sábado, 19 de enero de 2013

Amooor

Óleo de Susanna Morell
La gracia que se me ocurría de regresar a España era volver a pasar las navidades con nuestros hijos y al lado de toda la gran familia, esperando que mi madre y hermanos engalanaran sus casas para gozar del típico decorado, porque en la nuestra somos un desastre para eso. Tenemos un árbol que desfallece plegado en el trastero y un tubo como de manguera transparente con luces intermitentes adentro que desde hace años nadie hace el esfuerzo de sacar y colgar. Así que ya con los chicos crecidos, cuando estábamos solos los cuatro, resolvíamos el ambiente con algo de acicalamiento personal  y unas velas sobre la mesa, dejando que los vapores del amor que nos profesamos fluyeran mezclándose con las aromas del pollo campero asado y los efluvios del vino tinto para conseguir el aire correspondiente; aplazando cualquier posible discusión hasta el día de mañana.
La verdad es que me siento contenta de lo conseguido por ese lado. Tantos años dedicados han valido la pena. Existe una ligazón, invisible y tan flexible como para alargar de polo a polo y más allá, por si alguno en el futuro se le ocurre viajar al espacio.

Ayer le decía a Simón y a mi marido en la mesa que las mujeres tenemos sobre ellos la gran ventaja de parírlos, a los hombres y a otras hembras, y que aunque nos den mucho trabajo, salimos recompensadas con creces; siempre hablando dentro de lo normal, porque te sale un hijo asesino y a ver que dices.
-Pero tenéis que pasar  por la sangre cada mes, por la panza que os crece, por el dolor de cuando nacemos..., en fin, ¿cuál es la ventaja?, nosotros solo tenemos que esperar, replicó Simón.
-Sí..., pero lo de la mujer es especial... a ver, ¿no nos gusta a todos el sexo?, pues en general a las mujeres tener hijos... va en función de lo mismo...es algo que te pone en una nube...lo más grande...por más dolor de parto, por más dolor de cabeza que nos deis...
-Que mona... pero yo también querré mucho a mis hijitos...
-Mira las actrices, hasta las más oscarizadas lo dicen, "nada es comparable a tener un hijo", ... o a adoptarlo, vaya, que muchas los adoptan...
-Lo pasaste bien en mi parto, ¿verdad mami?, más rápido y divertido que el de Lucas, ¿no?; todo un día para que saliera, desde luego mi hermano se pasó.

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