lunes, 18 de noviembre de 2013

Negocios en la red

Dibujo Susanna Morell
Ayer me pasé el día haciendo un dibujito infantil que me tenía emocionada pero entonces sucedió lo que suele pasar, quise perfeccionarlo y ahí se me fastidió, o mejor dicho en este caso, desapareció por completo de la existencia.
Al pulsar para aplicarle un filtro ligeramente granuloso a una parte de la imagen correspondiente a un campo de amapolas al fondo, el programa se eclipsó por un instante y al regresar ya lo conseguido había partido hacia el limbo de lo nunca jamás recuperable en esta tierra. Quedé estupefacta. Era imposible repetirlo, con todos sus errores bien aprovechados y demás. ¿A quién podría reclamarle?. Apple se disculpó de inmediato, pero a una manzana que abre un cuadrado no se le puede pedir entendimiento, y un avatar de representante de su compañía para poder discutir con una persona ni se les ocurrió de enviarme. Ya se que es una tontería, son ejercicios que estoy haciendo para practicar con las herramientas de Photoshop, en realidad una vía de aprendizaje desviada bastante de la recta que me convendría para convertirme cuanto en una ducha profesional del retoque de imágenes digitales. 
A la vez se me ocurren negocios que podría hacer en la red. Un banco de dibujos, inspirado en el www.shutterstock.com para fotos. A lo mejor ya existe, podría ser de dibujo infantil o de dibujo en general. También un lugar que se llamaría "¡Habla!" o "Speaks!", tengo que ver si esos dominios están tomados, seguro que sí, porque hay gente que se dedica a registrar lo que se le ocurre para luego vendérselo al que llega tarde a la misma idea queriendo montar algo sí o sí con ese nombre, entonces tendría que buscar una alternativa. Un espacio donde la gente se encontraría para comunicarse, al estilo Plenty of fish, pero sin intención de hallar pareja, relacionando a unos con otros en función de los problemas que les afectaran y sobre los que quisieran extenderse verbalmente con otros en parecidas circunstancias. Tengo pensados los apartados. Si alguien sabe como poner en práctica cualquiera de las dos alternativas, que me lo diga y nos asociamos. Aseguro que le va a salir más rentable hacerlo conmigo que robarme la idea y hacerlo por su cuenta.

viernes, 15 de noviembre de 2013

James J. "Whitey" Bulger

Bryan Cranston en el papel de Mr White
En el diario apareció ayer la noticia de la resolución judicial emitida por la corte de Boston, EEUU, para el ex gángster James J. Whitey Bulger, jefe de la banda de los Boston's Winter Hill que reino en el campo de sus intereses dentro de esa ciudad y más allá desde finales de los años setenta hasta medianos de los noventa del siglo anterior.
Afrontaba cargos por organización criminal, lavado de dinero, usura, extorsión, tráfico de drogas, posesión de armas y complicidad en diecinueve asesinatos.
Ha sido declarado culpable en once de las muertes, incluida una joven en 1985 estrangulada por sus propias manos, la hija de la mujer que convivía con su socio Stephen Flemmi; otro caso similar en 1981, el de la novia de este mismo socio, quedó sin probar, aunque James J. J. Bulger sostuvo en alguna carta desde la cárcel a amigos que no cabía en su moral el asesinato de mujeres. 
"El alcance, la insensibilidad y la depravación de sus crímenes son casi incomprensible" declaró la juez Denise Casper en el veredicto final, "el testimonio del sufrimiento humano que usted y sus asociados infringieron a otros resultaba a veces atroz de escuchar, hiriente de ver, y lo que hace peor a estos crímenes es que, en la base, la motivación para toda su empresa criminal era el dinero". Torturas lentas, tiros a bocajarro, ametrallamientos, cadáveres embutidos en maleteros, enterrados y desenterrados. "Los testimonios parecían salidos de una película, y eso es lo que hubiera deseado que en realidad fueran".
James J. Bulger, apodado Whitey desde la infancia por su pelo rubio plateado, nació en Boston, en una familia humilde de origen católico irlandés, él y sus cinco hermanos. El padre era estibador y vivían en una zona cercana al puerto construida como proyecto de casas sociales. El chico era alborotador e imaginativo, a los diez años pensaba en irse siguiendo una caravana de circo, pero pronto comenzó a meterse en asuntos de cierto riesgo sin salir del lugar. Tanto él como su hermano, William M. Bulger, futuro Presidente del Senado por el Estado de Massachussets, conocieron en el barrio a muchos de los amigos que conservarían y que los habrían de apoyar en sus respectivas trayectorias.
James J. Bulger fue detenido a los catorce por robo y de ahí en escalada, hasta pasar cinco años en un reformatorio juvenil. Al salir se apuntó a la Fuerza Aérea, donde por un tiempo cumplió, hasta ser arrestado por ausentarse sin permiso. Devuelto a la vida civil regresó a Boston.
Tras una serie de robos a bancos pasó nueve años en prisiones, incluida la de Alcatraz. Estando allí fue que en 1961 su hermano William, metido a carrera política, fue elegido para entrar en la Cámara de Representantes de Massachussets.
Acabada su condena se presentó para matón de un jefe intermedio de los Boston's Winter Hills. Lo fue de Donald Killeen, y al ser este asesinado en 1972 tomó posición en la banda, en la que ascendió rápido. Cuando  en 1979 el jefe máximo Howie Winter fue encarcelado por amañar carreras de caballos, llegó James J. Bulger a la cumbre.
Al comienzo Whithey se encargaba de extorsionaba a los corredores de apuestas, a los traficantes de drogas y a otros blancos fáciles, pero cuando su poder creció pasó a extorsionar a hombres de negocios legítimos y a tejer relaciones con otros no tan legales. A propósito, cabe que se lo enjuicie de nuevo en los estados de Oklahoma y Florida, con la pena de muerte vigente, por los asesinatos de Roger Wheeler, en 1981, y de John B. Callagahan en 1982. John Martorano, un ex socio de James J. Bulger,  declaró en el juicio que disparó al empresario R. Wheeler por encargo de James J. Bulger como un favor hacia J. Callahan, que a su vez tuvo que ser liquidado cuando a través del policía corrupto John Connoly llegó el aviso a la cúpula de los Boston's Winter Hill de que el FBI estaba por interrogar al hombre de negocios vinculados a los suyos.
Dada la circunstancia allanadora de contar con un hermano metido en lo más alto de la política local y algunos ex colegas de barrio entre las fuerzas de la policía, J. J. Bulger se hizo informante del FBI, con resultados extremadamente favorables para su organización, desde 1975 a 1990.
John Connoly era un agente, de esos viejos conocidos del vecindario, que le cubría las espaldas además de colaborar con él. Whitey soplaba y la policía, en su deber, le limpiaba las calles de hamposos italoamericanos. A cambio Connoly le facilitaba a Whitey los nombres de otros informantes del FBI en cuanto les iban a soltar datos acerca de la banda irlandesa. Ahora John Connoly está en prisión. 
Dieciseis años paso James J. Bulger a la fuga hasta que finalmente lo detuvieron en Santa Mónica, California, en 2011. Allí vivía, retirado o no de sus actividades delictivas menores, con su pareja de largo tiempo, Catherine Elisabeth Greig.
En la actualidad ella está cumpliendo ocho años en prisión por encubrimiento.
James J. Bulger le escribía a un amigo que aceptaría gustoso cualquier sentencia para él a cambio de la libertad para ella. A Catherine la hubieran tenido que premiar en lugar de vejarla, consideraba el hombre bajo arresto, pues consiguió mantenerlo alejado del crimen durante dieciséis años, los mejores de su vida, y que ojalá la hubiera conocido antes, al salir de prisión, quizá entonces hubiese iniciado un camino diferente con ella, en lugar de entrar de nuevo en la rueda; pero luego ya era tarde.
William M. Bulger, renunció como Presidente de la Universidad de Massachussets, que también lo fue, tras negarse a cooperar con las autoridades que estaban en la búsqueda de su hermano profugo; "le debo lealtad a mi hermano y me preocupo por él, sé que no son buenas noticias, pero espero nunca ser de utilidad a cualquiera en contra de él", "no siento la obligación de ayudar a todos a atraparlo", se excusó. En 2003 William M. Bulger tuvo que testificar ante un comité de la Casa de los Representantes al saberse que aún siendo Presidente del Senado de Massachussets había arreglado para recibir una llamada de su hermano desde algún teléfono libre de escuchas electrónicas, sin haberlo puesto en conocimiento del FBI. A preguntas de si sabía a qué se dedicaba su hermano, respondió vagamente, que seguro a algo no de su entero gusto, pero que lo quería y esperaba que resultase falso todo lo terrible que de él se decía. En el presente lo viene visitando cada semana en prisión, pero "el hecho de que lo visite no significa que lo apruebe", declara.
"Tenéis que entender algo", dijo Joseph S. Oteri, un amigo de William, "nosotros somos gente del sur de Boston, y cuando creces en el southie, la virtud cardinal es la lealtad, ... y creíais que William no asistiría?.
William M. Bulger asistió a la vista. "Toda la situación está siendo una suerte de gran angustia, dijo hoy a la prensa. "Siempre supe que había hecho y ficción, no podía aclarar, no se cuanto de cada, intento ser racional, todo lo que ha salido en el juicio no sale de la nada, no se lo que es verdad o no", "he quedado conmocionado por algunas de las cosas que han emergido", "mi hermano niega fervientemente que los cargos sean ciertos", "yo ya no trato de dilucidar, solo trato de ser un buen hermano".

martes, 12 de noviembre de 2013

Breaking Bad

Dibujo a ratón de
Susanna Morell
Se supone que debería estar a todas horas reconcentrada adquiriendo habilidad en la técnica del retoque fotográfico, para ello dejé de escribir en estas páginas, ese era mi propósito, y sin embargo vengo a distraerme de continuo con otras historias que me salen al paso.
Estuve viendo Breaking Bad, la serie norteamericana de televisión de la que todos hablaban sin que yo me hubiese enterado. Atrapada frente a la pantalla por dos semanas, esperando que transcurriera rápido para poder levantarme del asiento y continuar con mi vida y ahora que ya ha acabado me he quedado huérfana de su impactante intensidad e inteligencia. 
Me la recomendaron mis hijos, pero yo no quería ver nada pirateado. A donde irían a parar los artistas si no podían sacar rédito de sus obras. Disfrutando de sus trabajos y encima expoliándolos, eso de ninguna manera, y a la corriente que proclama el acceso gratuito a la cultura yo me adheriría, cuando a alguien se le ocurra también que tengamos que tener derecho los desheredados de esta tierra a disfrutar de los servicios de un fontanero o de un informático sin tener que pagar por ello. Es muy extraño suponer que al artista le basta para sustentarse el gusto por el trabajo que hace y las ganas cumplidas de regalárselo al mundo. Puede que más adelante se descubra la manera de compatibilizar el acceso libre a las obras de creación artística con el pago adecuado a quién las hace, hasta entonces me aguanto. 
Mis hijos tenían otros argumentos parecidos a lo siguiente:
"De todos modos tu no ibas a pagar por la serie; en el caso de abstenerte de bajarla te ibas a quedar sin verla, así que cero igual por tu parte para los del equipo de Vince Gilligan*, que por otro lado tienen la producción de sobra amortizada,  y sin embargo, si la ves, tu opinión en la red les podría valer de algo".
"No es lo mismo robarle el último mendrugo a un menesteroso hambriento, que meterse en la planta baja de un gran almacén a hacerse de tapadillo con alguna baratija; a ver, plantéatelo, ¿te importaría robarle a El Corte Inglés*?".

*Escritor, director y productor de Breaking Bad
*Grupo de distribución español compuesto por empresas de distinto formato, siendo el principal el de grandes almacenes muy conocidos y existentes en las mayores ciudades del país.