lunes, 12 de noviembre de 2012

Poppy

Gente con conciencia social, esos son los que se colocan la flor, y eso es lo que a mi me haría falta, conciencia social y un tejido de relaciones dónde poder lucir la amapola si viniera al caso. La amapola de fieltro o de papel que cada otoño veía rebrotan en las pecheras de los presentadores y demás invitados de la televisión británica, también de uso para la gente de a pie, aunque a mi no me fuera dado verla, salvo en el día señalado en el ojal de la directora del hostel.
Poppy la llaman; me gusta cómo suena en inglés el nombre de la silvestre flor encarnada que cubría los campos de Flandes en mil novecientos quince, según la inspiración del poema que ligó la flor al memorial de los caídos del bando occidental procedentes de los países integrantes del antiguo imperio británico durante la Gran Guerra y con el tiempo al de todos los muertos en combate al servicio de la defensa de las distintas patrias y sus valores comunes, la misma flor atada de un modo menos trágico los campos de mi infancia.
¿Gallo o gallina?, nos decían, adivina primero y luego abre el capullo; rojo es gallo, rosa gallina; si aciertas, ganas. Cuando más me gustaba el paisaje, peor era para la cosecha; puros campos de niña feliz, moteados de un rojo sin trágica connotación.

Canadá era dominio del Imperio Británico cuando en el año mil novecientos catorce, tras la invasión de Bélgica y Luxemburgo por Alemania, Gran Bretaña y Francia entraron como aliados en el conflicto de la Primera Guerra Mundial. Por tal John McCrae, médico, poeta y teniente coronel canadiense, fue designado al frente europeo como cirujano de la artillería de su país. En la segunda batalla de Ipres, librada en los campos de la bélgica flamenca, John McCrae perdió a un compañero amigo, y según lo que se cuenta, tras el funeral del mismo se retiró a escribir, unas líneas que él mismo desechó. Se dice que otro compañero recogió el escrito y lo mandó a un semanario inglés, que poco después lo publicara en sus páginas para de allí pasar rápido a difundirse y a popularizarse.
Hoy en día tanto el poema como la amapola permanecen en el ámbito de los países de la Commonwealth como símbolo y recordatorio de todos los caídos en defensa de sus valores democráticos y de libertad.

In Flanders Fields                                            En los campos de Flandes

In Flanders fields the poppies blow           En los campos de Flandes las amapolas oscilan al viento
Between the crosses, row on row             Entre las cruces, hilera a hilera
That mark our place; and in the sky           Esto señala nuestro lugar; y en el cielo
The larks, still bravely singing, fly               Las alondras, aún con valentía cantando, vuelan
Scarce heard amid the guns below            Sin que nadie oiga abajo entre las armas
We are the dead. Short days ago              Nosotros somos los muertos. Escasos días atrás
We lived, felt dawn, saw sunset glow,       Vivíamos, sentíamos el alba, veíamos el arrebol del ocaso
Loved, and were loved, and now we lie    Amamos, y fuimos amados, y ahora yacemos
In Flanders fields                                      En los campos de Flandes
Take up our quarrel with the foe:               Recoged nuestra lucha con el enemigo:
To you from failing hands we throw           Hacia vosotros desde nuestras manos caídas os pasamos
The torch; be yours to hold it high.            La antorcha; que sea vuestra para sujetarla bien alto.
If ye break faith with us who die                Si nos faltarais a nosotros que morimos
We shall not sleep, though poppies grow   Nosotros no podríamos descansar, aunque las amapolas
In Flanders fields.                                      Continuaran creciendo en los campos de Flandes.

Me da por pensar que si yo hubiese nacido británica concienciada igual no hubiera podido lucir la flor en el trabajo que allí realizaba por miedo a que esa amapola tan emblemática terminara mal parada adentro de un jarro de leche o atropellada en los suelos de un pasillo, aunque mejor no me preocupe, seguro que de partir de entrada de esa manera, las cotas alcanzadas me hubiesen valido para preservar la salud del símbolo.                                                  

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