sábado, 28 de enero de 2012

Buenas y malas nuevas


Seweryn mandó su coche a revisar, lo lavó a conciencia y lo puso a la venta. Se compró una moto de cilindrada media, el equipo más flamante del catálogo y una bicicleta. Pasaban los meses y el coche seguía aparcado frente a la casa. Echaron cuentas y volvieron a contratar el seguro, así es que de nuevo dispusieron de él para llenarlo en el  supermercado en los días en que su familia estuvo por aquí, aunque ese no fuera el real motivo de devolverlo a la circulación.
A los veintiuno Seweryn se vino desde Polonia a Inglaterra a buscarse la vida. A los veintisiete ostenta un cargo intermedio en la cocina del restaurant de un selecto club deportivo dónde se sirve comida estándar. Aspira a tener horario regular de lunes a viernes en una plaza menos extenuante. En casa el también se encarga de la intendencia culinaria, para ellos dos, que en unos meses van a ser tres, dado que Monika está embarazada. 
Imaginaba a la madre de Seweryn como una anciana, pero resultó ser más joven que yo, aunque eso sí, un tanto más achacosa. Yo no me lo podía creer, apenas pisó la calle en los dos meses que estuvo aquí. Tampoco veía la tele inglesa y hacia el final decía que este país no le gustaba nada de nada. A lo mejor fue porque un día su hijo le consiguió trabajo en su gimnasio y quedó tan reventada que no pudo volver. Además de que el pago le pareció una miseria, Monika dixit.
Alguna vez la señora se aventuró hasta el tendedero del jardín, en tanto que el  hijo menor permanecía tumbado en el sofá. Los dos fumaban en el invernadero y dormitaban la mayor parte del día en su cubículo para revivir cual caracoles con la lluvia al escuchar la moto de su esperado entrando por el pasadizo.
Con esa mujer yo me podía entender: una sonrisa por aquí, una sonrisa por allá, "patatas, potatoes, ziemniaki"; con el chico ni intentarlo, bueno, lo de sonreírle sí, por si acaso, y es que a veces se te quedaba mirando de un modo..., también le decía "hello, hello", cada vez que pasaba por su lado y a veces recibía leve señal de respuesta y a veces no.
El caso es que al chico le acaban de diagnosticar esquizofrenia.

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