Por St. Andrews St. - S.M. |
Menos mal que en este chiringuito no se vende nada que pretenda parecerse a algo que sucedió, de lo contrario ya podría ir cerrando la paradita.
A cerca de la noticia no lejana en el tiempo de que el gobierno británico anunció un gran cambio en su sistema de emisión de visas estudiantiles, me dejaría cortar la mano, la menos atacada, si un rastreador no la hallara en la hemeroteca de algún diario; a propósito de si ella está directamente relacionada con el súbito despido de Daniel, me remito al primer párrafo.
Ahora que han pasado los días se me ocurre una versión de la historia que me encaja más.
Es esta:
El hostel se equivoca. Un mes le ingresa a Daniel dos veces la paga. Daniel no dice ni mu. El hostel tampoco respira. Daniel se gasta el dinero. El hostel descubre el fallo; y de paso que Daniel no es un chico cándido. La directora lo manda llamar. No lo despide. A partir de ahora trabajará solo las horas estipuladas en su contrato a tiempo parcial y por supuesto que tiene que devolver lo que se quedó. En la práctica eso supone dos meses sin cobrar. Si no le entra dinero no puede cubrir los gastos imprescindibles. El resultado es que tiene que irse por su propio pie.
¿Eso es lo que no me podía decir Jamie? ¿Eso es lo que no podía decirme Daniel?
Vaya tontería. Tantos días trabajando juntos y no me conocen nada de nada. Un poco me duele, la verdad. No imaginaba que me vieran cara de idiota, o peor aún, cara de buena mujer.
Daniel ha conseguido rápido un nuevo trabajo. No me extraña. Espero que nos sigamos encontrando; en un pub, en Facebook o en el Hotel Gran Plaza del centro.
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