viernes, 29 de julio de 2016

El remate


Yo que jamás sentí culpa por nada, ahora noto un ligero cosquilleo de mala conciencia por no estar más presente junto a mi madre, y también junto a mis tías. Me excuso en que es el trabajo el que me ata y el problema del coche que no me funciona como para hacer más a menudo ese trayecto de ida y vuelta; sin poder ir en transporte público por el perro que me tengo que llevar, que igual me tarda cuatro horas por esos ciento y pocos de kilómetros, por la mala comunicación no directa, si quiero evitar que alguien tenga que venir a recogerme en estación a veinticinco kilómetros. Ellas pensarán que es también por mi marido, que me retiene a su lado o al que yo no quiero dejar; frío, frío. En el fondo fondo, lo que me priva de ir con mayor asiduidad es el miedo a que se acostumbren a mi presencia continua y piensen que porque tengo tiempo y disponibilidad, lo he de pasar por lógica cada vez más allá, en mi terruño finalmente, y esa es una perspectiva que choca de frente con mi tarea inexplicable. La labor de comercial existe, el coche puede dejarnos clavados sin remedio, al perro mi marido no lo quiere cuando se le pintan unos días de soledad y concentración sin la mínima interferencia para avanzar en su novela, todo ello es cierto, como es verdad que lo paso muy intenso -en positivo- estando junto a mi madre y me agrada la compañía de mis tías -a las que quiero mucho- y lo disfruto cuando estoy en el jardín con ellas o compartiendo la charla entre  el corro de las reunidas; no digamos el encuentro con mis hermanos, cuñados, sobrinos; sus invitaciones son geniales y espectaculares; pero de ahí a poner medio pie permanente hay una diferencia por la que me debato.

Volviendo al hogar, estamos en estos instantes de caras circunspectas mi marido y yo; nos hablamos pero lo justo. Ha sido por aceptar sin pedirle parecer un trabajo que me ofreció ayer nuestro hijo Lucas, una ocupación que me explicó por teléfono y a la que le dije que sí antes de colgar. Lucas me habló de que uno de sus jefes en Barcelona tenía dos pisos que alquilaba para ocupación vacacional, a ver si me valdría a mí ocuparme del check-in, es decir, esperar y recibir a los huéspedes, entregarles las llaves, darles las instrucciones para la acomodación y -ahí viene lo peliagudo- ir una o dos horas antes a limpiar, ocuparme de la ropa de los anteriores y dejar el apartamento en condiciones para acoger a los nuevos. Serían cuatro o cinco veces al mes por el momento; podría incluso practicar inglés -me animaba Lucas-. Como más adelante piensan ampliar a otros pisos registrados para alojamiento de turistas -seguía jaleándome mi hijo-, ahí podrías tener un empleo fijo que te podría rendir mil o mil doscientos euros al mes "para siempre", con posibilidad de que te conozca mi jefe y te considere en otros proyectos que puedan surgir.

A mi marido lo descolocó la idea de que vuelva a limpiar y el hecho de que ni siquiera le haya consultado. 
-  Dime si no te cabrearía que yo me apuntara como participante en un atraco a banco, o a central del tesoro, y no te hubiera pedido opinión siquiera.....¿qué me dirías?....
- Hombre... ahí correrías un riesgo... te podría pescar la pasma e ir a parar al calabozo.... en la cárcel te podrían rajar..... eso es ilegal.... un delito.... ¿pero lo mio?...
- Tu eres una intelectual... una artista.... ¿cómo admites que puedas volver a la limpieza?..... en Inglaterra era diferente.....¿pero aquí?..... como te entra..... mi mujer.....
- Es solo probar.... para empezar con algo.... igual dice Lucas que luego podría dedicarme solo a gestionar y a llevar la web...
- ¡Me hubieras preguntado!.... ¿acaso yo no cuento nada?.... ya se que no cuento nada..... tu siempre a la tuya..... ¡para ti no cuento naaaada!...
- Estoy buscando una solución... ¿qué quieres que le haga?... 
- Para tu ansia... tranquilízate.... ya saldrá algo... espera... todavía no nos hemos muerto nunca de hambre...
- ... sí.... claro.....supongo que estamos vivitos y coleando...
- Si llega la situación....  veremos entonces qué hacemos... te lo ruego... quédate tranquila.... ¿qué es lo tan grave?....  ¿finalmente qué podría pasar?.... No pasaría nada... nada que realmente importe.... la calle queda....
- Sí claro... como tu amiguo Joe Goult....
- Ya nos arreglaremos.... de momento esperemos.... ¡es que me traes una tensión!... cada vez que me pongo frente al ordenador....¡zaaasss! una de nueva.... así no se puede escribir...
-¿Qué dices?.... si nos pasamos el día separados.... si no te digo mas que... ¡hoolaaaaa!....¡hooolaaaaa!.....a ver si me llega tu eco respondiendo..... ¿quién te molesta?.... si quieres ni te saludo......estoy bien arreglada.... Lucas me dice que me nota falta de entusiasmo y tu que demasiado he corrido....
- No deberías haber dejado la pintura.... tenías que haber persistido.... valías....vendías....
- !Uff!.... otra vez.....por ahí mejor no nos metamos....
- ..mejor
- ¿Tu crees que me gusta verme así?...  Me disgusta.... me desagrada profundamente pero es lo que hay..... lo he intentado, te lo juro.... de haber tenido capacidad para crear algún tipo de negocio en la red ya hace bastante que me hubiera tenido que salir..... algún tipo que me enganchara para hacerlo... con la de horas que he pasado frente al ordenador.... pero si no me ha salido...... te aseguro... con la de tiempo que he tenido.... y la de insistencia....
- Trata de volver a la inmobiliaria... eso estaría bien....es en el pueblo... evitas el viaje... he visto que han abierto nuevas agencias por el centro...
- Sí... estaría bien... han aparecido grúas ¿te has fijado?... aaahh síii, que vimos esa tan bonita de la molinera....pero sería como morirse.... ya estuve... sería como regresar  a lo que me tengo sabido de memoria... nada nuevo.... faltaría que me cogieran.... han pasado años......es así.... hay que reconocer.... a elegir.... con tantas de treinta, o de cuarenta....
- Pero tú te ves muy dinámica, tienes idiomas, has estado antes....seguro que encontrarías... pregúntale a Olga... quizás ella te volviera a tener....
-Lo he pensado... está muy simpática... de decirle es probable que me tomara....pero volver a eso.... a esa misma oficina... a la mezquindad.....prefiero de veras tomar yo el tren...
- Es cierto que no nos conocemos....
- Sí.... nadie conoce a nadie.
- ¿Pero tu no tienes amor propio?.... perderías atractivo incluso para mí... atractivo sexual...
- ¡Amoooor propio!.....hace mucho que se me cayeron los anillos....el primero cuando me mandasteis a vender flores.... ahí si que me dolió en el alma...
- Pero si eso fueron cuatro días...
-... a mi me dolía en el alma... todavía me duele al recordarlo.... te lo juro que lo pasé fatal...
- Eres más rara.... luego te fuiste tan campante de planchadora.... que eso sí me extrañó a mi...
- Sí... ahí empezó mi camino hacia la disolución de la pija... por eso mis hijos me ven como me ven... mis hermanas también ....Antonia también..... cuando eres pobre todos te quieren arreglar la vida.... ¿tu crees que no me duele?.... Agnès me decía la otra vez de porqué no me busco unos niños para cuidar... que con eso redondearía... ¡unos niños para cuidar!, ¡como Leocadia!... Antonia de porqué no me ofrezco en el hospital para cuidar enfermos.... o viejecitos ... ¡mira cómo me ven!...
- ¿porqué la escuchas?...
- ...en realidad... no es cómo me vean... es lo que hay.... sin un título que justifique la sapiencia de lo que fuere....o una carrera hecha.... a estas alturas.....
- Porqué no le preguntas a Antonia si supiera de algo en oficina...
-Ya se lo pregunté, me dijo que me fije en la web del ayuntamiento, donde se  anuncian las vacantes temporales para los puestos del último en el escalafón... que una vez adentro.... igual  te prolongan el contrato y hasta puedes mejorar.... y mira... sabes qué... me fijé.... y eran tantos los trámites para un puesto de lo más elemental...  que pensé que si no me moría leyendo los requisitos y rellenando los formularios ....lo haría de aburrimiento en el remoto caso de ser tomada... ¡no cuadro! ¡qué no ves que no cuadro!...además... en Barcelona no me conoce nadie.... Sí que tengo amor propio... por mal que lo tengo.... ojalá estuviera libre como en Inglaterra y así no me importaría cualquier cosa... 

El trabajo de la controversia no salió porque después de reunirse con Lucas y él de preguntarme por teléfono, sus jefes lo calcularon bien y vieron que no les es iba a salir rentable el mínimo precio que debieran pagarme para que a mi me valiese la pena venirme desde una población de las cercanías cada vez que debiera preparar la entrada de nuevos huéspedes en el piso. Eso lo vi yo de inmediato, que el hándicap era vivir lejos, pues en estos asuntos hay que calcular como habitual el imprevisto, de un vuelo que se retrasa, de un hospedado que extravía las llaves en el bar de copas, de un borracho que se cuelga de las cortinas, y no iba a estar esperando en el apartamento o cogiendo la cadena autobús-tren-metro a las cuatro de la madrugada a cada percance. Por eso no le mostré entusiasmo a mi hijo, porque me veía metida en ese percal y porque en el fondo se trataba de limpieza pura y dura, aderezada con la entrega de llaves, como en la galería Gran Arcade, que me querían maquillar lo de los lavabos, y si lo hiciera a la perfección peor, entonces sí que no saldría de acondicionar apartamentos. Igual le dije que sí a mi hijo, por probar, por su buena voluntad y porque no se me ocurre el qué sino. 

Por último mi marido me sugirió de preguntarle a mis hermanos, si a lo mejor ellos pudieran conseguirme algo. Le contesté con un ¡uff! de desagrado, por su idea y por mi absoluta reticencia a pedirles eso, y le di el argumento de que ellos por Barcelona no tienen influencia. Entonces vino lo más grave, me dijo que pudiera bien pedirles trabajo por su provincia, pues solución pudiera ser que me pasara la semana allá y el fin de semana aquí con él.  ¿Qué de desagradable tiene tu pueblo?, no le entiendo -me dijo-. Con eso lo remató.

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