sábado, 15 de junio de 2013

Historia del ex marido de Alison

Parlamento Inglés donde William Wilberforce logró
 la abolición de la esclavitud en 1834
Cuando Alison vivía en España con Philip y las hijas, y la madre de él venía a visitarlos desde Inglaterra, mi amiga se esmeraba para que la estancia de la mujer transcurriera sin el mínimo incidente; es decir, que mantenía con la suegra una relación cordial, incluso afectiva, aunque en el fondo estaba siempre latente que  a mi amiga no había encajado en el ideal de mujer que la señora tenía pensado para su hijo.
La suegra le preguntara a menudo a Alison con mirada reticente por la escuela de las niñas, que cursaban en España la primaria en una pública. La figura hierática de la señora esperando junto a su nuera a la salida del colegio, contrastaba con la profusión de movimiento y parloteo que se daba a su alrededor entre críos recién soltados y grandes que los estaban recogiendo. También la suegra ponía repetido interés en saber si ella, la esposa, le estaba suministrando a su hijo la cantidad suficiente de vegetales. 
A mi lo que me atraía principalmente de la madre de Philip era la historia que un día Alison me contó.

Plantio de Algodao na fazenda (década de 1960)
La mujer cuando joven se casó en Inglaterra muy enamorada con un inglés de ultramar que parecía su príncipe azul y tras la boda emigraron al Brasil para instalarse en una hacienda en la costa norte, donde el marido estaba a cargo de las plantaciones de una gran compañía. Pero el hombre resultó un  empedernido mujeriego que aprovechaba la mínima que se presentaba para largarse a lucir sus dotes de seducción. Tuvieron una hija.
El fin se acercó cuando en una de las idas del matrimonio a Inglaterra el marido se lió un romance de barco con otra pasajera, que a sabiendas la esposa descubrió en plena pasión amatoria adentro de un camarote. A consecuencia, cuando el marido regresó al Brasil ella quedó residiendo en Londres. Más pasado un tiempo el hombre enfermó de gravedad, tomando camino de vuelta hacia la patria para fallecer al poco. 
Un amigo inglés del matrimonio, que vivía en una hacienda próxima a la que ellos moraban en mitad de los campos, vino en su búsqueda al enterarse y le propuso casamiento. Ella, aun sin amarlo, aceptó, aconsejada de que le era lo más conveniente, y regresaron juntos, ahora como marido y mujer, a las tierras americanas.
Poco a poco se fue enamorando, y el hombre resultó el gran amor de su vida, según propias palabras. Tuvieron un hijo, Phillip, que en edad de estudiar fue mandado a un internado en Inglaterra, como la hermana antes; experiencia mal recordada por ambos.
La madre con los años desarrolló un cariño especial por ese hijo, fruto de su amor truncado, pues el padre de Philip falleció aún siendo el muchacho adolescente.

Empecé con el anterior relato hará unos dos años, pero lo dejé. Alison me acababa entonces de refrescar la memoria contándome a petición la historia de la suegra en un email.
Ahora que quería retomarlo, no hallé entre el correo antiguo el mensaje y tiré para narrar de lo archivado en  el disco duro de mi cabeza.
Por esas cosas que suceden, justo acabo de escribir y me saltan a la vista las lineas de mi amiga y encuentro que la narración de ella es vibrante, más sugerente, moderna y documentada que la mía, y encima diferente. 
Así que corto y pego lo de Alison sin modificar una letra, más que añadir acentos y tildes en las eñes.
(Y pensar que es inglesa... ¡ya me gustaría a mi llegar a escribir así en su idioma!)
¡Hola Susanna! 
Tenías razón; no estuve en la otra punta del globo, pero sí que no estuve en Inglaterra. He estado en Dubrovnik, y también me fui dos veces para visitar a Fiona (una de las hijas). Entre viajes he estado trabajando, para ganar dinero para los viajes!                
Bueno, a lo de mi suegra. Tus preguntas me han hecho realizar que me faltan detalles. Siempre le decía a ella que sería un historia interesante para sus nietos, pero ella nunca se animó en ponerlo en papel.
No me acuerdo como se encontró a su primer marido, un inglés que parecía su príncipe azul. Los dos eran jóvenes, y se casaron al tener poco más de veinte años. Durante la guerra se fueron a vivir en país de Gales para estar fuera de Londres, y creo que era entonces cuando nació la hermana de Philip.
La empresa de Coats algodón le ofreció al marido un puesto en el Brasil en 1949 o 1950, y los tres se fueron para vivir allí, pero a la hermana de Philip le mandaron para un internado en Inglaterra (que no le gusto nada!) después de poco tiempo. El primer marido era simpático pero mujeriego, y durante un crucero para regresar a Inglaterra el tuvo una aventura con la esposa de un amigo, y mi suegra decidió divorciarse al amarrar el nave. Busco trabajo como niñera en un internado para varones, y allí trabajo durante no se cuanto tiempo.
Mientras tanto, el que iba a convertirse en el padre de Philip, que también estaba en el Brasil como gerente de una granja de algodón que pertenecía a la misma compañía (Coats), se enteró del divorcio y decidió irse a Inglaterra para convencerla en casarse con él. Ella no estaba enamorada, y no sabía si aceptar su propuesta o no. Se le presentó a sus padres, y su padre le decía que era un buen hombre y que ella debería decir que sí, así que decidieron casarse en Londres, y regresaron al Brasil, donde vivieron como vecinos del primer marido y su nueva esposa. Philip nació en 1958, y su hermana (de 16 años ahora) regresó al Brasil para vivir con la familia y para trabajar en una empresa. Las dos familias pasaron mucho tiempo juntas, como no había mucha gente en la región, y menos extranjeros. Estaban en Río Grande do Norte, y unas horas en coche de Recife. La ciudad mas cerca era Natal. Poco a poco mi suegra se enamoraba del padre de Philip, y vivieron muy felices hasta que el contracto cáncer; regresaron a Inglaterra, donde Philip estaba ya en un internado, pero su padre murió allí en 1973.
Espero que esto te ayude con tu "blog"!

No hay comentarios:

Publicar un comentario