viernes, 30 de septiembre de 2011

Mensaje en Facebook


Jamie rompió con el hostel un día en que yo no estaba y desapareció para siempre de mi vista sin ni siquiera despedirse.
Pensaba dejar la amistad tal como él la había abandonado pero al final me dio pena y decidí contactarlo. Un e-mail a su dirección me llegó devuelto por un error de envío. En un último intento le mandé vía Facebook un mensaje.
Con el mensaje que sigue he dado por finalizada mi actuación es una de esas historias que le dan vidilla a la vida, como le escuché decir a mi cuñada Maite, y ella tenía más razón que un sabio, porque sino, vaya vida aburrida habría sido la del hostel.


(En inglés macarrónico)

Hola Jamie.
Solo quería decirte que me he sentido muy triste por como ha terminado todo. No podía ni entrar a esa cocina tan vacía sin tí. Si tenía que hacerlo, no podía detener las lágrimas.
Ahora veo que las cosas no podían continuar de esa manera y por eso tu tomaste una buena decisión. ¡Este hostel está siendo muy cabrón! (La última palabra en su idioma original)
Deseo que con el tiempo tus problemas se vayan solucionando y que todo esté bien con tu hija.
No pretendo que me contestes.
Solo quería darte las gracias por todo lo que tu me has dado.
Si algún día se te dan cambios, házmelo saber.
Espero que la vida te trate bien.
Un abrazo, Susanna.
¡Yo ya te avisaré cuando me haga famosa!

sábado, 17 de septiembre de 2011

Corner House Pub

Alex en el Corner House Pub
Ha resultado que Katie es compositora y cantante folk.
Fue Alex, que resultó que tocaba el bajo en una banda de rock, quién antes de regresar a Londres le indicó el pub de Cambridge donde era posible actuar.
Allí me fui anoche con Betty Boop, de la que acabo de saber que estudió Bellas Artes en Budapest y quiere ser diseñadora de joyas.
El ambiente estaba por caldear cuando entré al Corner House Pub.  Katie estaba charlando de pie con dos muchachos. Me fui a la barra a por una cerveza. Una pareja de ucraniano con escocesa allí acodada se volcó en aclararme el panorama ante la cantidad de surtidores existentes. Llegó Betti.  Fueron entrando los actuantes con sus instrumentos y algunos amigos. Un par de mujeres se movían entre las mesas haciéndose las divas. Una se me acercó y al oído me dijo algo de lo cual solo capté "lesbiana". Se les sumaron otras tres en la barra. Se mostraban cariñosas entre ellas, pero no creo que con eso lograran subirle la temperatura a nadie. El escenario parecía el tocador gigante de una artista de cabaret. Un chico de camisa a cuadros y guitarra al hombro entonaba sus canciones junto a una muchacha de melena corta y rebeca que le hacía los coros. Un hombre en silla de ruedas y cablecitos conectados a la nariz movía el cuerpo al ritmo mientras su acompañante lo hacía girar en el asiento.  La chica de Tanzania que teníamos al lado apareció sobre las tablas  junto a su bajista, el muchacho inglés que estaba con ella en la mesa. Nosotras compartíamos la nuestra con  Catherine, una economista francesa que tiene alquilada habitación en la misma casa que Katie.
Katie se vino desde Colorado a practicar la lengua holandesa en el pueblo de su abuela, a recorrer mundo y a buscarse  pubs como este para poder actuar. Tiene una voz muy buena. A saber lo que le ronda por la cabeza. 
-¿Qué compositores te gustan Katie?.
-Se quedó callada.
-¿Podrías anotarme alguno en este papel?
-Sí, por supuesto.
 En letra mayúscula me escribió uno solo, Joan Baez.
-Vaya, hasta ahí podía llegar.
 ¿Ella es tu inspiración?
-Si.

viernes, 16 de septiembre de 2011

letras-traducidas.net


A menudo me meto en ese espacio de canciones inglesas traducidas al español que recomiendo encarecidamente. Allí me siento como en mi casa, además de aprender inglés, espero. 

En junio traté de ponerme en contacto con su creador; me hubiera gustado enlazar esa página a mi blog o algo así.
De la lengua de Shakespeare a la de Cervantes. Desde Asturias, España. El archivo de canciones comienza en Julio del 2003. Hay alguien que lleva ocho años traduciendo las canciones que le apetecen o las que su público le solicita. Digo él por la supuesta foto suya de la entrada. No se si sacará algún beneficio económico. Ha tenido hasta la fecha 2.461.173 visitas; en el día de hoy 3.298.
Ahí conocí a Leonard Cohen. Esto basta para estarle por siempre agradecida al asturiano. 
Me sucedió algo similar a cuando me topé en Argentina con un  caudal de agua de magnitud y potencia inexistente rompiendo ante mis ojos en las Cataratas de Iguazú. 
Entre las canciones del canadiense hallé una que me dejó suspensa; ahí supe que mi nombre había sido bien elegido; Susanne.
El asturiano dejó de publicar en junio. Espero que sea por algo bueno.

jueves, 15 de septiembre de 2011

Estrella en ascenso

La flaque - Miquel Barceló
En este espacio sideral estoy más sola que un naúfrago en mitad del océano.
Ahora mismo acabo de perder el contacto con una estrella en ascenso. Puede que no vuelva a saber más de ella.
Se me apareció en el horizonte y su presencia inesperada me alteró por un rato.

Mensaje recibido de Vka:
-Susanna, deja un enlace de tu blog para ver el código.
Yo lo que pude ver es como de inmediato se me formaron grandes espejismos entorno a ese punto de encuentro en mitad de la nada.
-¿Qué es esto de estrella en ascenso?, le pregunté a Vka, ¿te vas a hacer famoso?. 
- No, no.  Yo gano con eso el solo placer de ayudar.
-El eso era que me estaba guiando en la solución de unos cuantos problemas técnicos que yo tenía con este servicio de la red.
-Pues los de la compañía deberían pagarte y muy bien, ¡que no solo de rótulos bonitos vive el hombre!.
-Él, a lo suyo, me iba dando indicaciones precisas.
-Yo seguía sus pasos y luego le preguntaba, primero de lo práctico y luego de lo que me parecía.
-Ese chico me encantaba, no se largaría por las ramas ni con un petirrojo a su alcance, quizá llegue a ser ingeniero informático.
Es posible que Bka sea uruguayo, Me lo imagino recién salido de la adolescencia atendiendo desde  el escritorio en su habitación  los problemas informáticos de almas juntadas este mundo de dios mientras su madre en la cocina se afana en preparar para la cena unas milanesas con puré de papa.
Digo que de Uruguay porque se me coloreó en el mapa de público un pedacito de América allá por encima de la Argentina, y por algún otro detalle linguístico. 
Ahora que todo me funciona de nuevo echaré de menos ese fugaz contacto con mi desconocido navegante.
Muchas gracias Bka. Espero encontrarte en la próxima.

domingo, 11 de septiembre de 2011

En mi propia casa

Acrílico de Carlos Gorriarena
Yo venía avisando a los que se encontraban allí: ¡Vengo a descansar!, ¡vengo a descansar!. Y lo cierto es que se portaron bien, uno hacía la comida, otro recogía la cocina, cada cual hacía sus coladas. Pero, aún así, mis propósitos naufragaron.
De puertas para adentro los armarios se habían llenado de moho; saqué una chaqueta de cuero que parecía un jamón mal curado. En la nevera otro tanto. Las ramas tiesas del tamarindo podrían haberle arrancado un ojo a cualquier vecino con mala suerte que pasara por la acera. Yo no podía quedarme tumbada a la vista de este tipo de cosas.

Por obra de mi hijo Simón la vivienda se ha convertido en un club de amigos y el jardín en una guardería para perros. Me quedé siguiendo con la mirada a una gata con sus dos gatitos cruzando tan panchos por el salón camino de la terraza; Lucas, mi otro hijo, el que ahora vive en Madrid, se arrugó de hombros diciendo que ya se habría corrido la voz de que ahí se podía estar.
Durante el mes de agosto el club se cerró por vacaciones  para dar paso a un hotelito playero. Menos mal que hice  la reserva con la suficiente antelación porque si no me hubiese tocado dormir colgada del algarrobo en una hamaca.

sábado, 10 de septiembre de 2011

Reconocibles asiduos

Miquel Barceló
En ese mar se pierde pie a escasos pasos de donde rompen las olas y en sus playas los granos de arena no alcanzan a quedarse adheridos a los cuerpos de los bañistas. Gozar de estas características es como una señal de identidad entre los veraneantes habituales de esa costa, en contraposición a los de otras.
Mientras aguardo mi tanda en la pescadería noto cierto orgullo de pertenencia en esos hombres que tengo delante en la cola, que en atuendo playero y ducha recién tomada disipan la impaciencia removiendo entre las manos sus atados de llaves en tanto que eligen con la mirada alzada sobre el mostrador las piezas recién llegadas que en cuanto les toque la vez se va a llevar a casa para deleitar a los suyos en la cena.
En honor a mi pasado les dedico estas líneas, que espero no sean las de otro:
          Ellos y ellas son los mismos,
          aunque no sean los de antes,
          reconocibles asiduos,
          en esta plaza, en París, o en Cambridge.