso me contó la mía-. Su hermano menor, el de la corta historia conmigo, romántica por parte de él, era de físico bien varonil y agraciado, con un potencial para ligar que se diluía en la nada total. Las chicas le olerían algo raro. El indagaba en el mundo de lo esotérico, por ello se me abrió como un torrente de agua desbocada al entrar en confidencia cierta vez que coincidimos en la discoteca y en un aparte le hablé sobre mi secta. Se creía un elegido y ni siquiera sabía iniciar un beso, tan tierno; yo me ofrecí sin amor para hacerle un favor. Tampoco le sirvió y continuó sin hembra hasta que se adentró tanto entre sus estudios de parapsicología y contacto con espíritus de otras galaxias que terminó perdido, encerrado entre sus materias de investigación, tieso muerto, en sentido literal. Había engordado con el paso de las décadas hasta llegar a obeso y perder el resuello al menor esfuerzo, me contaba mi tía María. Pues él tenía su laboratorio de ermitaño sobre las viviendas de mis tíos y mi primo con esposa y prole, en el piso donde viviera desde siempre, y lo mismo que yo temblaba de adolescente por si me cruzaba a su hermano en las escaleras -interesantísimo, guapísimo, cuatro años mayor que yo y futuro atracador por un período- pues  me dio cierto respeto luego durante años, por encontrarme al otro, que según mi tía tenía instalada en su rellano una polea con cuerda de quita y pon para izarse la compra, acumulaba tarros en la azotea con raras materias en inmersión y a la noche se escuchaban ruidos procedentes de su guarida, como de engranajes y maquinarias que no cesaban.

*Obvio que imposible de ser la actual que aparece semana tras semana paseando su amor por las revistas del corazón

*La mona es un pastel con huevo u otra figura de chocolate -ya conté- que regalan tradicionalmente los padrinos de bautizo a sus ahijados, o le compra u elabora cualquier otro adulto próximo al pobre crío que no goza de tales protectores que lo obsequien, por haber fallecido, por coincidir en ser descuidados o tacaños, o en época más presente, por no haber habido bautizo o nombrado esos padres no practicantes a personas equivalentes para tales fines.

martes, 13 de septiembre de 2016

Vida normal I

Miquel Barceló - Familia 2015
Guiado por el acontecer insospechado se está rellenando de muertos este relato que aventuraba repleto de hazañas vitales según fuera transcurriendo. Es lo que pasa. Pretendas lo que pretendas y por más que te sientas en la dirección, esta vida te sorprende con giros inesperados, y ahí está el espinoso o algodonoso acaecer, materia para que sigas elaborando. Aunque, pensándolo bien, a la larga, si se narra el día a día, está asegurado, aún en tiempos de paz y nula epidemia, que se vean a algunos fallecer, si se enfoca con la pluma en ello. Durante esta estancia de cuatro días en la casa de mi madre han sido tres los difuntos y he asistido a dos de esos tres entierros. Del cierto sabemos que así terminaremos, hasta que se invente la inmortalidad constatable por nuestro propio alargamiento hasta el infinito, en este formato actual de masa biológica auxiliada por ingeniería creciente o en inorgánica pluripsiquica existencia -a saber cómo nos desarrollaremos-, es decir, sin haber partido hacia el imaginado mundo del más allá, o el intuido, o el negado en absoluto, según el florido argumento de cada cual o la tendencia representativa de su conjunto.

El primero en irse fue un marido de entre los amigos de mis padres, de setenta y siete años. Estaba algo delicado de salud, pero su esposa lo estaba más y sin embargo goza ahora de buen aspecto y pasa a formar parte de la alta proporción de viudas dentro del grupo. Se le presenta a ella la cuesta de tener que vivir sola en una gran casona un tanto alejada, cerca del cementerio y más cerca aún de la posibilidad de que alguna panda de cacos pretenda limpiarla de antigüedades u otros valores mas fáciles de meter en sacas; o barajará con los hijos posibles soluciones para sentirse más acompañada. Había tres hileras de bancos llenas de políticos en la ceremonia de la iglesia, los vi sin saber, y como siempre que los descubro sin conocer, se me representaron como cuervos en traje, raros, diferentes de la otra gente, aunque vayan sin corbata, o vestidas de blusa corriente ellas. Estaban porque el finado, ahí en el ataúd, había sido con la entrada de la democracia el primer presidente de la diputación provincial y otros importantes cargos en la región. Por esos años de mayor pompa pública se centró el matrimonio en sus relaciones relevantes por la capital de la provincia, más luego regresaron a incluirse en su otro círculo mas de andar por casa. Era el hombre simpático, hablador y comunicativo. Dice mi madre que lo esperaba sentado en su mesa en las bodas, pues si les tocaba en el convite, tenían asegurado el chiste y el pasarlo divertido. Fue guapo, según mi criterio estándar, de buen porte hasta el final, e imagino que tendría carisma.

A la tarde de ese funeral llamaron las amigas a mi madre para comunicarle la muerte de la pareja de hecho del hijo de una de ellas, de una amiga bastante desconectada desde que se le cortara las venas en casa uno de sus cinco hijos, hará veinte años o más, en el chalet donde sigue residiendo auto confinada, algo embotada y bien contemplada y atendida por su marido. Su marido fue en su momento un revolucionario director de escuela pública, con ideas y actuaciones libres que chocaban al principio del cambio en el país, o que resultarían extravagantes aún ahora, no sé, consiguiendo quien lo amara y quien repudiara su estilo; tampoco sé si quedó algo de su legado. Coincide que este hombre es hermano del anterior muerto que he venido a contar; ahora caigo. Lo saludamos con mi madre en la escalinata de la iglesia al salir, entre la gente que iba bajando y encontrándose, estaba a unos cuantos escalones por arriba de nosotras y dijo: "Yo a estas niñas -señalándome- las tengo muy presentes". Vi que se mantiene flaco y movido.

Gran Elefant Dret - Miquel Barceló
Por azar sucede también que esta segunda fallecida es prima de mi cuñada Maite; prima hermana aunque solo se trató de lejos con las otras tres que eran, pues esta que ahora se ha ido por un cáncer linfático vivía más bohemia, alejada del meollo de su clan. Casualidad dentro del ámbito dela provincia. Mi cuñada se ha quedado afectadísima, por esta noticia y la que estaba por venir. Yo sabía que la entristecería cantidad antes de que le llegara por nuestra vía el aviso, pues dos años atrás había seguido el proceso de todo otro cáncer en otra hermana de esas cuatro; paso a paso acompañando en el sufrimiento hasta el final. Tenía la de ahora cuarenta años. Queda la incógnita de porqué mi cuñada no se enteró, tal cual la tuvieron al tanto por la otra. Ella, y mi hermano por consiguiente, asistieron entonces al funeral que coincidió con la invitación de mi hermana y cuñado en la costa, así que no pudieron estar allá.

Entre sol, mar, piscina y el indefectible banquete, mi hermana Clara recibió el otro aviso inesperado; el del fallecimiento de una allegada, conocida, amiga de cincuenta y un años. Esta había cursado en el colegio con mi prima Julieta; había sido la primera novia de mi hermano Pasqual; era con su marido del grupo de amigos para verbenas y demás de mi hermano Mateu y mi cuñada Maite. Le detectaron algo en el corazón hace unos meses, la estaban tratando y realizando mayores pruebas, pero se encontraba bien cuando la halló muerta su marido en la cama.

viernes, 2 de septiembre de 2016

Fiesta contínua

S.M.
Sigue la fiesta entre mi familia de origen. Mi hermana Clara y su marido han vuelto a convocarnos a todos para que conozcamos el apartamento  en la Costa Dorada que adquirieron la pasada primavera, con terraza frente al mar y playa casi particular por despoblada de otros bañistas. Cuando todavía estoy repleta por las sentadas del agosto y el bufé con que nos recibió mi cuñada Maite -quién se ha transformado en una consumada anfitriona y elaboradora de bocados delicatessens a la par con mi hermano Mateu- para mostrarnos a los que estábamos por la Costa Brava la integral reforma que una decoradora -una "crack" de mujer, según mi cuñada- les orquestó en el fabuloso dúplex con vistas a la bahía que ya estaba antes del cambio digno de salir fotografiado en revista lujosa de interiorismo. Igual entre gin tonic y gin tonic -el clásico combinado que queda a la moda según se ve servir ahora- su hijo mi sobrino Roger, que se marchaba el día después hacia Biarritz para estadía surfera en casa de un amigo, recién venido del aeropuerto donde se reencontró con la novia que deja, o lo deja ella a él, según la vez y están por retomar la relación, recién salido de un puesto de trabajo en asesoría del que por motu proprio se despidió, pues ya nada le aportaba en cuestión de aprender y tampoco le compensaba en lo económico la plaza que consiguiera donde estuvo como becario tras la carrera de empresariales. Pues a la brisa de esa noche ideal, sentado al borde del sofá de rattan, sosteniendo su bebida cargada del hielo dispensado por el surtidor de la nevera, nos contaba de su estado anímico, bajo, bajo, de tocar en lo más depresivo durante los dos últimos meses que estuvo solo, mandado a revisar cuentas en un hotel de Marruecos. Nos contaba de su desazón por la nariz, que no terminó de quedarle perfecta, luego de una cirugía para solucionarle una mala aireación por ese conducto, ante la afirmación del otorrino de que por ahí muy probable le viniese la ansiedad, atreviéndose además ese doctor otorrinolaringólogo a limarle estéticamente alguna imperfección imperceptible que le habrán comentado y ahora es posible que tengan que recurrir de veras a un cirujano plástico para que le solucione el problema de la punta, que se le está viniendo abajo y habrá que reponerla y apuntalarla en su anterior perfecta posición. Alejado, aún en lo más oprimido, de idea que pudiera llegar a resultar fatal -puntualizaba mi sobrino-; sintiéndose agradecido y tantísimo mejor por compartir con todos los presentes, en esos momentos tan plenos. Desde luego que es complicado. Yo comprendo a mi sobrino perfectamente en esas sus tribulaciones por las fosas nasales.

Instalada  de nuevo mi madre en su población de todo el año, me ha llamado hoy -para alivio con voz vital y alegre- sugiriéndome de ir para su santo el día ocho y quedarme hasta el diez en que podríamos hacer el trayecto hasta la invitación de mi hermana en las plazas sobrantes de los otros que fueran. Tengo muchísimas ganas de que vengas con Tai -me dice y me sorprende- estoy deseosa de que me saque a los gatos que en este mes de estar fuera se han instalado abajo, con camada que han parido y se sienten tan en su propiedad que aunque salga a espantarlos, ¡ccccchú!, ¡ccccchú!, ¡zape!, ¡zape!, se me quedan mirando, como diciendo: tu chista, que ya verás si te hacemos caso; y siguen echados en el césped o arrellanados en las sillas que al declinar la tarde deben dar cabida a otras nalgas.

Así que iré. Lo consulto en casa y hay que ver lo complicado de convenir para solucionar el asunto; siempre el mismo embrollo, ni que me fuera por cuarenta días a hacer la travesía del desierto. Sucede que a criterio de mi marido el coche está para circular como mucho por el pueblo y tiene razón. Así que el jueves próximo tomaré transporte público, sin ser acompañada por el requerido ahuyentador, haciéndose cargo de él Simón, que se lo llevará, debiendo presentárselo a la especie de Pit bull macho de su novia, a ver si los mantienen separados, se saludan a dientes mostrados o lo acepta el otro en su hogar con cordialidad.

Algo extra satisfactorio pasó, de agradecer en lo profundo a sus benefactores: Simón cuenta con transporte propio, y flamante. Sucedió que en una de esas comidas familiares en el pueblo, cuando voy sola, una antes del verano, al hacer repaso de los hijos me tocó el turno y relaté, con más bien aire jocoso, la odisea de Simón en su llevar y recoger a la novia a las dos o tres de la madrugada, cuando ella termina de trabajar en el trabajo que encontró, de camarera en la coctelería de la ribera; los dos sobre la Vespa prestada, a veinte kilómetros por hora los dieciséis kilómetros de distancia hasta donde moran, para empezar él su turno a las diez de la mañana en otra población vecina. Lo mismo que conté a unos amigos de Israel y estos reconocieron como: "lo que todos hemos hecho de jóvenes", a mi cuñada le encogió el corazón. Así que, lo pensó para si misma y concluyó: "Tengo unos ahorros, ¿porqué no iba a poder hacerle un regalo a mi sobrino?". De este modo se lo planteó a su marido: "Si desde que pasó la infancia no les hemos obsequiamos, qué mejor ahora, cuando es de auxilio para mi sobrino querido". Tratándose de ellos no podía ser cualquier trasto y lo que comenzó en la búsqueda por parte de mi hermano entre sus contactos de un coche básico básico de segunda mano que lo ayudara a llegar al trabajo, "nada de alardear o poder irse a viajar con él", terminó siendo un Volkswagen Polo con meses salido de fábrica, seguro a todo riesgo por un año y garantía de tres. ¡Chapó!. Y vaya si lo usa; Simón lleva en dos meses más de cinco mil kilómetros.

martes, 30 de agosto de 2016

La náusea

                             S.M. 
Estoy en calma chicha cuando debiera encontrarme en internas turbulencias. Es extraño el funcionar de nuestra psique y su impredecible modo de incidir en las funciones de nuestro organismo. Así caigo dormida a la perfección en la inminencia de lo que en otros períodos me ha estorbado por verlo venir de lejos a la hora de conciliar el sueño.

Me pregunto sobre el suicidio.

He acudido al escritor David Foster Wallace (1962-2008), el cual terminara ahorcándose en el patio de su vivienda, dos días luego de asistir al quiropráctico, en un rato en que a sugerencia suya lo dejó solo para ir a un recado su mujer; pues quién lo imaginara, tras haberse ido a recomponer el esqueleto. No obstante en él era presumible, por llevar buena parte de su vida luchando contra esa "náusea de las células y el espíritu", esa "muerte del alma"*; una batalla contra lo que devora de uno mismo en que la influencia externa para ayudar o para causarlo es una mera quimera; un estado muy diferente a la depresión, imposible hacerse idea para los ajenos a sufrir de ello. Voy a leer "La broma infinita", en busca de alguna luz, de alguna otra clave en esa ficción.

Estuve también fijándome sobre el médico cardiocirujano argentino Dr. René Favaloro (1923-2000), pionero mundial y desarrollador del bypass coronario, el cual, cansado, acabó infligiéndose un certero tiro al corazón. Muy diferente un caso del otro.

Me llamó la atención, antes de comenzar a abordarlo, un enunciado en la novela insignia de David Foster Wallace*:
Que todo el mundo es idéntico en su secreta y callada creencia de que en el fondo es distinto de todos los demás."

*Descripciones del estado que pone en boca de un personaje
*Visto en blog de Eugenio Sanchez Bravo 

viernes, 26 de agosto de 2016

Trágico

Piscimar 2 azul - S.M.
Acaba de salir mi tía María de su ingreso hospitalario por doce días. La encontró su hijo mi primo, que vive en el piso arriba del suyo, caída de la cama, en semiinconsciencia, cuando fue de pasada a verla. Debido a infección de orina, acompañada por subida de glucosa, presión, peso y todo lo aumentable hasta el límite, luego de haberse cebado y quedado sin dar un paseo, salvo el recorrido hacia el restaurante, en sus vacaciones en la playa. Mi madre desea apoyarla, como siempre ha echo, ahora con mayúscula razón. En mayo perdió mi tía a su segunda hija, mi prima Julieta, luego de la primera siete años atrás, mi prima Elsa, ambas idas por propia voluntad. No le gusta a mi tía María el pensar, o que la gente piense, que es una desgracia caída sobre la familia. La de ella, que es persona tan popular y apreciada por cuantos la conocen. Mi tía María, cuando era de andar, se recorría  los parajes urbanos y del extra radio, acompañada de otras caminantes, deteniéndose a charlar e interesarse buenamente por la vida de cualquiera; hasta conocerse cada vivienda y la historia de cada familia que albergara. Sus compañeras de paseo han desaparecido también, por muerte natural o ingresadas en geriátricos, a donde las visitan de tanto en tanto, pero ya no es lo mismo.  Mi madre se ha quedado tocada como nunca la había visto por este segundo golpe tan imprevisible como el primero. Siquiera cuando la pérdida de su hijo la noté con el ánimo desganado tal cual ahora se lo siento. Por Alex estuvo íntegra, luego de un primer tremendo grito y un ligero desvanecimiento cuando todavía lo teníamos caliente en el hospital. Era increíble, estaba atenta a la preparación del menú y la buena acomodación de los asistentes al entierro. Sucedió el aneurisma en vísperas de la Navidad y ella preparó las fiestas con la misma presteza y sin mostrar apenas su estado de aflicción. Ahora dice que de retroceder no volvería a repetir ese autodominio cuando el dolor era tan lacerante. Dice que comenzó a sanar luego de nueve meses, hasta curarse por completo al cabo del tiempo necesario; llevándolo a diario presente, por supuesto. Antes de la playa me dijo que ya estaba salida del terrible shock que le supuso Julieta y recuperada pese a lo que quedaba de pena, pero yo veo y mis hermanas también, que sigue con la ilusión apagada, con el piloto automático puesto. ¡Es una desgracia!, ¡pues claro que lo es!... ¡es lógico que la gente lo piense!, le hacía ver mi madre a su hermana María, pese a ser mi madre adversa, bajo cualquier circunstancia, a recalcar el infortunio. En este drama no obstante, le habrá parecido conveniente o le habrá surgido del alma el reforzar la idea de lo trágico.

Por otro lado mi tía Elvira se mea sobre el cemento; se baja las bragas y ahí suelta el río amarillo que moja estas y lo que encuentre en su trayecto hacia el suelo, calado que ella soluciona, sin darle un mínimo de importancia, girando alrededor de sus caderas la falda, a fin de dejar la humedad al frente antes de volver a sentarse; eso cuando tiene en cuenta a los almohadones, o a las tapicerías que puede también dejar bien lucidas cuando regresa del váter normal. Esta es la nueva. Mi tía Elvira lleva depositado su chorro en más de una ocasión sobre el pavimento de una antigua cuadra que se ubica la más próxima al jardín donde se reúnen en la casa de mi madre, pues le da pereza irse hasta el fondo del patio, al baño que mi madre hizo acondicionar, el antiguo que usaban los mecánicos, para que, estando abajo, no tuvieran que subir en esas urgencias sus congregadas las escaleras. ¿Te das cuenta de que queda el charco?... ¿o en su evaporación el hedor?... podrías ir hasta la tierra o el césped... al menos allí filtraría... -le sugiere mi madre-. A lo que mi tía Elvira contesta con un rictus de labios y encogimiento de hombros: ella, considerada antaño la cumbre de la hermosura y el buen acicalamiento en la comarca. Todavía el año pasado una rumana se le acercó para decirle que era la más guapa del pueblo; hecho que recuerda mi tía a menudo, piropo que hace regresar a su rostro por esa durada la luz que ha perdido, emborronadas por la abulia y el desinterés, más que por el envejecimiento, sus regulares bellas facciones que la no gitana embaucadora habrá advertido. Físicamente le ha crecido a mi tía un flotador incrustado alrededor de los riñones, de tanto estar apoltronada frente al televisor, se supone; un ruedo descomunal que mi madre piensa podría reducir con masajes o algún otro método de gabinete estético, el cual mi tía no debe de apreciar en su desproporcionada medida al mirarse de frente en el espejo y tampoco gastaría lo que fuese por quedar más favorecida, en caso de advertírselo, porque tanto le daría y porque pudiendo gozar de un excelente pasar invitando como una prima donna a todo el que quisiera de amistades y parentela hasta el siglo veintidós, se retuerce por el temor de que no le alcance y se ha vuelto una gris tacaña. Yo conservo el aprecio entero por ella, pues me atendió fenomenal de niña y no se me ha opacado, debido a que no estoy a su lado, como a otros les sucederá, por su carácter y trato que se volvió como el que su madre tuvo de principio a fin, y no se sabe hasta que punto es producto de la vejez en sí, de un asomo de enfermedad neurodegenerativa, de un dejarse estar o de un aprovechamiento; seguramente todo junto, aunque cuando yo voy, o algo le interesa del cierto, se le despliegan las antenas, y entonces sí, se entera a la primera de mi llegada o de lo que fuere, y se apunta de cabo a rabo, haya sido o no haya sido invitada. Me da un poco de pena, pero a veces, los que la llaman, se interesan, la invitan, la estiman con hechos y le riegan la flor a cada dos por tres sin ninguna correspondencia, quieren mantener un poco de intimidad aparte. La verdad es que desde que tras enviudar regresó, podría estar contenta, pues todo su mundo de amigos y familiares que había dejado en semiconserva se le volcó y ella pensó que era lo natural, que le fueran detrás sin hacer un mínimo por devolverles el interés. La gente persiste y ella responde según cómo. ¡Qué cambio!, mi tia que era tan de preparar, tan de participar, tan de dar vida. Ahora le hace las tareas y la supervisa una mujer, con la que se entiende bien, pues es como las de antes en esa tierra y ambas conocen el código. La otra le brinda su sapiencia y saber de resolver en cualquier tema; así esa especie de ama sin batallón le hace de personal chopper, o le prepara puntualmente las pastillas que mi tía descuida de tomar, o los audífonos de última generación que le deja cargados de batería, llevados al audiprotesista o lo que haga falta de a punto y a la vista, para que mi tía obvie de colocárselos. 
Piscimar 2 rojo - S.M.

Mi tía María y mi tía Elvira también se entienden. Mi tía María se preocupa mucho por mi tía Elvira y la acompaña siempre al ambulatorio para control del Sintrom*. Por el camino se hacen sus tres paradas de rigor, desayunándose en los bares que les gustan todo lo que tienen prohibido; una habla sin parar y la otra la escucha, o atiende a la charla de su cuñada con quien encuentre, sin poner demasiada atención. Esperemos por el bien de las dos -y de mi madre- que puedan seguir haciéndolo, aunque tengan que rebajar en algo la ingesta.

*Sintrom: Fármaco anticoagulante


miércoles, 17 de agosto de 2016

Vuelta de las vacaciones

Acabo de llegar de la semana con mi madre y descendientes de ella en la playa. Así que lo he pasado donde toda la vida, con mi familia de siempre, que no es exactamente la misma, pues unos ya se han ido y otros se fueron incorporando o están recién estrenados a formar parte. Esta reunión que para los demás es de placer en sus días de descanso, para mi es una esencial obligación que cumplo con ganas y a la vez desearía tener razones para no acudir; unos comprensibles motivos de trabajo gratificante que me llevaran a estar en otros destinos, debiendo fallar a lo que quisiera de veras concurrir. Igual podría ir rápido, ¡pim, pam, fuera!, como hacen mis hijos ahora, que pisan dos días en lo álgido, participan de lo grueso y desaparecen; o como mi sobrina la ingeniera, que recala lo mismo que ellos, llegada de Edimburgo de paso hacia Singapur; mas en mis circunstancias, veo correcta la medida de una semana por lo menos.

Si me escucharan no darían crédito; ¡si se la ve tan pletórica, participativa e integrada!. ¿Será entonces una impostora?.

Nada de fingir. Seguro que los amo y me siento feliz en su compañía tanto como ellos con la mía, únicamente que los disfrutaría más si pudiese estar de vacación tal cual los observo a ellos, relajados por la rutina de las estaciones, el deber cumplido y la vida en el encauzado carril de ser resuelta.

Otra vez a cuesta con el condicional, diría mi marido.

Qué le vamos a hacer, le contestaría, es ese trasfondo de tu mujer, que según cómo obra aguijoneándome.

Hay que vivir el presente y lo hago, disfruto de cada instante, como el pájaro budista que picotea en la ración de Tai, ese chiquitín tan gracioso y atrevido, que como las demás aves de nuestro cielo no tiene de qué preocuparse, pues se alimentan copiosamente a expensas de la poca apetencia o calma aristocrática de Tai, con sus modales de no abalanzarse sobre la pitanza. Ese pajarillo no se encontrará a fin de este mes con la eminente crudeza de ver qué hacer. Entonces, de mis cubos y cubos de esperanzas -de las que tiro como todos, de esa cuerda infinita, para la que solo queda de veras vacío el fondo en el desesperado que auténticamente se siente-, mi inmediata mundana es que de repente se me desate un alud de encomiendas videofotográficas -sin llegar a quedar asfixiada-enterrada bajo los copos- y mi inmediata ultra sideral, más probable, es que en los días sucesivos me ocurra el milagro.

Fui en bus hasta el pueblo de la Costa Brava. Mi marido se quedó en casa, con el coche y con Tai, el cual parece lo dejó escribir. Ahora que he regresado atenderemos por unos días a unos invitados, amigos de la Argentina, y a la que se vayan, me daré de bruces contra los pinchos de las urgencias prosaicas, en los espacios de tiempo que me relaje de mi concentración puntual en lo que esté haciendo en cada instante preciso; no se vaya a creer que soy tan sufridora.

lunes, 8 de agosto de 2016

El gusano Guillermo

Leo en la BBC de una queja que se ha hecho viral, la expuesta por Wes Metcalfe, cliente de una tienda en el pueblo de Dinnington, Inglaterra, contestada por el encargado de consumo de dicho establecimiento perteneciente a la gran cadena de supermercados TESCO. Me alegra que algo con tan fino sentido del humor esté teniendo aceptación masiva en las redes. Aparentes minucias como esas son las que cargan de vitamina a la sociedad sonriente, que debe combatir por esa su identidad jocosa, luego de tanto serio y funesto hachazo en este verano  -hoy setenta muertos y más de un centenar de heridos en ataque a hospital de Quetta, Pakistán. Es de agradecer el tono, doblemente inteligente para protestar o dar respuesta a una reclamación. Voy entonces a traducirlo -sin pretender poema al español-  y dejarlo a continuación.

Wes Metcalfe escribe en la cuenta Facebook del supermercado TESCO en Dinnington:
"Querido TESCO, ayer compré de vuestros buenos pepinos para hacerme uno de mis platos favoritos: Sandwiches de pepino.
Tras destapar el pepino, descubrí un gusano adentro de la envoltura.
Luego del primer impacto pensé que al fin TESCO había dado con lo que superar a ALDI y a su oferta de bananas con arañas gratis incluídas*.
Con entusiasmo llamé a mis hijos -arriba en las habitaciones- para que bajaran a conocer a nuestra nueva mascota.
Decidimos llamarlo Guillermo.
Nuestra recién llegada mascota se mostraba poco sensitiva. La soltamos del pepino y la dejamos en el suelo, para que pudiera dormir y darle tiempo a que volviese a circular.
Veinticuatro horas más tarde Guillermo seguía sin moverse -observándolo bien, se lo veía bastante achatado y pensé que probablemente estuviese muerto-.
Bueno... yo no soy veterinario, pero creo que el embalaje de plástico apretado en el pepino habría aplastado y matado a Guillermo.
Se que las arañas de las bananas de ALDI eran mortales, pero al menos había algo de vida en ellas.
Ahora tengo tres niños muy desilusionados, un funeral de gusano que planificar, y por encima de todo, he perdido el gusto por los sandwiches de pepino, que como es bien sabido son los favoritos en cualquier velorio.
Entonces, ¡venga ya TESCO, a ver como te las ingenias para responder a esto!". 
"Dear Tesco, yesterday I purchased one of your fine cucumbers to make my favourite dish - a cucumber sandwiches"Upon opening my cucumber, I discovered a worm inside the wrapping ."I thought - at last, finally Tesco have come up with something to beat Aldi's free-spider-with-bananas offer."I excitedly shouted the kids downstairs to come and meet our new pet."We decided to name him William."Our new pet appeared to be very unresponsive, we just put it down to him being sleepy and decided to give him some time to come round."Twenty-four hours later and William still hasn't moved - on closer inspection he seems quite flat (again, see picture) and I think he may be dead."Well... I'm no vet, but I think the tight shrink wrap on the cucumber may have squashed and killed William."I know Aldi's banana spiders were deadly, but at least they had some life in them."I now have three very upset children, a worm funeral to plan and to top it all off I've totally lost my taste for cucumber sandwiches, which as everyone knows are a favourite at any wake."So come on Tesco, wiggle your way out of this one."

La respuesta llegó por parte de Rob, empleado de TESCO:

"Estoy ahora por participar en un barroso festival, arrastrándome por los campos de húmeda hierba y suciedad como William lo habría hecho durante sus días más felices.
Eso significa que no voy a poder contestarle hoy mismo, sintiéndolo mucho, sin embargo he decidido componer un poema, el cual espero pueda leer en el día.
Ahí va: 
          Oda a Guillermo 
          A pesar de que la vida toma giros divertidos, todos podemos aprender del gusano Guillermo. 
          Reunámonos, encendamos  cada cual su vela que ilumine, y celebremos la vida de Guillermo el           gusano.
          Las llamas brillan relucientes, !comamos bizcocho durante toda la noche!, porque hay para                 muchos una lección que aprender.
          El se arrastró por largas millas, nos regaló muchas sonrisas, por lo que nos mantenemos                       seguros y firmes...
          Williaw -Guillermo- estará de vuelta, muy parecido a Arnie, aunque ahora vamos todos a                     inspeccionar bien antes de hacer un bocata a la rápida!
          Les deseo lo mejor,
          Firmado Rob, de atención al cliente"
"I'll be heading to a muddy festival shortly, trawling through the fields of damp grass and dirt much like William would've during his happier times."This means I wont be able to make it on the day unfortunately, though I've dede cided to compose a poem, which I hope you can read out on the day."Would that be OK?"Here goes: 'An ode to William.Although life takes funny turns, we can all learn from William the worm.Let us gather, light a candle to burn, and celebrate the life of William the worm.Lights shine bright, let's eat sponge cake through the night! Because there's many a lesson to learn.He wriggles many miles; he gave us many smiles, so we stand confident and firm...William will be back, very much like Arnie, though now we will all check before we make a sarnie!'"Wishing you the best, Rob - customer care."

Tan conmovido se quedó el Sr. Metcalfe por el tributo que le hizo el empleado Rob de TESCO a su gusano, que compartió en Facebook una foto de la tumba de Guillermo junto a su retrato enmarcado con el siguiente comentario:
Actualizado el funeral. ¿Qué puedo decir?; ha sido un día muy intenso, pero el funeral ha transcurrido sin percances.
Rob de Tesco, leímos en voz alta su poema, y no hubo entre los asistentes un ojo que permaneciera seco.
Continuando en la tesitura de poema, he aquí otro que creo resume la actualidad bastante bien:
Al reunirnos hoy aquí, por el gusano Guillermo,
Es momento para reflexionar sobre las lecciones que podemos aprender.
Ahora, cuando la vida de este pobre gusano ha sido cortada demasiado pronto
Después de que fuera aplastado hasta la muerte por un pepino que he comprado.
Tesco, por favor, no dejes que esto vuelva a ocurrir.
No dejes que se pierda en vano la vida de Guillermo.
Pero no nos centremos en de quién es la culpa.
Tesco se ha disculpado admitiendo su verguenza,
A medida que devolvamos el cuerpo de Guillermo al barro,
Por favor no derraméis una lágrima. En su lugar pensad en lo bueno.
La muerte de Guillermo nos ha traído hasta aquí,
Para compartir chistes y difundir alegría.
Antes de su muerte Guillermo era completamente desconocido.
Pasando los días por su cuenta en el lodo.
Pero ahora su nombre ha viajado largo y lejos.
El gusano Guillermo, ¡la estrella viral!. 
"Funeral update: well what can I say? It's been an emotional day, but the funeral went without a hitch"."Tesco Rob, we read out your poem, and there wasn't a dry eye amongst us."Keeping on with the poem theme, here's another, which I think sums up today quite nicely.
As we gather here today for William the worm,It's time to reflect on the lessons we can learn.Now, this poor worm's life was cut far too short,After he was crushed to death in a cucumber I bought.Tesco, please don't  let this happen again.Don't let William's life be lost in vain.But let's not focus on who's to blame.Tesco have apologised admitting their shame.As we resume William's body into the mud,Please don't shed a tear. Instead, think of the good,For William's death has brought us all here,Sharing jokes and spreading cheer.Before his death, William was completely unknown,Spending his days in the mud on his own.But now his name has travelled wide and far,William the worm - the viral superstar!

Eso me recordó el encuentro que todavía calienta mis ánimos de comercial, la vez que aburrida de ir uno a uno, con nombre y texto ultra personalizado, sin recibir grandes respuestas, mandé de golpe email a todos los medianos hoteles españoles que tenía en el listado de los contactos que he ido haciendo y acumulando. Así que esto les dije, en un día que me cogió lírica; a todos lo mismo.

Hola, buenos días,
Soy Susanna, de Xxxxxxxxxxx, la productora de vídeo y fotografía especializada en hoteles.

Ante este cálido febrero que nos recuerda  a horas tempranas la primavera que nos  ha de llegar.
Ante esta luz que va cara a alargarnos los días.
Para recordarles.
Por si se acuerdan pero extraviaron entre el mar de sus emails este contacto.
Para facilitarles en caso de que precisen.
Por todo ello quería dejarles de nuevo el enlace a nuestra web

www.xxxxxxxxxxxxxxxx.com

En el apartado HOTELS se encuentran las fotos por hotel y en el de PHOTOGRAPHY una selección de ellas. En VIDEO se pueden ver los vídeos que hemos realizado, ahí está claro.

Deseándoles lo mejor.
En lo personal y para su empresa.
Reciban mis cordiales saludos,
Firma

Entonces, ¡sorpresa!, un director comercial de Castellón me contestó:

Susanna,
Al menos una bocanada de aire fresco. Parecía que el romanticismo después de la muerte del maestro estaba de capa caída pero alguien se esfuerza en mantenerlo.
Guardaremos especialmente su contacto.
Saludos,
Firma

Ante la alegría y por enterarme de quién fuera ese maestro le volví a decir:

Ja,ja; muchas gracias Xxxxx por su simpática respuesta a mi inspirado correo de esta mañana.
Por cierto… ¿quién es el maestro?.
Saludos y buen fin de semana!
Firma


Y me contestó:
"Podrá no haber poetas pero siempre habrá poesía" Gustavo Adolfo Bécquer, el romántico más ilustre que ha dado este país.
Saludos,
Firma

Será una tontería, pero esa nadería del febrero todavía me alimenta las ganas como comercial cuando tengo que ponerme con las llamadas y los correos. Mejor dicho, me alimenta los ánimos como persona, dado que de hoteles para hacer, los de tres o cuatro estrellas son más duros de rematar con pedidos que la corteza de un sicomoro. A su lado los de cinco se te abren como mantequilla a punto de untar, por ello me ofrezco con pasional dedicación a estos y a las cadenas importantes, que te recompensan. Así que el de Gustavo Adolfo Bécquer me dio el gusto por el gusto en sí, por el arte de la risa y de la poética mercantil.

*Araña bananera: Gran araña errante de aspecto imponente y comportamiento agresivo. La araña más tóxica del mundo. El 5 de junio de 2015 la prensa informó de unos sospechosos huevos encontrados por una familia en unas bananas compradas en un supermercado de Inglaterra perteneciente a la cadena alemana ALDI. La gran superficie fue cerrada de inmediato al público, en prevención de las posibles eráticas salidas del cascarón para esconderse entre las latas de beans* o entre los pelos de los peluches ofertados en la semana.

*Beans: Fríjoles