Bichito entre bichitos - S.Morell |
Estoy divertida y exaltada porque me resulta sorprendente que un ruso me lea, ahora bien, si este tuviera un vecino o amigo que también lo hiciera, sería más extraordinario todavía, y si contaran ellos con una agenda repleta de posibles contactos hablantes del español e interesados en esto, entonces estaríamos frente a un fenómeno de la casualidad, y si encima alguno de ellos tomara como propia la labor de publicitarme, habríamos entrado de lleno en el terreno de la coincidencia más absoluta.
Mas las casualidades de la vida son muchas, desde las pequeñas hasta las enormes. Algunas nos benefician y otras nos fastidian; a ambas las podemos aprovechar, salvo que sus tremendos efectos nos resulten devastadores; bien que las más de ellas nos son neutras, proporcionándonos sorpresa, y muchas veces gozo, por haber saltado frente a nuestra mirada ese chispazo de conexión imprevista.
A todos nos sucede.
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