Yo también llegué aquí pensando que los ingleses mantienen siempre una cierta distancia física y dispuesta a olvidarme del aceite de oliva y del buen vino y resulta que me siento en el hostel cual peluche abrazable y compro botellas de oliva virgen y tintos excelentes a precios equivalentes a los de mi país.
La hiladora Jenny de la anterior entrada me hizo acordar del comentario de Alison, además de que esta mañana he pasado el aspirador Henry por las moquetas y Alex lo ha hecho a su vez con la aspiradora Hetty. Aunque es probable que a estas alturas también estén bautizando en España, a una incubadora, a un satélite o a una máquina de hacer churros. También hoy empecé una conversación mientras hacía las camas con dos muchachos catalanes de Malgrat de Mar que a base de aireación y perfume habían conseguido reducir a la nada el tufo a pie de las zapatillas que acababan de largarse con su propietario a la calle. Lo segundo que me preguntaron fue mi nombre.
Con tantos cambios por todos lados, lo mejor para acertar es quedarse callado.
Con tantos cambios por todos lados, lo mejor para acertar es quedarse callado.
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