Cuando Chris, el jefe de cocina, dejó el hostel, James se avino a reemplazarlo temporalmente y estuvo haciéndolo por largos meses a la perfección en tanto el hostel buscaba afuera a alguien con las habilidades necesarias para cubrir esa vacante.
Llegaron a probar con cada mequetrefe, que gracias que abandonaban porque sino se hubieran quemado todas las patatas.
Empiezo a tomarle manía a la palabra skills, las famosas habilidades que te encuentras por doquier nombradas. No sé que debería hacer para adquirirlas.
James a empezado a acudir al Cambridge Regional College una vez por semana a que le den clases de cocina pagadas por el hostel. Eso es lo habitual para ir escalando posiciones a ritmo de caracol. Por lo menos en mi empresa, en la que James no veía la hora de ver llegar su cursillo. Dice ahora la directora que puede que en dos años esté preparado.
Sin embargo tuve que escupir a escondidas el bocado de empanada de carne proveniente de las prácticas de James; pura bomba de grasa que satisfecho nos dio probar.
Por el bien de la panza del país, espero que no todo lo que le enseñen sea como eso.
Por mi parte estoy pensando si apuntarme a la universidad.
Una diplomatura en pulimento de cubiertos me vendría al punto.
Por el bien de la panza del país, espero que no todo lo que le enseñen sea como eso.
Por mi parte estoy pensando si apuntarme a la universidad.
Una diplomatura en pulimento de cubiertos me vendría al punto.
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