El poeta Rupert Brooke 1887-1915 |
Busco en el diccionario en linea wordreference.com la palabra pijo/a y la define así:
"m. y f. Joven generalmente de posición social elevada que sigue la última moda y tiene unos modales y una forma de hablar afectados y muy característicos".
Siguo indagando en el diccionario de la Real Academia Española y aparece lo siguiente:
"Adjetivo despectivo coloquial. Dicho de una persona: Que su vestuario, modales, lenguaje, etc. manifiesta gustos propios de una clase social acomodada".
A eso iba, la palabra lleva una carga más bien despectiva.
Victoria Beckam, "la posh", está en España traducida como Victoria "la pija", y no siempre es tratada allí con el merecido respeto.
Victoria Beckam, "la posh", está en España traducida como Victoria "la pija", y no siempre es tratada allí con el merecido respeto.
Voy en busca de la traducción del adjetivo posh al español y me encuentro con las siguientes acepciones: Elegante, de lujo, cursi, afectado. Sin embargo la palabra pijo/a simplemente está traducida al inglés por preppy.
Es un lío, por tanto aclaro.
Para evitarme, si algún día me la encuentro, que Victoria me de en la cabeza con el bolso de su propia firma, diré que a ella la considero, así a la distancia, una mujer talentosa y con gracia, dejándome de la tontería de si le gusta o le disgusta el ajo.
Es un lío, por tanto aclaro.
Para evitarme, si algún día me la encuentro, que Victoria me de en la cabeza con el bolso de su propia firma, diré que a ella la considero, así a la distancia, una mujer talentosa y con gracia, dejándome de la tontería de si le gusta o le disgusta el ajo.
Por otro lado, el adjetivo pijo/a, me resulta de entrada emotivamente neutro; más bien tirando a positivo, diría.
Y en el caso de Grantchester me venia a referir a una forma no afectada de ser de una clase social cultivada y bien alimentada, sobre todo por huevos de gallina campera.
Ya nos hubiera gustado a mi marido y a mi tomarnos un expreso en la cafetería de The Orchard, pero solo servían café de filtro recalentado a precio de bourbon americano, así que me senté en las tumbonas verdes únicamente para que mi marido sacara la foto, como yo luego se las saqué a él junto a las lápidas del cercano cementerio o abrazado a la estatua de hierro de un soldado en el jardín delantero de la casa de Jeffrey and Mary Dorren Archer, el polémico y millonario escritor americano y la científica especializada en reconversión de energía solar y presidenta del Cambridge University Hospital NHS Foundation Trust. El matrimonio se compró y reside en la antigua vicaria del villaje, una casona rodeada de bosque que ha pasado a lo largo de los siglos de mano en mano reconocida y a cuyo soldado accedimos dado que la reja se encontraba abierta. No vimos cámaras que nos filmaran, pero es posible que las hubiera, porque ese marido escritor debe de contar con algún enemigo.
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