Balthus - La Chambre |
Hoy he soñado que subía a un autobús que tenía que llevarme a algún lado pero que terminaba dejándome a las puertas de la casa que había fotografiado por fuera unos días atrás, llena de flores blancas en su frente. Ya en el interior, su moradora, sin habérselo pedido, me iba dando acceso a sus diferentes estancias con indolencia. Nos movíamos por una planta baja de altos techos y amplias habitaciones oscurecidas por postigos cerrados, semejantes a algunas de mi infancia estival o a las imaginadas a través de alguna de las novelas del escritor colombiano Gabriel García-Marquez. Ella iba arreglada como sin quererlo con un vestido de gasa estampada en pequeños motivos y suave color, y un anillo en su mano derecha que llevaba aplicada una gran flor a base de puntillas. La sortija era parecida a la que en vigilia le había visto lucir a Lily Allen en la portada de una revista. La mujer del sueño sujetaba en los brazos a un bebé con un adorno en flor exacto al de su madre prendido de la cinta que rodeaba su pelona cabeza. Una colchoneta tapizada en azul pálido abarcaba todo el suelo de la estancia en la que dormitaban en semi penumbra sus otros dos vástagos.
Por la escalera que daba al salón vimos descender a un hombre. Sus pasos decididos contrastaban con la quietud de la casa. Era alto, delgado, de pelo castaño y bigote poblado. La tinta escrita de su apellido español destacaba mucho en el sueño sobre la carta más visible de la bandeja con el correo recibido. Se acercó a su mujer, le dio un beso en la mejilla y salió de la casa dejándola en mi compañía.
Por la escalera que daba al salón vimos descender a un hombre. Sus pasos decididos contrastaban con la quietud de la casa. Era alto, delgado, de pelo castaño y bigote poblado. La tinta escrita de su apellido español destacaba mucho en el sueño sobre la carta más visible de la bandeja con el correo recibido. Se acercó a su mujer, le dio un beso en la mejilla y salió de la casa dejándola en mi compañía.
Me gusta la música de Lily Allen, si bien puede que ella se colara en el sueño a través del anillo únicamente para desvelarme que me encontraba en presencia de una mujer inglesa de la sofisticada sociedad. Lo seguro es que me había quedado bastante rato observando las fotos de la cantante y compositora en el suplemento dominical de un diario. Me fascina esa mezcla de tradición, modernidad y extravagancia que se da en este país, y quería dilucidar en que proporción en ella se combinaban.
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