lunes, 27 de diciembre de 2010

Nuevo portátil


Bombones caseros de Victoria - S.M.
Este año he tenido un super regalo de navidad, mi marido me trajo de España el ordenador portátil desde el que ahora estoy escribiendo. Estoy muy contenta con él porque es un portento de rapidez al lado de lo que estaba acostumbrada y, después de un bache inicial, me facilita mucho las tareas. Lo compró mi marido en España para que el teclado contuviera la letra Ñ y los acentos que se usan en castellano, y para que Juan le hiciese los ajustes necesarios.
Juan es un chico amigo de mi marido y mio también, técnico informático y buen tío donde los haya, que conocimos porque venía a casa a poner a punto los ordenadores, cosa que continúa haciendo, pero seguido de las cañas que él y mi marido se van a tomar por ahí mientras de boquilla arreglan el mundo.
Le tenía cariño a mi viejo Toshiba de segunda mano que le compré a una amiga de mi pueblo y que en su momento habrá sido muy bueno, pero que ya no daba más de sí. Con todo, me costó acostumbrarme al cambio. Los dos primeros días andaba como loca porque no le tomaba la mano al nuevo Windows 7 de Microsoft y me bailaba la cabeza por la tridimensión que ahora presentan los programas, y me parecía además que el cristal con brillo de la pantalla y la luz potente que esta emite le conferían a los colores unos tonos demasiado estridente. A ver si resulta que hemos hecho un gasto para nada, pensaba.
Poner en el salvapantallas la misma foto que tenía en el anterior y cambiar un tanto las tonalidades del blog lo hizo que el nuevo ordenador pasara a ser mio en un rato. Seguro que si en un tiempo saco el que ya he escondido debajo de la cama y comparo, me va a parecer imposible que no apreciara de inmediato el avance que suponía la nueva adquisición.

domingo, 26 de diciembre de 2010

Navidad y regalos

Fundació Antoni Tàpies
El veinticuatro llegó Damián, el hijo mayor de mi marido, con su ex mujer y su hija adolescente para celebrar con nosotros las navidades. A la comida del veinticinco también se sumaron dos amigos de nuestros hijos, de nuestro mismo pueblo y que no han viajado a España para las fiestas. Tuvimos todo el salón para nosotros porque Seweryn y Monika se fueron a celebrarlo a casa de unos amigos. Algo más apretujados pero igual de cómodos subiésemos estado con ellos.
Estas navidades tenemos la vivienda engalanada como no la teníamos en casa. Allí se me daba bien cocinar, pero nunca encontraba el momento de colocar los espumillones; lo hacía por los niños cuando eran pequeños, pero en cuanto resoplaron por pedirles que sacaran el abeto del trastero se acabó la decoración navideña. El recurso de última hora siempre fue un tubo de  manguera transparente con lucecitas intermitentes dentro que colgábamos del techo sin ningún miramiento, tal cual una serpentina enrollada que se daba un aire a la escultura que el artista Antoni Tàpies tiene instalada en la fachada de su fundación en el carrer Aragó de Barcelona.
Este año tenemos un árbol grande y repleto de bolas en el salón y otro pequeño con lucecitas blancas en el patio delantero de la casa, un pesebre en un estante, tarjetas de felicitación colgadas de la pared y una flor de Pascua sobre la mesa auxiliar. Monika y Seweryn se pasaron un fin de semana entero preparando todo eso y otros dos días cocinando seis de los doce platos que por tradición se comen en Polonia en estas fechas.
Entre mi marido y nuestros hijos no tenemos por costumbre regalarnos nada para navidad,  pero este año que íbamos a estar acompañados me dio un poco de pena  que no tuviéramos paquetes que desenvolver  y compré a última hora en el supermercado una chuchería para cada uno. Siguiendo la tradición anglosajona las coloqué a los pies del árbol bien envueltas y con los correpondientes nombres. Simón tuvo la misma idea y los paquetes  se multiplicaron por dos; los  suyos sí fueron buenos y acertados detalles.
En el trabajo Victoria me tomó por sorpresa obsequiándome un cuenco de porcelana con bombones de pistacho que había hecho ella  misma en la cocina de su casa, se lo agradecí mucho.
Por mi parte le regalé a Daniel, el chico de Bulgaria con el que comparto las tareas, una novela de mi marido traducida al búlgaro y recién salida de la imprenta. No era un obsequio de navidad porque se la venía prometiendo y la llevaba en la mochila desde hacía días para dársela, pero coincidió. Se la dediqué y todo, que por algo soy la mujer del autor. Le dije que no la tire, que a lo mejor algún día puede sacarse un dinerillo con ella.
Sewerin y Monica se nos presentaron el veinticuatro con una funda nórdica para nuestra cama y otra para la de Simón. Estos chicos se merecen toda una pata de jamón ibérico.
Esa es la parte mala de los regalos, que entras en una rueda de la que se hace difícil salir. Mira por donde ya tenemos en Inglaterra un compromiso social. 

viernes, 24 de diciembre de 2010

Entendimiento

Rio Cam - S.M.
 Mi amiga Alison habla un español perfecto, yo diría que mejor que muchos nativos hispanos; desconocerá algunas palabras, yo también desconozco, pero en una conversación normal no se nota nada; sin embargo una de las razones que la llevó a irse de España y regresar a Inglaterra tras quince años de vivir en Barcelona fue que en todo ese tiempo no llegó a abandonarle la sensación de moverse entre telarañas, de no terminar de comprender, de que entre españoles ella nunca dejaría de ser como un poquito tonta; el arma del idioma nunca estaría de su parte.
A mi de momento las telarañas no me molestan, no obstante pueda decirse que lo que tengo delante son más bien unas tupidas cortinas; no pretendo ni mucho menos enterarme de todo, me conformaría con poder descifrar el sentido general de lo que se habla, y si me toman por ignorante, me da igual, porque eso es lo que soy en este país, y porque ya va con mi forma de ser lo de aparentar ser más tonta de lo que me considero.
Sin embargo Alison siempre me entendió a mi, y yo a ella, muy bien y desde el principio. No sé cómo se le darían las cosas con los demás.
Si alguien no quiere ser entendido o entenderte, ya puedes aprender su lengua, su historia, su cultura, sus costumbres y todo lo que te parezca para acercarte a él, que va a seguir sin hacerlo, porque siempre habrá un acento, un modo de moverse, un pequeño detalle  que le seguirá diciendo que tu no eres como él, y eso marcará la diferencia.
Por el contrario si alguien quiere entenderte, lo hará aunque no hables su idioma, no tengas ni idea de su país y acabes de aterrizar proveniente de la otra punta del globo, y si ese alguien quiere ser entendido, lo mismo, logrará comunicarse de algún modo para que lo entiendas.
Pero supongo que en el término medio entre estas dos posturas se encuentra el grueso de la gente en cualquier país del mundo, que ni van a rechazarte, ni van a hacer por ti un esfuerzo de comprensión.

jueves, 23 de diciembre de 2010

Trabajar en las fiestas

Cambridge Science Park - S.M.
Mi marido se ha sorprendido de que tuviera que trabajar también en estas fiestas y solo por decir algo y sabiendo que la respuesta que yo no emitiría y la suya propia eran afirmativas, se ha cuestionado en voz alta si merecía la pena tanto esfuerzo para hacerse con un poco de otro idioma.
De todos modos yo no trabajo para cubrir los gastos de las academias a las que no acudimos.
Cada uno pinta las cosas como quiere, y a mi en esta historia y en este momento me gusta dármelas de pionera. Quizás por verme cada día vestida de obrera me digo a mi misma que la razón por la cual he venido hasta  aquí no es principalmente la de estudiar inglés, eso suena demasiado blandengue, en primer lugar yo he venido aquí a buscarme la vida y a  ingeniármelas para salir adelante. Lo hubiese tenido que  hacer igualmente en donde yo vivía, solo que eso ni lo contemplé, por lo agobiante de la idea, y sin embargo empezar de nuevo en un lugar desconocido, pero al que siempre quise llegar a ir, y en el cual se habla la lengua que siempre quise llegar a dominar, ponía el asunto mucho más atractivo, porque a la vez que atendía a una necesidad estaba cumpliendo un sueño largamente esperado.

miércoles, 22 de diciembre de 2010

Compras de Navidad

Por Milton Road - S.M.
Por más que haga las camas del hostel inmersa por la radio en el ambiente navideño este año mi espíritu está muy alejado del propio de estas fiestas. Vine a Inglaterra buscando un cambio y no me apetece nada tener que ponerme de vuelta en la cocina a rustir un pavo para festejar con la familia. No es que no me gusten estas fiestas, pero este año preferiría pasarlas de largo.
Esta mañana la tenía libre y en lugar de sentarme al ordenador he ido con mi marido al centro y al supermercado. Por primera vez en mucho tiempo me he puesto falda y botas de tacón, me sentía rara vestida de mujercita. Hemos cogido el autobús, hemos paseado un rato por el centro y nos hemos sentado en una cafetería a tomarnos un capuchino, todas cosas muy extrañas también. Luego Seweryn, el chico con el que compartimos casa, nos ha recogido con el coche y hemos ido con él a Asda, el supermercado que más me gusta, a proveernos de comida para la fiesta del veinticinco. No voy a cocinar un pavo pero ya me he liado con una carne para hacer roast beef, unas cebollitas que tendré que caramelizar y unas cuantas cosas más que ya veré como preparo. Siento que en estos momentos no tendría que estar detenida frente a los estantes de los vinos viendo si nos llevamos un cabernet sauvignon chileno o un merlot argentino, pero bueno, toca, y las fiestas se celebran en todos lados. Bienvenida sea la Navidad.
Seweryn y Monika son un encanto total, yo no sé como podremos compensarlos por tanta amabilidad.
Yo trabajaré en el hostel todos los días de las fiestas sin un céntimo de sobresueldo.
A las cinco de la tarde ya  estaba de nuevo, como cada día, pasándole el paño a los más de doscientos veinte escritorios que tengo a mi cuidado.
Hoy por hoy me identifico más con el papel de limpiadora que ensueña que con el de señora de la casa.

martes, 21 de diciembre de 2010

Sigue el temporal

Cruzando Parker's Peace - S.M.
La nieve que cayó en noviembre era solo el ensayo general de lo que estaba por venir.
No hubiese imaginado que aprendería a esquiar con la bicicleta. Ahora sí que somos aguerridos los cuatro que salimos a pedalear. Otra vez me fui de casa temprano en un domingo absolutamente blanco, casi nada se movía, y si un coche pasaba, lo hacía a una velocidad tan pausada que parecía que el tiempo se hubiese detenido. Hoy lunes el atasco era fenomenal y en ambas direcciones, ya me avisó el hombre al que le compré la bicicleta de que en los días más fríos de invierno me iba a sentir poderosa cuando adelantara con mi máquina a cientos de viajantes retenidos dentro de sus vehículos.
En estos momentos de noche entre la luna llena y el blanco de la nieve hay mucha claridad; cuando voy hacia mi edificio en el Cambridge Science Park los tramos oscuros del camino que de normal tengo que intuir porque no llego a verlos, aparecen delante mío perfectamente dibujados.

viernes, 17 de diciembre de 2010

Política e inquietudes


Miguel Enríquez

En estos días se ha suicidado Gonzalo Meza Allende, nieto del ex presidente chileno Salvador Allende. Su mujer, Gema Salazar, había fallecido de leucemia en agosto de 2009 y su abuela, Hortensia Bussi, en junio del mismo año. Tras esas dos muertes se le agudizó la depresión que venía padeciendo hasta llevarle a este trágico final.
Con este ya son cuatro los suicidios por los que ha tenido que pasar esta familia.
Su abuelo, el presidente Salvador Allende Gossins, murió el 11 de septiembre de 1973 durante el asedio y bombardeo al Palacio de La Moneda, acomodó el fusil AK-47 regalo de Fidel Castro entre sus rodillas, puso el cañón bajo su mandíbula y apretó el gatillo. En este caso la palabra suicidio quizás no sea la adecuada, las circunstancias que llevaron al mandatario a quitarse la vida fueron muy especiales. 
Beatriz Allende Bussi, la hija del presidente, se disparó un tiro de revolver en la sien el 11 de octubre de 1977 en su hogar del barrio de Miramar en La Habana, a los treinta y tres años y mientras sus dos hijos de corta edad estaban en el colegio. Tati, como la llamaban, se había exiliado allí junto a su marido, Luís Fernández de Oña, ex funcionario de la embajada de Cuba en Chile y miembro de la inteligencia cubana y que poco antes del suicidio la había abandonado para regresar junto a su primera mujer.
Laura Allende Gossens, hermana del presidente, se lanzó al vacío desde el piso dieciséis del Hotel Riviera, también en La Habana, el 23 de mayo de 1981, a la edad de sesenta y nueve años, víctima de una depresión y de un cáncer incurable. Tenía cuatro hijos ya adultos.

Estuve leyendo hace un rato el blog que Gonzalo Meza Allende tenía en la red y que dejó abandonado a principios del año pasado. Reflexiones políticas e inquietudes sociales, nada personal.
Es común a los miembros de esta familia perteneciente a la clase acomodada chilena su inquietud social y su dedicación a la política llamada de izquierdas.
Ya el abuelo del presidente, Ramón Allende Padín era rojo, radical y masón.
Su padre, Salvador Allende Castro también fue radical y masón, además de notario y de ocupar importantes cargos en la administración pública.
Salvador Allende, el que luego fuera presidente, participó ya en 1933 en la creación del Partido Socialista Chileno y diez años después se convirtió en su Secretario General. Se postuló por tres veces a la presidencia de Chile sin conseguirlo, dos de ellas como candidato de la alianza socialista-comunista Frente de Acción Popular, FRAP. Hasta que a la cuarta lo logró como candidato de Unidad Popular, una alianza de socialistas, comunistas y demás pequeños partidos de izquierdas.
La hija del presidente, Beatriz, licenciada en medicina como su padre, fue su más fiel colaboradora y tenía con él una total identificación de ideales y principios. Se hallaba junto a sus hermanas en el Palacio de la Moneda en ese fatídico día, y su padre les mandó abandonar el edificio dos horas antes del bombardeo final.
Laura Allende, tía de Beatriz y hermana del presidente era parlamentaria cuando sucedió el golpe de estado y lo siguió siendo por un tiempo más, hasta que Pinochet la expulsó del país y se refugió en México primero y en Cuba después.
Andrés Pascal Allende, hijo de Laura Allende y sobrino del presidente, es marxista y uno de los fundadores del MIR, Movimiento de Izquierda Revolucionaria, de Chile. En el año 74, tras el golpe de estado y la muerte de  Miguel Enríquez, su lider desde el principio,  pasó él a tomar el control del grupo. Ese liderazgo duró poco y huyó a Cuba en el 76.
Isabel Allende Bussi, otra de las hijas del presidente y madre de Gonzalo Meza, es en la actualidad diputada socialista al igual que Denise Pascal Allende, hija de Laura.
Hortensia Bussi, la esposa del presidente, también fue una activa militante y desde su exilio en México viajó por todo el mundo denunciando los atropellos que acontecían en su país.

Miguel Enríquez, uno de los fundadores y Secretario General del MIR, vinculado a esta familia pero no perteneciente a ella, tuvo no obstante una vida que pareciera cortada con el mismo patrón. Médico; perteneciente a la clase media-alta chilena; inquieto desde el principio; su padre fue Ministro de Educación con Allende; se casó, tuvo una hija y se separó de Alejandra Pizarro, la cual y a raíz de esa ruptura entró en depresión y se suicidio en el 71, su niña recién tenía dos años; luego del golpe de estado Miguel Enríquez condenó el exilio y paso con su grupo a la clandestinidad; murió tras un año de persecución acribillado a balazos por los sicarios de la dictadura.

jueves, 16 de diciembre de 2010

El frio y el calor


Rio Cam - S.M.
 Un día Alison, mi amiga inglesa, me contó que cuando se trasladó a vivir a España con su marido y sus dos hijas, entonces de uno y tres años,  alquilaron a los pocos días de llegar un apartamento frente a la playa y les llamó la atención que a un edificio situado junto al mar en un pueblo del Mediterraneo que se precia por tener un sol que luce radiante casi todos los días del año le pusieran por nombre "Edificio Las Nieves". Ellos llegaron en primavera, así que durante seis meses disfrutaron del calorcito hispano y no pensaron más en el asunto, pero cuando llegó el otoño, y luego en invierno, ahí se dieron cuenta de que la persona que le puso el nombre a la construcción tenía un ácido sentido del humor.
El diccionario de la Real Academia Española dice que apartamento significa lo mismo que piso; solo en la península ibérica un apartamento toma el significado de piso pequeño
El apartamento de mi amiga seguro que no sería pequeño, pero reuniría todas las otras condiciones que no están en el diccionario pero que a mí me venían a la cabeza en mi tierra cuando escuchaba la palabra apartamento; malos aislamientos, tabiques de papel, cuartos no calefaccionados, o con calefacción eléctrica  y acabados de poca o mediana calidad según el precio al que pensaran venderlos. Total, qué importa, si solo los van de temporada, estarían pensando los constructores mientras llenaban la costa de cascajos.
Alison me dijo que pasó más frío en ese apartamento que en toda su vida en Inglaterra, y eso que en otra ocasión me había contado que compartió en Londres un piso de estudiantes donde el gel se les quedaba congelado en los estantes del baño.
Por supuesto que al lado del mar hay también apartamentos hechos a conciencia, y que actualmente hay muchos con calefacción, Alison se trasladó luego a uno de ellos.
Yo lo que noté diferente con respecto a la temperatura a mi llegada a Londres, la semana de febrero en que estuve acompañando a mi hijo , es que pasaba de continuo del  frío al calor intenso o al revés sin posibilidad de desabrigarme en lo cálido por estar en el metro, o en una tienda, o en una cafetería y sólo de paso.
En Cambridge me ocurre lo mismo.  Sin necesidad de salir del hostel, unas habitaciones parecen saunas y otras neveras, y si entro en el supermercado abrigada para la bicicleta cual astronauta necesito despojarme rápido de gorro, bufanda y guantes para que no me dé un desmayo.

miércoles, 15 de diciembre de 2010

El clima

Copos de nieve - S.M.
Me habían contado de la obsesión de los ingleses con el clima y de lo socorrido que resulta para ellos hablar del tiempo en los encuentros casuales o para llenar los vacíos de conversación. Yo pensaba, no obstante, que ese es un tema que interesa por lo general en cualquier país y al que la gente recurre por igual en todos lados. Y sigo pensándolo, pero quizás sí es verdad que aquí estén un poco más pendientes de la cuestión, o en todo caso veo que le prestan mayor atención que en donde yo vivía, y no es de extrañar.
Aquí en un mismo día las condiciones atmosféricas varían de hora en hora. Salir de casa con sol no te garantiza que al rato no necesites ropa impermeable, y a la inversa.
Marian, la mujer con la que intercambio español por inglés, me contó que en  la zona de East Anglia, en la que Cambridge está englobada, el verano suele traer tres semanas seguidas de espléndido sol y agradables temperaturas, pero que nunca se sabe en qué mes del estío llegarán. Fuera de eso, lo demás es incierto.
Con tanto cambio es lógico que la gente esté pendiente de la atmósfera; yo misma me he aficionado a consultar el tiempo en la web. En BBC Weather Cambridge se puede optar por ver la previsión para los próximos cinco días o la de las siguientes veinticuatro horas, ilustrado día a día u hora a hora con una imagen tridimensional del tiempo que se espera.
Otro factor que supongo contribuye al éxito del tema es que los ingleses por lo general tratan de no meterse con la vida o con las creencias de los demás, y hablar sobre el tiempo no conlleva ningún riesgo. No se me ocurre un tema más neutro. Nunca he visto que dos o varias personas se enfaden o discutan por una opinión encontrada acerca del clima.

martes, 14 de diciembre de 2010

Nuestros amigos


Rio Cam - S.M.
A petición de mi marido el otro día nuestro hijo Simón nos sacó una foto delante de la casa en la que ahora vivimos los tres para mandársela a sus amigos, que en su mayoría también lo son mios. Les ha adjuntado esa foto más otra de unos patitos caminando sobre la superficie helada de una laguna que sacó tras los ventanales del gimnasio al que ha empezado a ir.
Hoy me ha enseñado el mensaje que ha enviado junto con las fotos. Salteo algunas cosas, pero era algo así: "Queridos amigos / Susanna y yo nos hemos trasladado a Cambridge, donde tenemos la intención de vivir algún tiempo /  por el momento nos helamos de frío y, al mismo tiempo, nos encanta el lugar / para sacarnos la foto permanecimos afuera apenas un par de minutos y entramos rápido de vuelta a la casa para cobijarnos en el aire calefaccionado";  he tratado de reproducir en el entrecomillado la parte del mensaje que más me ha llamado la atención.
Cómo que "helados de frío", si yo estoy aquí casi todo el tiempo con calor, he pensado para mis adentros; cómo que "entramos a cobijarnos", si después de sacarnos la foto me fui volando hacia otra parte con la bicicleta.
Al principio me he quedado un poco desconcertada, porque claro, él habla en plural, de nosotros.  Luego he descifrado que en el hecho de contárselo a sus amigos subyace una segunda intención, la de fabricar una historia, la suya propia, en la cual estoy incluida, pero que por no ser la artífice, no me pertenece en absoluto y en la cual no tengo ningún derecho a intervenir.
Por eso es que hoy me he sentido satisfecha de tener este blog, aquí sí  puedo contar a mi aire en qué momentos paso frío y en que otros tengo calor.

domingo, 12 de diciembre de 2010

El inglés

Midsummer Common - S.M.
Con tanto trabajo y tanto blog tengo el inglés abandonado.
A mi me daba placer estudiarlo. Recuerdo lo bien que lo pasaba en los últimos meses antes de venirme a Cambridge sentada tarde y noche en mi casa frente al ordenador traduciendo canciones, mirando vídeos en Youtube y siguiendo los cursos de Vaughan. Eran las ventajas de estar en el paro: mucho inglés y mucho gimnasio. Pero creo que no debo de tener facilidad para los idiomas, porque con el tiempo que llevo ya tendría que estar hablando, y solo balbuceo algunas frases sencillas.
Ojalá el día tuviese el doble de horas. Espero que no me pase lo mismo que al señor armenio al que le vendimos el coche de mi hijo Lucas después de que se fuera a vivir a Inglaterra. Él y su familia viven como cuidadores en el chalet más suntuoso de nuestra urbanización y propiedad de un paisano suyo. Lleva siete años en España, se lo ve un hombre comunicativo y sin embargo no habla casi castellano. Él lo atribuye a que no tiene tiempo para estudiar y a que trabaja rodeado de otros de su nacionalidad. La mujer lo tendrá aún peor, que se debe de pasar el día limpiando entre las paredes de la mansión. No obstante su hija adolescente, que llegó a Catalunya hace dos años, se desenvuelve perfectamente en castellano y catalán; me quedé gratamente sorprendida cuando la trajo para que le hiciera de intérprete durante la compra; y es que ella, además de ser una chica de natural inteligente, acude cada día al instituto y no tiene allí a otros armenios con los que cerrarse a charlar.
Yo creo que lo que me traba es que no necesito en exceso la lengua para comunicarme,  me las arreglo bastante bien con la expresión corporal y algunos sonidos sueltos, como los monos, pero no puedo continuar siempre así, algo tendría que estudiar si no quiero pasarme los dos próximos años limpiando suelos.
Sigo pensando que este blog  dará sus frutos, pero calculo que a la larga.
Pese a que acabo de decir que debería estudiar, esa es una frase hecha que me ha salido sin pensar demasiado; en el fondo creo que he dado con un método que se adapta más a mis circunstancias actuales y que pienso que, también a la larga, puede darme resultados. Es el método de La Escucha. Mucho escuchar la radio y mucho escuchar el MP3. Es lo que puedo hacer de momento y lo que hace que el trabajo no me resulte un tedio. Si los niños de pecho lo consiguen en dos años, algo lograré yo con ese método por más endurecido que mi cerebro esté.

sábado, 11 de diciembre de 2010

Correo de mi hermana Clara

De los cinco hermanos que quedamos Clara es de las mujeres la del medio. Esta casada y tiene dos niños muy guapos de cuatro y seis años. Antes de eso, con trabajo, piso, coche, salidas, contactos y un buen  grupo de amigos de siempre estaba instalada en una buena vida, así que no se moría por encontrar a su hombre ideal, hasta que surgió y ahora se la ve derretida de satisfacción con su marido y sus niños. Es buena por naturaleza, una bondad nada bobalicona. Sus amigos deben de quererla mucho porque ella lo hace, con la familia lo mismo. Es eficaz en la gestión de cualquier asunto sin levantar la mínima polvareda y está siempre sonriente.

Correo de Clara:
En catalán
¡Hola Susanna!
¡Cuantos días! ¿Cómo va por ahí? Espero que bien.
Hace días que miro de encontrarte conectada, pero no hay manera, tendríamos que quedar un día y así  poder hablar un ratito.
De momento, te felicito por tu cumpleaños y estoy contenta de que finalmente os podáis llamar con mamá siempre que queráis, ya me ha dicho que me agradecías esta conexión, pero si te tengo que ser sincera aun no me lo creo, fui probando cables y cables y mira, al final lo logré, hoy cuando me ha dicho que habíais podido hablar por Skipe he alucinado, ya ves, siempre valemos más de lo que nos pensamos.
Que penita que no estéis por Navidad y también te hemos echado de menos en días así, como ha sido la muerte del tío Ángel. Menudos tres años que llevamos, aun parece que no pueda ser todo junto, pero no se puede ir hacia atrás y cambiar las cosas, nos tenemos que amoldar a lo que va viniendo. Papá, Gustavo y el tío Ángel es ley de vida, lo de Marisa cuesta más de digerir, pero quiero hacer caso de la última frase que dijo en su carta: "Sed felices".
Nosotros estamos todos bien, ahora disfrutando de nuestra finquita en las afueras, ya hemos hecho allí alguna comida con la familia de Albert, y con los amigos, carne a la brasa, coca de escalibada, sobremesas al lado del fuego que se alargan hasta la noche, esas cosas.
Panellets
Bueno, en todo caso envíame un correo y quedamos y me explicas como va todo.
Un beso y recuerdos a la family,
Clara.

Y mi respuesta:
En catalán
¡Hola Clara!
He abierto el correo para escribirte y me he encontrado con tu mensaje. Ayer, justo cuando empecé a hablar con mamá, vi que estabas intentando comunicarte, pero no contesté porque me ha pasado que por querer estar con todos al final  se bloquea el Skipe y no hablas con nadie.
Me habría gustado estar en los días del tio Ángel, me hubiese gustado estar para Todos los Santos, ir al cementerio con mamá y comer panellets, me gustaría estar en Navidad y también pensé en la posibilidad de viajar para el cinco de enero, pero de momento no es posible.
El que va ha volver a Barcelona la semana que viene es mi marido. Lo que son las cosas, nada lo retenía en Barcelona y ahora llega aquí y a los cuatro días tiene que regresar para atender el asunto de una posible traducción de un libro suyo al ruso. Le acabo de sacar el billete de ida y vuelta, viaja al martes y regresa el sábado, así que de momento nadie tiene que ir a echarle un vistazo a nuestra casa, díselo a mamá, que ayer me preguntaba cuándo tendríais que ir a sacarle el polvo al coche, me hizo gracia  lo del coche porque esto no se me habría ocurrido nunca.
Ayer pasé media hora en el supermercado buscando felicitaciones de Navidad para tus hijos y cuando ya las había elegido las volví a dejar porque no terminaban de gustarme, mañana iré al centro a ver si encuentro algo más chulo.
Bueno Clara, un beso muy fuerte para ti, para Albert, y para los dos guapísimos de la casa.
Susanna.

viernes, 10 de diciembre de 2010

Mi cumpleaños


Gresham road - S.M.
Ayer fue mi cumpleaños. El día anterior, antes de dormirme, había resuelto no decirlo a nadie y celebrarlo en silencio si no se acordaban; hubiese sido también una grata manera de pasar ese día; sin embargo mi marido a la una de la madrugada ya me había felicitado. Fue mi primer regalo.
James, el chico que trabaja en la cocina y que es practicante de kick boxing  me había contado que se entrena a diario en su habitación y que sólo acude al gimnasio los fines de semana. Él luce unos músculos como los de Bruce Lee (yo no los he visto, son sus palabras, pero seguro que es así porque no es nada fanfarrón). Me contó que improvisa el saco de boxeo con un colchón contra la pared y yo a mi vez le dije que utilizo cuatro botes de champú a modo de pesas para ejercitar los brazos. Entonces prometió regalarme unas mancuernas que tenía en su casa y que no usaba. Me las trajo justo antes de ayer y me reí al recibirlas por lo apropiado del momento. Por eso es que él sabía de mi cumpleaños  y se lo dijo a los demás.
Así que ayer me libré de limpiar baños, que me tocaban, porque Woz, probable próximo encargado del hostel y gran muchacho en todos los sentidos, los limpió por mi. Me dijo que ese era su regalo. Cuando ya estaba por irme Woz, Alex, Wouter, James y Chris me sorprendieron en la recepción con un agasajo, una caja de bombones y un tarjetón de Happy Birthday con sus dedicatorias.
De camino hacia casa hice mi pasada, ahora diaria, por el supermercado y mientras me cargaba de fruta recibí la llamada de mi amiga Alison, que también se había acordado.
Ya vi que la cosa iba de celebración, así que decidí comprar además una botella de vino y una tarta para convidar por la noche a Monika y Seweryn.
Tras mi segundo trabajo me conecté a internet y el Skipe se me bloqueaba por las llamadas desde España.
Mi hermana Clara le ha instalado a mi madre en su casa un teléfono conectado a internet por el que podrá hablarme a partir de ahora cuanto quiera y a ningún coste, y a la inversa.
Después de cenar con mi marido y Simón nos hemos juntado con Seweryn y Monica para brindar. Me han obsequiado con un ramo de flores y otra tarjeta. Son una pareja realmente adorable.
Para redondear el día me encontré en el teléfono varias llamadas perdidas de mi hijo Lucas, que pasó el día en Londres con su primo en misión especial....

martes, 30 de noviembre de 2010

Crash


Newmarket Road - S.M.
 Desde que me operaron de cataratas hace  unos años mi visión nocturna quedó algo distorsionada con respecto a lo que veía antes. Creo que es por eso que en verano le temía tanto al invierno que estaba por llegar y me desvelaba en la cama de mi recién alquilada habitación imaginándo el frío atroz y la total oscuridad que reinarían en las calles cuando tuviera que salir con mi bicicleta a trabajar desde esa, mi nueva casa, tan terriblemente alejada del centro; luego me venía a la cabeza el contrato de tres meses que había firmado y se me pasaban los nervios de golpe; desde luego que no me iba a pillar el invierno en ese lugar.
Ahora pedaleo de noche y como si nada por lugares apenas iluminados, con las calles convertidas en pistas de hielo y cruzando insospechadas zonas del extrarradio sin un alma a la vista. Todavía es noviembre y estamos viviendo un temporal de frío y nieve puramente invernal; a las cuatro y media de la tarde ya está anocheciendo. De cinco a siete tengo un trabajo de limpiadora en unas oficinas situadas en el Cambridge Science Park, un polígono al norte de la ciudad,  próximo a la intersección de Milton Road con la autovía A14.
No fue fácil al principio. Andaba ya bastante segura cuando volví a resbalar en otro bordillo mojado,de milagro caí de pie, pero fue traumático; la bicicleta rodó sola hasta no se cuantos metros más allá.
Al final de Milton Road los vehículos circulaban a mi lado casi rozándome y rogaba al cielo por no morir aplastada como una cucaracha. En la oscuridad del polígono la cosa no mejoraba; si el coche que se estaba acercando no advertía mi presencia, ya me podía despedir, pensaba.
Los ciclistas, para ser vistos, adosamos a nuestras bicicletas unas luces de lets intermitentes de quita y pon que funcionan a pilas.  Sirven para que te vean, pero no te iluminan el camino.
Al mes descubrí un sendero que mejoró mucho las cosas. En apariencia es una ruta más larga y complicada, pero en la práctica me aleja de los riesgos y llego antes.
Excepto ayer.

Crash - Cronenberg
Yo pedaleaba por una acera de King's Hedges Road en dirección al Cambridge Regional College cuando delante mio y a mi derecha, vi que un coche se salía de la calzada principal y se empotraba contra la parte trasera de otro auto aparcado en el lateral. Pensé que habría resbalado con el hielo, me detuve un momento a mirar si el conductor había salido ileso. De repente este hizo rugir el motor de su auto y embistió de nuevo al coche que había chocado arrastrándolo metros y metros hacia adelante. Me puse a pedalear sin mirar hacia el costado tratando de alejarme del desastre que se avecinaba. Escuché un estruendo de chapas retorciéndose, y a continuación otro. Yo seguía pedaleando con fuerza; me gustan las películas de acción, pero en esa no quería participar. Nunca hubiera pensado que un solo coche pudiera arramblar con tanto. Desde luego que ese tío iría muy cargado; de droga, de alcohol, de ira; quién sabe, puede que de todo junto. 
A la vuelta miré de reojo y sin acercarme demasiado los coches dañados, no fuera que el maleante estuviera todavía por ahí; vi que dos de ellos tenían el capó salido de su quicio. Menuda sorpresa les esperaba a sus dueños a la mañana siguiente. Vaya jugarreta del azar.

lunes, 29 de noviembre de 2010

La nieve

Bruegel
Una ola de frío y nieve se ha abatido sobre esta isla, algo inhabitual para Inglaterra y más en esta época del año. Ayer a las ocho de la mañana el termómetro marcaba siete grados bajo cero. De camino hacia el hostel me abrigué bien y no sentí ningún frío en el cuerpo, sin embargo los dedos de las manos se me quedaron helados al poco de salir de casa; tanto que llegué a temer que tuvieran que amputarme alguna falange; descarté esa idea al calcular que  media humanidad andaría con los dedos recortados si bastaran treinta minutos a menos pocos grados para congelar sin remedio unas manos enguantadas.
El  parque de Midsummer Common es camaleónico, no se que tiene que cada mañana me sorprende de una manera diferente, pero ayer, claro, no era solo una cuestión de matiz.
Estaba en la mitad de su recorrido cuando lo imaginé como una pintura. La tela debería embadurnarse con colores sombra y  cubrir  luego casi toda la superficie con diferentes blancos superpuestos a lo oscuro. Se tendría después  que rallar  la pintura blanca con alguna herramienta cortante para que a través de los raspones reapareciera los tonos del fondo. Arriba iría una franja de gris azulado con algunos tonos cálidos hacia la derecha. Alguna mínima mancha de color animaría ese cuadro casi blanco; eramos pocos los que nos hallábamos en el parque a esas horas tempranas y frías de domingo.
Hoy el neumático de mi bicicleta ha sido el primero en romper con su huella la blancura del suelo de  nuestra calle. Cuando he salido de casa estaba nevando. Era precioso. Los copos al caer crean un silencio especial. Circulaba con lentitud y cierto temor, tratando de no resbalar.

jueves, 25 de noviembre de 2010

En casa del herrero cuchillo de palo


Dibujo de neuronas -  Ramon y Cajal

Mi tío Ángel murió. Al final le descubrieron una enfermedad degenerativa no demasiado frecuente que le fue minando sin saberlo el sistema digestivo. Es curioso; en los últimos años se había vuelto muy maniático con la comida; sospechaba de los alimentos en los supermercados, se hacía cuidar un huerto y cocinaba personalmente mucho de lo que ingería.
Supimos también de otras tristes noticias. Se suicidó un hijo del jefe de la secta donde militamos y murió hace poco el presidente del Club de Rugby de nuestro pueblo.
Mi hijo Simón ya no quiere escuchar más novedades; está aturdido por la cantidad de conocidos que de repente están desapareciendo. El presidente del Club de Rugby tenía dos hijos de la edad de los mios, jugadores también, y su mujer es una hincha incondicional que no se perdía partido; la familia ideal del club ha quedado truncada.
El hijo del jefe de nuestra ex secta tenía sólo veintiocho años y era integrante de un dúo musical bastante conocido en su ambiente y en plena ascensión a la fama. Cayó desde el piso catorce del hotel brasileño donde se alojaban; él y su banda estaban de gira internacional y tenían previsto actuar a las pocas horas en un festival importante. Lo he visto ahora en fotos; era un chico guapo, rubio y con rastas. La madre y el hermano han tenido que viajar al país vecino para reconocer el cadáver y poder repatriarlo.
Mi marido se quedó muy consternado porque lo conoció de pequeñito, a él y a su hermano mayor, en algunas de las visitas que hizo a la casa del maestro. Ahora recuerda a los chiquitos en bañador en una tarde de verano al borde de la piscina, con la madre al lado repartiéndoles la merienda. Quién podría imaginar.
A mi me vino a la memoria el psiquiatra Carlos Castilla del Pino y todo su drama familiar.
Carlos Castilla del Pino, ya fallecido, fue un investigador  reconocido como una de las mayores figuras de la neuropsiquiatría y la neuropatologia en España.
Recuerdo una entrevista que le hizo el periodista Arcadi Espada para El País Semanal donde declaraba, entre otras cosas, que  tuvo con su mujer siete hijos no deseados.
Castilla del Pino pasó consulta durante casi toda su vida profesional, por lo cual acumuló más de cien mil historias clínicas que le proveyeron de una enorme experiencia práctica, sin embargo a sus hijos no pudo ayudarles; vio morir a cinco de ellos, por suicidio o por conductas autodestructivas; y los dos restantes no acudieron a su entierro.
Le dijo a Arcadi Espada en la entrevista que no obtener en mil novecientos sesenta la cátedra de Psiquiatria de la Universidad de Córdoba que tanto anhelaba causó mayor pesar en su vida que la pérdida de sus hijos. Matizó luego esta declaración, pero no la borró.
Continuó diciendo que sus niños dejaban de interesarle a los seis o siete años y que a partir de ahí eran un estorbo para el descanso del guerrero. No obstante que hiciese este tipo de declaraciones, sería insensato pensar que los conflictos con el padre, por si solos y si los había, pudieran llevar a sus hijos hasta el punto de desear salirse de la escena, como también lo sería pensar que el hijo de nuestro ex gurú saltara al vacío por algún trauma  ligado a su progenitor.
Lo constatable en ambos casos es que son familias que se salen de lo normal. No todo el mundo tiene a un prócer de la psiquiatría como padre, que además se atreva a ser tan sincero en las entrevistas, tampoco es de lo más común que tu papá elija como oficio generar un movimiento social de talla planetaria.
Castilla del Pino hizo suya de jovencito la expresión de Goethe "llegar a ser el que eres" y según dijo, esta máxima siempre le acompañó; él resumió el éxito de la vida en descubrir quién se es y tener el valor de serlo.
Desde luego que tuvo el valor de hacer unas declaraciones muy arriesgadas. A lo mejor descubrió en algún momento cierta locura en si mismo y la capacidad de ayudar con su trabajo obsesivo a otros, a los que podía captar. No todos los locos lo parecen y no tiene porque ser algo necesariamente malo; hay muchos tipos de locuras, algunas geniales.
La naturaleza es muy poderosa. Leí hace tiempo la primera parte de la autobiografía de Castilla del Pino, Pretérito Imperfecto,  donde cuenta la muerte directa de varios de sus parientes en la Guerra Civil Española, de un bando y de otro. Murió mucha gente en esa contienda, pero no era lo normal que mataran a tantos de una misma familia. Habría allí ya unos genes muy revoltosos.
Cuando hay mucho movimiento saltan las chispas, saltan para todos lados, algunas van para arriba y otras van para abajo, son impredecibles y no se pueden controlar.
Cinco hijos son muchos hijos, pero tampoco es tan raro, siguiendo la teoría de la probabilidad, que a una persona que se sale del patrón le nazcan cinco hijos excepcionales.
Seguir viviendo, pase lo que pase, es el impulso natural de la vida. El sufrimiento ha campado a sus anchas durante toda la historia de la humanidad, si todos los que lo han padecido en grado sumo a lo largo de los siglos se hubieran tenido que retirar, este mundo que habitamos estaría hoy medio despoblado.

lunes, 22 de noviembre de 2010

La gente

Está muy guapa la gente montada en bicicleta. No hay uno solo que no tenga su gracia. Los miro de espaldas delante mío esperando que se abra la luz verde del semáforo, observo las vestimentas y sus diferentes estilos personales. Les miro las caras y su aire cuando vienen de frente y pasan a mi lado en sentido contrario. Me gustaría fotografiarlos tal como los estoy viendo, de uno en uno o en manadas, y captar además los colores de las diferentes escenas.
Mientras aparcaba la bicicleta en el jardincito del hostel pensaba que el día que no tenga que hacer esta ruta matinal  la voy a echar de menos.
Iba a abrir la puerta del jardín que da al salón social cuando un hombre de unos sesenta años y rasgos orientales me ha franqueado la entrada. He notado que tenía ganas de charlar; su mujer se ha sumado a la conversación. Entre los dos me han conducido hasta el tema que les interesaba, mi bicicleta. Me habrán visto por la ventana echándole el candado. Les he dicho que estaba muy satisfecha con ella y que el primer dia que la monté tuve la sensación de andar subida en una nube. Sus ojos expectantes se han llenado de orgullo. Sin hacerme una pregunta directa han conseguido la respuesta que buscaban. Sí, me han dicho, es una muy buena compañía de Taiwán, tiene delegaciones en casi todos los paises del mundo, y han seguido hablando sobre el tema.
La gente es parecida en todos lados; no es dificil adivinar de dónde era ellos.
Por cierto, mi vieja Universal la está usando ahora mi hijo Simón.

domingo, 21 de noviembre de 2010

Rocky y Dama

Cuando todavía no teníamos hijos mi marido trajo a casa desde un pueblo de la montaña, a donde fue a buscarlos, una pareja de gossos d'atura, perros pastores catalanes, macho y hembra, de color canela, preciosos y recién destetados. Ya desde cachorito él despuntó por su inteligencia y por su agresividad hacia sus congéneres. Ella era mucho más tranquila. Con el tiempo nació Lucas, y luego Simón. Los padres, los niños, los perros y los gatos, que también teníamos, formábamos juntos una gran y caótica familia. Hasta que el macho en el espacio de quince días agredió por dos veces en la cara  a nuestro hijo mayor, de dos años en ese momento. Él era nuestro perro y tuvimos que sacrificarlo.
Lucas estuvo una semana ingresado en el hospital.
Qué le habrás hecho tu al perrito, le decía el doctor a mi hijo mientras lo estaba curando. 
Era un médico encantador,  pero sus creencias no le dejaban admitir que un perro pudiese atacar a un niño sin que previamente este le hubiese molestado.
Nunca perdíamos de vista a nuestros hijos  y la agresión fue repentina y en presencia de mi marido. No hubo una causa y un efecto, fue  pura manifestación de la naturaleza del animal: juguetón y cariñoso con los humanos adultos; peleón y agresivo con cualquier otro bicho que se le pusiera a su altura; mi hijo había crecido y ya tenía la medida apropiada. No fue más que eso.
La perra siguió lánguida y tranquila toda su vida. Las heridas de mi hijo cicatrizaron bien y casi no se le notaron luego.
Hay manifestaciones en la vida que resultan decisivas, para bien o para mal, y que no tienen vuelta atrás.

sábado, 20 de noviembre de 2010

La naturaleza es muy poderosa

Cada vez estoy más convencida de que la esencia de una persona no cambia nunca. La naturaleza es muy poderosa.
Creo que la esencia de un niño y  la del hombre que después será es exactamente la misma.
Lo que sucede es que a lo largo de la vida las personas nos vamos manifestando, y eso puede interpretarse como que vamos cambiando, pero no, creo que no, en esencia estaba todo ahí desde el principio.
Lo que si podemos ir variando son los disfraces. Algunos permanecen toda su vida con el mismo, otros lo van modificando y unos pocos hacen cambios radicales;  pero esos son cambios de fachada, no de esencia.

Me acuerdo ahora de dos fábulas muy parecidas que siempre me llamaron  la atención. Voy a tratar de resumirlas:
  • En medio de un crudo invierno un bondadoso granjero dio cobijó a una serpiente que encontró en el bosque medio muerta de frío. Al calor del hogar la serpiente se repuso y una noche en que el granjero dormía placidamente se le acercó con sigilo y le hincó sus colmillos repletos de veneno. Con la mordida el hombre despertó y la miró estupefacto. Lo siento, le dijo la serpiente, es mi naturaleza. El granjero falleció, la casa dejó de calentarse y la serpiente murió congelada. Creo que esta es de Esopo.
  • Lo siento, es mi naturaleza, le dijo también el escorpión a la rana cuando estaban a punto de hundirse los dos en el río. La buena rana accedió a los ruegos del escorpión para que le ayudase a cruzar el río montado en sus lomos y en mitad del curso él la retribuyó clavándole su aguijón venenoso.

viernes, 19 de noviembre de 2010

Ratas en el hostel


S.M.
Bolsas gigantes de plástico negro llenas hasta rebosar de ropa, zapatos y objetos personales; si no las hubiese visto con mis propios ojos en los gimnasios, en las piscinas y ahora en el hostel no me creería lo despegada que es la gente con respecto a sus pertenencias. Se dejan olvidado algo y ya está, lo dan por perdido o ni siquiera reparan en su falta. Pocos son los que regresan para recuperarlo.
Se entiende que a un hostel no vuelvan, no van a desandar un viaje por un jersey o una bufanda.
Son varias las bolsas al mes que llenamos con las prendas encontradas en las habitaciones ya vacías, sin embargo a ninguno de nosotros se le ocurre quedarse con algo de eso, pero los champús y cosméticos olvidados en las duchas son muy codiciados, noto que se ha establecido entre nosotros una competencia velada para hacerse con el mejor tarro. Lo normal es que los dejemos dos días en reserva por si alguien pregunta por ellos, pero la veda se abre pasado ese tiempo y el único frasco que resiste en los estantes del cuartito de la limpieza es un champú de henna que promete tintar el pelo de castaño, los demás desaparecen sin remisión.
Como todos, tengo jabón para mucho tiempo. Ahora mismo estoy usando un acondicionador de fabulosa marca, que no se que voy a hacer cuando se me acabe; mi pelo notará la diferencia.
Diarios, revistas y libros de tapa blanda también los recogemos a menudo del suelo y los echamos a la basura, salvo algunas excepciones. Ahora por ejemplo tengo sobre mi escritorio un número especial de la revista Q Magazine que conmemora el que hubiese sido el setenta aniversario de John Lennon.
Un día me llevé a casa un libro de instrucción física para soldados americanos y resultó que el propietario no se había ido del hostel, sino que se había mudado a otra  habitación y lo reclamó. Imaginé que un hombre fornido y cabreando; corrí a devolverle el libro al día siguiente.
Gané en aprecio entre el personal al saberse de mi sustracción. ¡Un libro para soldados en la mochila de la mejor limpiadora del hostel!. Ha venido la policía a preguntar por ti, me decían en guasa, te vendremos a visitar cuando estés en la cárcel.
De repente una mañana Nick, el jefe,  no vino a trabajar. A las doce del mediodía pasé por la recepción y me encontré a unos cuantos de mis compañeros saltando y abrazándose los unos a los otros tal cual como si su equipo de fútbol favorito hubiese ganado un partido importante.
Entra, entra, mira, me dijeron.
Leí en el ordenador una nota que Nick acababa de mandar en la que en dos lineas comunicaba a los trabajadores su renuncia a la gerencia del hostel por motivos personales y un inminente regreso a Londres.
Me sumé al jolgorio.
No se fue, lo echaron. Resulta que ese hombre es un ladrón, un ladrón de poca monta encima. Lo pillaron robando y la mandaron a la cruda calle. Quince días atrás andaba él atribulado y azuzándonos para que el hostel brillase al paso de los inspectores que iban a venir. Me pareció muy raro verlo pintar con sus propias manos una pared del comedor. Ahora lo entiendo. La gente no cambia tan facilmente. 
Cuando me dijeron que lo habían echado por robar comida de la cocina,  imagíné que estaría metido en alguna mafia y que estaría sacando en camiones el género de los almacenes de abasto de la HNA. Pero no, es literal que se llevaba la comida de la cocina; parece que el hombre se casó hace tres meses y que coincidiendo con las fechas de la boda desapareció una cantidad mucho mayor de la que venía siendo habitual. Los de la cocina tenían sus sospechas, pero no se atrevían a decir nada. Fue miserable hasta el final tratando de echarles la culpa a ellos.
James ya anda pensando en un posible poema rimado en honor a su ex jefe.

viernes, 12 de noviembre de 2010

Mi marido y el blog

S.M.
Le he contado a mi marido que estoy escribiendo un blog, pero le he pedido que no lo mire; necesito saberme sola para poder expresarme.
Trato de no mostrarle la importancia que para mi tiene esto. Lo aligero diciéndole que mis pretensiones al montarlo son económicas.
Nunca en los treinta años que llevamos juntos me ha lanzado una imagen negativa sobre algún proyecto que yo haya tenido, sin embargo esta vez me ha dicho que no cree que pueda sacarme un sueldo contando mis batallitas por Internet. Se va a quedar sorprendido el día que lo consiga; un sueldo y mucho más.
No es que mi marido niegue mis posibilidades; él me dijo también que estaba seguro de que fuera lo que fuera lo que estuviese haciendo en la red sería algo inteligente.
Yo vierto en mi marido todos los lamentos con los que no agobio a los demás y no le cuento las locuras que bullen dentro de mi cabeza; vaya maravilla de mujer que tiene, menos mal que de tanto en tanto lo compenso con algunas otras habilidades mías. No obstante mi marido es muy intuitivo; me ha dicho que parece que mi vida está tomado los tintes de una novela de iniciación, como si hubiese estado metida en un capullo y empezara ahora a desplegar las alas. Me he quedado muda.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

Talento de mujer

Hace un rato hablé con mi marido por Skipe. Ayer me mandó por e-mail un pack de fotos de Sharon Stone que a su vez le había remitido un amigo.
Esa mujer es impresionante, le digo, ¡que belleza! ¡que manera de posar! ¡cuanta inteligencia concentrada en un solo cuerpo, dios mio!.
Mi marido me lo mandó porque estaba seguro de que me iba a encantar. Él me habla de la cantidad de mujeres talentosas que hay en este mundo; caras inteligentes de mujer por todos lados, dice.


Nicola Benedetti
Cada tarde después del trabajo tengo una cita con mi gimnasio. Extiendo una toalla sobre la moqueta del dormitorio, me pongo los auriculares en los oídos y comienza para mi un auténtico festín de música y movimiento. 
No puedo casi creer lo que estoy escuchando en estos días en radio Classic FM.
Hoy el concierto era algo maravilloso, y había ahí un violín...... un violín estremecedor que me paralizaba por momentos. Pensé si sería la violinista alemana Anne-Sophie Mutter. Yo no entiendo de música, pero intuía a una mujer tras esos acordes.
Luego me enteré de que había estado escuchando el Concierto en D Mayor para Violín Opus 35 de Peter Llich Tchaikousky  a cargo de la Orquesta Filarmónica Checa. El violín era el de Nicola Benedetti.
La busqué en la red. Otra mujer impresionante. Nació en Escocia en 1987, de padre italiano y madre escocesa, allí creció para la música. Me quedé pegada al ordenador viéndola moverse en los videos, tan natural y tan mágica.

martes, 9 de noviembre de 2010

Carta de mi amiga de la infancia

Carta de mi amiga Carlota:
¿Qué tal, guapísima? ¿Cómo estás?
Hace días que estoy en Barcelona en medio de mi propia marabunta personal. Que le vamos a hacer, cada uno es víctima de si mismo.
Muchas veces pienso en ti, pero no me pongo a escribirte. Me paso la vida corriendo de aquí para allá. Las cosas este año están más difíciles que nunca; he decidido presentarme a oposiciones de dibujo. A ver que pasa.
Tengo muchas ganas de que me expliques como te va la vida y me hables de tus impresiones en Cambridge.
A ver si nos vemos estas Navidades.
Un beso y un abrazo muy fuertes,
Carlota.

Mi respuesta:
Carlota, ¡que bien que haya recibido noticias tuyas!.
No nos vamos a ver en Navidad, no creo que pueda viajar a Barcelona en mucho tiempo, así que estaría muy contenta si vinieras, o vinierais, a verme en alguna ocasión. Estoy segura de que esto te gustaría mucho.
Venirme aquí sola está resultando la mejor decisión de mi vida.
Ahora tengo en Cambridge dos trabajos de limpiadora, un hijo mayor viviendo por su cuenta, un hijo menor instalado de momento en mi casa, un sobrino recién llegado al que todavía no he visto y una bicicleta.
Te preguntarás qué soledad es esa. 
Otro día te escribo más largo. Espero que te vaya bien con las oposiciones.
Un beso y un abrazo, tu amiga
Susanna.

miércoles, 3 de noviembre de 2010

Mejor me voy a la cama


S.M.
¿Tan difícil resulta poner una lavadora? Ayer consumí una hora de mi tiempo libre explicándole a mi marido vía Skipe como realizar la colada, y eso que antes de irme lo instruí en la cuestión al menos en dos ocasiones. Colocó  la web-cam frente a los mandos de la máquina para que yo pudiera verlos y lo fuera guiando paso a paso. Le resultaba complicadísimo y se alteró igual que si le estuvieran pinchando los nervios con una aguja, palabras suyas.
Cuando ya llevaba seis semanas fuera de mi casa les pregunté, a mi marido y a mi hijo, como se arreglaban con la ropa.
Muy bien, me contestaron. Simón había lavado algunas prendas, pero las sábanas en las camas seguían siendo las mismas que yo dejé puestas.
He entrado en un  estado de semi abandono que hasta me resulta agradable, dijo mi marido.
Vaya, yo creí que mi marcha os estimularía a solucionar los asuntos domésticos, le dije. Me inquieta pensar que los estáis relegando para mejor ocasión, puede que hasta mi regreso.
Mi marido se enfadó mucho por mi comentario.
Al final sábanas y toallas terminaron en la lavandería. Así da gusto, las llevas y al día siguiente te las entregan dobladitas y recién planchadas.
A mi marido no le gustó que torciera el gesto por el derroche, pero ahora, con las arcas ya vacías, ha sido él quién me ha pedido intrucciones de lavado.
También puse mala cara al contemplar a través de la cámara su lucha con la lavadora, o eso le pareció a mi marido.
Vaya sesión de Skipe más desestabilizadora. Había empezado a escribir y ya no pude continuar. El resfriado que me abatía tres días atrás regresó de nuevo.

Mi marido y yo no nos tomamos demasiado en serio nuestras discusiones domésticas; sin ellas no seríamos una auténtica pareja. En realidad no fue él quién más me perturbó ayer. Minutos antes de su llamada había estado hablando con mi hermana Agnès.
Otro tío mio, esta vez un hermano de mi padre, está a punto de morir.
Gozaba de buena salud, pero lo encontré bastante desmejorado la última vez que lo vi, cuando viniendo de la calle entró a sentarse un rato al jardín de la casa de mi madre. Me llamó la atención esa visita no acostumbrada. 
Dijo mi madre que últimamente venía y se quedaba mirando con detenimiento las estancias inhabitadas de los bajos de la vivienda y el patio. Ese cambio de actitudes no me auguró nada bueno. Esa era la casa de su infancia y de su juventud y él me confirmó que venía a reencontrarse con sus recuerdos. Comentó que en su recorrido pasaba la mano por las argollas que penden de las paredes de los antiguos establos. Pensé que con el gesto evocaría antiguas vivencias que allí le habian quedado, amarradas a los aros igual que los caballos que dejaron de comerciar casi cincuenta años atrás.

Mi hermana cree que debo ir para allá en el caso de que fallezca.
Me insistió en que pidiese un fin de semana si no puedo llegar para el velorio. 
No tengo fines de semana, ni días libres, ni dinero, ni energía suficiente para viajar.
Mi hermana no entendería que yo no fuera porque no se hace cargo de mi situación. Ella ve a través de mis ojos la película que yo le he querido mostrar sobre mi emocionante aventura y no se da cuenta, como yo tampoco la mayor parte del tiempo, de que en este país no soy más que una emigrante iletrada y que la búsqueda de mi oportunidad requiere esfuerzo, dedicación y ninguna ñoñería.
Si llega el caso, ya escribiré yo a mi tía María.
Cerré el ordenador y me acosté. Es lo mejor que podía haber hecho. Tras dormir nueve horas me he levantado hoy con las energías renovadas.

sábado, 30 de octubre de 2010

Carta de mi amiga Berta

Aquí pego la carta que he recibido de mi amiga Berta.
Hola Susanna.
¡Que alegría me da saber de vos! Te extraño muchísimo, para mi sos mi mejor amiga de España, siempre sentí mucha afinidad y la seguridad de poder contarte todas mis cosas sin ser juzgada.
Me va muy bien en el trabajo, me confirmaron que me van a hacer fija, y esto hoy en día es impagable y debo cuidarlo mucho. Estoy contenta con lo que hago.
El viaje a Galicia en pos del pueblo de mi padre fue toda una sorpresa. Es un pueblo muy chiquito sin ningún comercio. Empecé a preguntar en la calle a la gente que veía por la familia de mi abuela hasta que encontré a los hijos de una hermana suya. No me sentí bien recibida. Creo que vieron en mi a la persona que viene a reclamarles parte de sus posesiones o lo ya vendido. Me sentí tan mal. Mi intención era solo conocer la casa donde había nacido mi padre, pero los vi tan rastreros, que en cualquier momento comienzo a reclamar.
En lo sentimental las cosas van menos bien. Con el asturiano sigo viajando; estuvimos en Holanda y hace quince días fuimos a Lisboa y Porto, pero cada vez más sospecho que tiene otras relaciones. De momento me sirve, cuando vea que puede hacerme daño lo dejaré.
Lo próspero en lo familiar es que Graciela está haciendo el traductorado de ingles e italiano en la universidad y trabaja en la cafetería de siempre los fines de semana.
Lo feo es que falleció mi hermano el sábado pasado. Estaba muy delicado del corazón y no pudo salir adelante. A pesar de sus escasos cuarenta y seis años era una muerte anunciada.
Te he contado todo un rosario, jajaja, para que no te aburras. ¿Y vos? ¿Cómo está todo por ahí? Tengo ganas de ir a conocer. ¿Dónde pasarás las fiestas?. Ahora te toca a vos explayarte a tu antojo.
Un abrazo grande y escribime pronto,
Berta.

Y aquí pego mi respuesta.
Hola Berta.
Siento lo de tu hermano. Cuando hables con tu madre hazle llegar mis condolencias, es muy triste que tenga que pasar por algo así, dile que me acuerdo muy bien de ella y mandale un beso de mi parte.
Yo aquí muy bien, aunque hoy estoy un tanto cansada porque llevo seis días trabajando ocho horas diarias.  En realidad no se me cansa el cuerpo, se me cansan las piernas de estar tanto rato de pie sin tener la costumbre. Necesito hacer cada noche en casa una hora de estiramientos para recomponer el cuerpo. ¿No te pasaba a ti cuando trabajabas en los hoteles que se te cansaran las piernas? ¿Y ahora, te cansas? ¿Puedes sentarte de tanto en tanto?.
Mi trabajo en el hostel es de mucha intensidad. Tengo otra ocupación de dos horas por las tardes limpiando oficinas. Creo que en este segundo trabajo es donde está mi futuro laboral. El hombre con el que tuve la primera entrevista me dijo que es posible que en poco tiempo pueda tener jornada completa y me auguró progreso dentro de su empresa, una compañía de servicios.
Ayer Simón empezó a trabajar de lavaplatos en un restaurant tipo francés del centro. Doce horas diarias más dos de intervalo cuatro días a la semana. Empezó a las diez y a la una de la madrugada todavía no había regresado. Mi marido, conectado al Skipe, estaba muy alarmado. Se hicieron las dos, no respondía al teléfono. Lucas ya iba a salir de su casa para tratar de encontrarlo. Todos despiertos. A las dos y media contestó a las llamadas, recién estaban cerrando el restaurant. Por fin todos aliviados. Hoy a las diez de la mañana comenzaba de nuevo su jornada.
Mi marido llegará a Cambridge para quedarse el veinticuatro de noviembre. Ahí empezará una nueva historia.
Lucas estará a estas horas llegando al aeropuerto del Prat, a lo mejor Graciela se lo cruza por el pueblo esta noche.
Espero que vengas algún día a conocer esto. Muchos besos para ti y para Graciela.
Susanna.