jueves, 24 de mayo de 2012

Siguiente paso


Está claro que no caso con las ayudas oficiales. Me pasé un mes yendo a llevar documentos a la Casa Mandela, como está bautizada la oficina del ayuntamiento en St Andrew's Street. Siempre había otro que les faltaba y cuando los tuvieron todos me dijeron que no.
Lo intenté también por vía indirecta yendo a Next Step, otro servicio oficial montado para facilitar apoyo a los adultos que quieran mejorar en sus estudios o trabajos y que tiene albergado su punto físico en un rincón de la tercera planta de la Library of Cambridge
Allí me atendió una mujer amable y eficiente que en la primera vista me rehizo el CV adaptándolo a la forma inglesa. Ahí me enteré de detalles determinantes, por ejemplo, que en Inglaterra queda poco bien colocar foto en el currículum, en la idea de que el solicitador debe valorar al solicitante por sus habilidades y no por su cara bonita. Estuvo bien saberlo, porque en un  tiempo llegué a probar hasta con una de cara y otra de cuerpo entero.
Tanto en la primera cita como en la segunda trataba de irle colando a la buena funcionaria datos acerca de mi  pobre situación, por si se le ocurría cruzarse a otro servicio. Pero ya se sabe, en la administración, si uno está bien plantado, no se va a salir de su tiesto.
Así que la mujer estuvo de veras agradable conmigo y no se estuvo pintando las uñas. Digo esto último porque esa era su principal preocupación y ocupación, dejar perfecta constancia escrita de cada milimétrico paso informático que hacía por mi.

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