martes, 14 de diciembre de 2010

Nuestros amigos


Rio Cam - S.M.
A petición de mi marido el otro día nuestro hijo Simón nos sacó una foto delante de la casa en la que ahora vivimos los tres para mandársela a sus amigos, que en su mayoría también lo son mios. Les ha adjuntado esa foto más otra de unos patitos caminando sobre la superficie helada de una laguna que sacó tras los ventanales del gimnasio al que ha empezado a ir.
Hoy me ha enseñado el mensaje que ha enviado junto con las fotos. Salteo algunas cosas, pero era algo así: "Queridos amigos / Susanna y yo nos hemos trasladado a Cambridge, donde tenemos la intención de vivir algún tiempo /  por el momento nos helamos de frío y, al mismo tiempo, nos encanta el lugar / para sacarnos la foto permanecimos afuera apenas un par de minutos y entramos rápido de vuelta a la casa para cobijarnos en el aire calefaccionado";  he tratado de reproducir en el entrecomillado la parte del mensaje que más me ha llamado la atención.
Cómo que "helados de frío", si yo estoy aquí casi todo el tiempo con calor, he pensado para mis adentros; cómo que "entramos a cobijarnos", si después de sacarnos la foto me fui volando hacia otra parte con la bicicleta.
Al principio me he quedado un poco desconcertada, porque claro, él habla en plural, de nosotros.  Luego he descifrado que en el hecho de contárselo a sus amigos subyace una segunda intención, la de fabricar una historia, la suya propia, en la cual estoy incluida, pero que por no ser la artífice, no me pertenece en absoluto y en la cual no tengo ningún derecho a intervenir.
Por eso es que hoy me he sentido satisfecha de tener este blog, aquí sí  puedo contar a mi aire en qué momentos paso frío y en que otros tengo calor.

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