viernes, 30 de julio de 2010

Cena española

Cerca de mi casa está el Cambridge Business Park, un centro de negocios lleno de edificios modernos, de una o dos plantas, construidos en hierro y cristal, o en ladrillo y madera, o en acero con paneles acrílicos de colores. Todos ellos preciosos y rodeados de amplias zonas ajardinadas donde aparcan los coches.
A las siete de la tarde estaba corriendo por ahí, admirando esos edificios, pensando en el blog, y sintiéndome en el cielo, cuando me acordé de que esa noche me había comprometido a hacer la cena, que sería mi regalo de cumpleaños para Seweryn. Tortilla de patatas con ensalada, pan con tomate, y olivas.
Cenamos a horario español por mi despiste. Monika, Seweryn y mi vecino de habitación Nándor, un húngaro, profesor de historia en su país, que trabaja de guarda jurado. Después de la cena, Zlatko, un vecino yugoslavo, de unos sesenta y cinco años, que lleva a cabo un trabajo de investigación en el Departamento de Ingenieria Química y Biotecnología de la Universidad de Cambridge y  que habita en una casita de madera instalada en el jardín, nos invitó a pasar a su vivienda para mostrarnos en vídeo un espectáculo de flamenco con bailaores argentinos que lo tenía fascinado; "Buenos Aires", "Castañolas", "Spaña", decía.
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Voy a colgar ahora la carta que mandé a un amigo de mis padres que seguro que tiene una buena cámara. Su mujer y mi mamá son íntimas amigas. A veces, cuando voy al pueblo a visitarla, a la vuelta, si coincide, voy con ellos en su coche a Barcelona.
( En catalán )
Hola Arturo.
Gracias por tus e-mails.
¿Cómo prueba el verano? Ya me ha comentado mi madre que este fin de semana se va con vosotros a Calella. Seguro que lo pasará muy bien. Te escribo para pedirte un favor. Resulta que he empezado a montar un Blog en Internet contando mis experiencias en Inglaterra y pienso que con el tiempo podría también colgar ahí mis pinturas. Nunca he sido respetuosa con esto y no tengo fotos. Lo que te pido, si realmente tienes posibilidad de hacerlo, es que fotografíes el cuadro que vosotros teneís, y también el que me compró tu hijo Albert, y el que tiene Mari Angels, y el que tiene Mireia. Creo que son todos. ¡Ah!, y los que tiene mi madre en la playa, si algún día vais por ahí. Ella me comentó que eres aficionado a la fotografía. No necesito fotos perfectas ni profesionales, ni las necesito ahora, son para más adelante. Y tranquilo si no puedes. Sólo es una idea que me ronda por la cabeza.
Un abrazo para ti, para Pilar y para toda vuestra gran familia.
Susanna.
PD: Cambridge es fabuloso, la gente encantadora y me siento igual que pez en el agua. Un beso a mi madre.

Y contesta:
Hola Susanna. Perdona por mi catalán. No tengo ningún problema para lo que me pides. El único inconveniente es que lo más pronto que podrá ser es en Septiembre. Estaremos en contacto. Un abrazo. Arturo.
Y respondo:
Arturo, yo tampoco escribo bien en catalán. Utilizo el traductor de Google para no tener demasiadas faltas. Lo de las fotos puede ser el año que viene, si quieres. No tengo ninguna prisa. Gracias. Susanna.

jueves, 29 de julio de 2010

Mi abuela

Creo que dentro de un rato saldré a correr para tranquilizarme. Son las tres de la tarde y desde las nueve de la mañana prácticamente no he hecho otra cosa más que batallar con la parte técnica de este Blog, sin resultado alguno. Y hoy es mi día libre.

Escaparate en un barrio de Bedford
Ayer en el autobús me fijaba en la gente mayor, casi todos matrimonios. Los hombres con camisa, pantalón largo o corto  y cinturón, algunos con sandalias y calcetines, algunos con gorra de verano. Las mujeres con sus bolsitos agarrados por el asa y sus rebecas por si hace fresco. Desde mi asiento alcanzaba a ver a dos señoras que se estaban saludando. Ellas, con sus collares de perlitas y sus modales bien compuestos, me hicieron acordar de mi abuela y me retrotrajeron a mi infancia.
La madre de mi papá tenía dos ídolos: La Reina de Inglaterra y El Cordobés.
Cuando mi padre viajaba al extranjero por motivos de trabajo, solía desplazarse con un intérprete. Este era el pastor protestante de mi pueblo. El único allí que sabía hablar bien Inglés y que estaba dispuesto a acompañarlo en cualquier momento. Cuando los dos se iban mi abuela se ponía muy, muy nerviosa y lo pasaba fatal. No sé que poderes imaginaba que tenía ese señor.
Ella se consideraba una señora "bien". Miraba a la reciente emigración andaluza un poco por encima de su hombro.
Le encantaban los toros y los toreros. En esa época retransmitían muchas corridas por la tele.
Yo para chincharla le decía: "Yaya, El Cordobés es andaluz y la Reina de Inglaterra es protestante", y ella moviendo negativamente la cabeza me decía: "Calla, calla...." y desaparecía de mi vista.
Atesoraba las ¡Hola! donde salían sus personajes favoritos: La familia Real Británica; Grace Kelly y Raniero de Mónaco; Soraya, la princesa de los ojos tristes; Carmen Polo de Franco, su hija Carmencita y su nieta Mari Carmen. Y por supuesto El Cordobés.
También coleccionaba unas monedas de cien pesetas, grandes, de plata, que con el tiempo retiraron de la circulación porque era mayor el valor del metal que el valor que simbolizaban. Las guardaba en la caja fuerte de su dormitorio. Siempre que íbamos a Barcelona a visitar a mi abuelo materno, él nos obsequiaba, a mis hermanos y a mí, con una moneda de esas para cada uno. Y mi abuela siempre estaba muy atenta por si nos las dejábamos olvidadas en algún rincón de la casa.
Le encantaba que le sacaran fotos. A ella sola. Para la ocasión enderezaba la espalda, ya de natural bastante erguida, y levantaba su mentón. Era una mujer muy alta, y calzaba el número cuarenta y dos, en esa época muy inusual. Los zapatos se los hacían a medida en una tienda de Barcelona, Calzados Peral. Pasaba horas cavilando qué modelo elegir para su próximo par, casi siempre en bicolor.
Le gustaban mucho sus manos, que entrecruzaba o colocaba una encima de la otra de un modo estudiado a fin de que pudieras admirar su belleza. Las llevaba perfectamente arregladas y con las uñas pintadas con esmalte nacarado. Unas manos grandes que a mí se me antojaban las de Cruella de Vill o las de la madrastra de la Cenicienta.
Ella era mi madrina de bautizo. Por Pascua los padrinos en Catalunya suelen obsequiar a sus ahijados con "La Mona", que es un pastel de bizcocho adornado con frutas escarchadas. Y suele llevar encima un huevo o una figurita de chocolate y unos plumeritos de colores. Pues cuando llegó la fecha ella me dijo que quizás yo ya era un poco mayor para esas cosas y prometió a cambio comprarme unos shorts en cuanto llegará el verano. La idea de tener unos shorts, que era lo más moderno y osado en ese momento, me cautivó. Pero el verano llegó y mi abuela se olvidó de los pantalones.
Se pasaba el día haciendo ganchillo. Colchas y puntillas en hilo de algodón blanco o crudo. Te mandaba a la mercería a comprarlo, porque ella no salía nunca para estos menesteres. Solo cuando iba "de visita" a casa de algunas amistades.
Se ponía una mañanita al levantarse, un peinador al peinarse, una mantellina para ir a misa, y un chal de lana para abrigarse.
Le apetecían las fresas en invierno y las naranjas en verano. Y le encantaban las frutas exóticas, que en ese momento no se veían en mi pueblo más que en contadas ocasiones. Y te mandaba a andar todo el pueblo en busca del fruto inexistente.
Se echaba en la salita de estar en una tumbona que mandó comprar, acolchada, playera, con estampado de flores, fondo blanco y rosas rojas, imitando la cretona, pero que en realidad era de plástico y destrozaba la imagen de la sala, me parecía.
Cuando yo estaba con mis hermanos en el salón por la noche y ella ya hacia rato que se había acostado. De repente aparecía su figura cual espectro por el largo pasillo, ataviada con un camisón hasta los pies y un gorro con volantes alrededor de su rostro, también de algodón blanco que se ponía para proteger su peinado de peluquería, y nos mandaba callar. Váyase a saber que dirían los vecinos sino.
Cuando ella murió yo estaba en Copenhague con mi padre. Ya estaba mal, pero lo que desencadenó su fallecimiento fue una reacción alérgica a algún calmante. Y pasó todo muy rápido. Me llamó la atención que, de tránsito por París, mientras esperábamos nuestro vuelo a España, mi padre me preguntara si quería conocer el barrio de Pigalle. No me veía yo metida en el Moulin Rouge estando mi abuela muerta en España. No fuimos.Al llegar nosotros la caja estaba instalada en su dormitorio, en el lugar que antes ocupaba su alta cama. Una amiga mía vino a abrazarme envuelta en llanto; creo que lloraba por una abuela muy cariñosa que ella había tenido y que había fallecido un año antes. Mi tia Elvira estaba muy triste.
Yo siempre llevo las uñas pintadas, pero nunca me las pinto con esmalte nacarado.

miércoles, 28 de julio de 2010

Viaje a Bedford

Hoy he ido a Bedford. Tenía una cita con la administración del Estado para que me puedan dan el "National Insurance Number", parecido a nuestro número de afiliación a la Seguridad Social. Me han preguntado el nombre completo de mis padres, dónde residí desde mi llegada a su país hasta el día del inicio de mi contrato de alquiler, e incluso la fecha de mi casamiento, que por cierto no recuerdo.
Luego de la entrevista nos quedamos charlando.
¡Oh Barcelona! ¿Cómo te has venido aquí desde un lugar tan bonito y soleado? La mujer que me atendió y otra funcionaria más que se acercó opinaban que Cambridge es singular y nada representativo del resto de Gran Bretaña. "Debería hermanarse con Barcelona. Sí, Twins; ya que son ciudades parecidas" dijeron ellas; yo no había abierto la boca.

Fish & Chips

Bedford es una ciudad de unos ochenta mil habitantes donde un diez por ciento de la población es de ascendencia italiana debido a que en los años cincuenta la London Brick Company, una poderosa empresa nacional de elaboración de ladrillos, reclutó trabajadores en el sur de Italia a fin de dar abasto a la demanda que se creó por la reconstrucción de Londres después de la Segunda Guerra Mundial. Me contó esto el único italiano que identifiqué.
Vi bastante gente blanquita y rosada; algunos obesos. También Indios (o Pakistaníes, quizás), y chicos negros, altos, y en padilla. Gente pintoresca o descarriada en la estación. Y bastantes personas mayores, quizás por viajar en autobús en las horas centrales del día.
Contar hasta tres y decir !Hello¡ es lo único que yo sabía en Inglés un año y medio atrás. Aprendí lo poco que sé con el ordenador. Por eso me parecía irreal que ahora pudiera mantener conversaciones sin hablarlo.
Bueno, eso era en Cambridge, o en el Bedford Jobcentre Plus Office (Oficina de Empleo), o en el Bedford Tourist Information Centre (Información y Turismo).
En la dura calle, al preguntar me miraban con cierta extrañeza y contestaban velozmente algo que no podía descifrar.
Pasé por un mercado ambulante; este sí podría "hermanarse" con el mercado semanal de cualquier ciudad del interior de Catalunya. Esto lo digo yo.
Comí por primera vez Fish&Chips; pescado rebozado con patatas fritas. Una ración pequeña bastaba para alimentar a un elefante. Estaba buenísimo; el bacalao muy fresco y el empanado crujiente. Mi instinto no falló. La pista me la dio que el local se veía limpio y no olía a fritanga. No en cualquier lugar pediría una cosa así. Dentro de un año volveré a repetir.
Me compré en Primark, una flor de tela enorme para usar en el pelo o como broche. Ella me hará evocar el día de hoy.

martes, 27 de julio de 2010

Una Charity Shop

En el albergue me dijeron que a principios de Agosto puedo también ayudar en la cocina. De siete de la mañana a tres. Por supuesto que acepté. Pero pensaba que antes de las seis y media pasan pocos autobuses, y en fin de semana ninguno; sería mejor ir caminando, calculaba que podría tardar una hora iendo rápido. O podría tratar de conseguir una bici.
Había quedado con mi hijo y andaba sobrada de tiempo. Caminando por Mill Road he visto una tienda curiosa y he entrado a fisgonear. Ropa, zapatos, colchones, muebles, electrodomésticos. Libros, películas, música. Todo de segunda mano. De pronto me aparece de frente una bicicleta lila de mujer por quince libras. Después de la sorpresa inicial la míré y remiré. En cualquier circunstancia antes de comprar lo que sea me lo pienso mucho.
Tenía una rueda deshinchada, pero justo llevaba un inflador en la mochila.
No hay manera. Habrá que llevarla a un taller para que le cambien la cámara o la cubierta, no sé. De momento la he dejado aparcada en el jardín de la casa de Lucas. Él mirará de arreglarla o buscará a alguien que lo haga.
Junto a la caja registradora había un cartel con una insignia que reconocí. Era la misma que había visto el día anterior en el concierto de la mañana. Esta tienda es una Charity Shop de Salvation Army, las ganancias van  para fines benéficos.

lunes, 26 de julio de 2010

The Salvation Army

Concierto en The Salvation Army
Ayer domingo a las nueve y media de la mañana, de camino al trabajo por Tenison Road, me encontré con todo un espectáculo. La música me atrajo hasta el interior de una casa donde un centenar de personas, todas vestidas de uniforme blanco y con galones, tal como si asistieran a un oficio religioso, escuchaban a una orquesta, cuyos componentes también usaban trajes como de capitán de navío. El dorado de los instrumentos resaltaba sobre una luz cenital blanquecina que inundaba el espacio. Pregunté a una señora sentada en la entrada junto a una mesita si podía sacar fotos y accedió muy a gusto. Al notar el flash varias personas se dieron la vuelta. Hice un gesto de admiración con la mano y sentí como se henchían de orgullo.
The Salvation  Army. Yo nunca lo había escuchado, pero busqué información y vi que forman parte de un movimiento mundial importante. Llevan ciento veinticinco años en Cambridge. Son cristianos; evangelistas o protestantes, creo. Y usan la nomenclatura militar para definir su jerarquía.

Hoy he recibido correo de Berta, y dice así:
Hola Susanna,
Que bueno lo que me contás!!!
Me alegro mucho que las cosas se dieron estupendamente, estoy segura que en el trabajo sabrán aprovechar tu porte, sos una mujer que no está para cualquier trabajo, tenés dotes y mucha presencia.
Sí, es verdad que no puedo quejarme por el trabajo, pero ahora en época de vacaciones tengo que cubrir a la gobernanta del Gimnasio de Gran Vía, que es el más grande, con una afluencia de cuatro mil personas diarias, además coordinar una parte que ya comienza a funcionar del de Calvet, que será destinado a Pilates, tengo que encargarme de que todo este perfecto para la inauguración, como verás llevar los tres centros no será tarea fácil, por los desplazamientos y solucionar los inconvenientes que surjan en cada uno, pero bueno no puedo quejarme en estos tiempos de crisis.
Graciela sigue en "Pans and Company" y ya tiene plaza en la Universidad, aprobó los los exámenes de aptitud de inglés tanto en la Pompeu Fabra como en la Autónoma, pero puso como prioridad la Autónoma, dice que la Pompeu es muy pija para ella, jajaja, no salió a la madre!!! (es broma).
En cuanto al asturiano, te cuento que nos vamos a Galicia para conocer el pueblo de mi padre, salgo de vacaciones el seis de agosto y el siete ya tengo pasaje para Oviedo y de ahí en coche a recorrer, sigo con la misma desconfianza de si tiene otra, pero de momento me sirve.
Quiero que me escribas contandomé como te va en el trabajo y en el día a día, es una experiencia que yo no sé si me hubiera animado a hacer, eres valiente, también saber cuales son los precios en el hostal donde trabajas para poder ir un finde a visitarte, no ahora sino más adelante, tengo varios puentes que puedo tomarme y una semanita para navidad.
Un besote enorme. Todo te irá bien.
Berta.

Y mi respuesta:
Berta, ni porte ni nada ¡que estoy todo el día limpiando baños!, eso sí, maquillada, y arreglada como si estuviera entrando en uno de tus gimnasios para asistir a clases de aerobic. Te reitero: me siento la mujer más feliz del mundo, incluso este trabajo no me desagrada. Me pongo la radio con los auriculares (una Sony pequeñita que le regaló hace años mi marido a los chicos y de la que estoy enamorada) y a escuchar inglés, y música, sobre todo. Este Hostel desde que estoy yo ha ganado mucho. Me siento orgullosa porque poco a poco está desapareciendo esa suciedad antigua que acumulaban por los rincones.
Fuera de bromas, no se porqué la gente dice que he sido valiente. No he dejado nada. Lucas está aquí, hablo cada día con mi marido y con Oriol por Skipe. También con mi hermana Agnès y con mi madre. Y me comunico más que nunca con todo el mundo. Leo la prensa española y me entero de todos los chismes. Internet es una maravilla absoluta.
Tu sí que eres valiente. Yo creo que eres la persona más valiente que conozco. De verdad.
Felicita a Graciela de mi parte. Esta chica llegará lejos. ¿Sigue practicando el lenguaje de signos para sordos-mudos? Era muy buena en eso.
Oye Berta, me encantaría que vinieras a visitarme. Me pareció escuchar que cobran diecinueve libras por noche, pero lo tendría que confirmar. Ya hablaremos.
Un beso muy fuerte, Susanna.

sábado, 24 de julio de 2010

Las Imágenes

Quiero incluir imágenes y llevo tres días intentándolo.
Primero tuve que conseguir la cámara, que me prestó mi hijo. Es una camarita Olimpus no muy acertada, pues saca unas fotos un tanto blanquecinas.
Intento fotografiar lo que me llama la atención, ciclistas por ejemplo. Los enfoco, pulso el botón y cuando mi cámara se acciona ellos ya han desaparecido.
Soy un tanto lenta. Y me da un poco de reparo eso de pararme frente a alguien y disparar; trato de hacerlo con disimulo. Dice mi hijo que cualquier día me darán un guantazo.
Fue él quien me fulminó con la mirada cuando me descubrió en su cafetería agazapada tras una máquina de zumos intentando retratarlo sin previo aviso.
Mi hijo Lucas es rubio, alto y atlético. Un dia en Londres coincidió en el vagón de metro con un grupito de chicas españolas. Lo miraban de reojo y una de ellas comentó a las demás: ¡Tíos como este no se ven en España! dando por supuesto que no entendía. Y él, divertido, se les acercó y les preguntó de dónde eran. Se pusieron a reir nerviosamente y fué lastima que ya tenian que bajar en la siguiente estación.
La cafetería dónde trabaja mi hijo también es muy bonita. No me resigno a no sacarle una foto allí.

jueves, 22 de julio de 2010

Golabki

Golabki
Ayer cené una delicia que voy a recordar siempre. Golapki se llama (no puedo reproducir la L con una rallita transversal, ni la A con una especie de cedilla, letras propias del alfabeto polaco). Es como una albóndiga grande de carne de ternera, en forma de croqueta, envuelta en hojas de col y, servida aparte, una salsa de tomate bastante líquida. Con aroma a eneldo fresco y algo más que no pude descifrar. Muy suave. Lo acompañaron con puré de patatas, también condimentado con eneldo seco. Como hay paellas y Paellas, habrá golabkis y Golabkis; y ese era excelente.
Monika tiene veintisiete años y Seweryn cumple el sábado veintiocho. Hace un momento ella llamó a la puerta de mi habitación muy ilusionada para mostrarme el perfume que le ha comprado para la ocasión; vi el envoltorio, claro.
Anoche ellos me llamaron para que bajara a la cocina a probar ese plato típico de su país. Un hermano adolescente de Severine acababa de llegar de Polonia y su madre lo había cargado de viandas.
Mientras fregaba los cacharros vi el "topper" de plástico blanco y tapa azul con restos de salsa de tomate y sentí ternura hacia esa señora a la que desconozco, pero seguro que es una buena mujer.
No me podría haber tocado mejor casa donde estar.
De regreso esta tarde me encontré en el bus con tres chicos de Cáceres. Muy simpáticos. Están contentos con la escuela y las familias que les han buscado. En Cáceres hoy están a 40 grados. En Badajóz el calor es todavía más agobiante por el rio, decían. Yo les hablé de su Monasterio de Yuste, sí, dónde fué a retirarse Carlos I de España y V de Alemania. Y les conté que yo eso lo sabía porque me lo había contado un americano¡.
Es mi profesor de Inglés que para enseñarte la pronunciación de "I used to.....", te dice: Como "Yuste", pero sin la "e"; y para amenizar te cuenta toda la historia de Carlos I de España en Inglés. Lo admiro mucho. Cómo admiro la empresa que ha sabido montar en nuestro país.

miércoles, 21 de julio de 2010

Mi primer recuerdo

Bus Stop St. Andrew's Street - S. M.
Cuando necesité contactar con las dueñas de las Inmobiliarias donde había trabajado en España, me fui a la Biblioteca Municipal y me hice socia, para poder conectarme a Internet gratis sin irme a casa.
Es una "Library" preciosa y enorme, situada dentro de un centro comercial. Ese día, tenían programada una actividad que se anunciada como: "Mejora tu Inglés". Yo no es que tenga que mejorarlo, tengo que empezar a aprenderlo, pero allí me fui.
Alrededor de una mesa una inglesa pelirroja de unos sesenta años, en trabajo de voluntariado supongo, escuchaba atentamente uno tras otro los comentarios que tres chicos hacían sobre dos novelitas que ella les había propuesto leer un par de semanas atrás. Dos surcoreanos, mujer y varón, y una china. Todos muy aplicados y con un inglés que a mi se me antojaba perfecto. Puse mucho oído. Algo,  aunque no mucho, entendí.
Al finalizar repartió nuevos libros. A mi, por ser principiante me entregó sólo uno, acompañado de su versión sonora. Es la autobiografía de un famoso cocinero que sale o salía en televisión: Humble Pie.
Como es un librito de letra bien grande, intento leerlo. El Capítulo Uno comienza así: "The first thing I can remember?......" (¿La primera cosa que puedo recordar?......). No se trata de un libro que pretenda innovar en la manera de narrar. Deduzco pues que es una pregunta habitual. Y me causa gracia; no sé, me resulta muy anglosajón. Todo el mundo ha pensado alguna vez en su primer recuerdo. Pero en castellano creo que no es una pregunta estereotipada.
Cuatro días antes de mi tercer aniversario mi madre dio a luz a su tercer hijo. Cuatro días después de su nacimiento viajamos con mi padre hacia Barcelona para conocer al bebé. En el coche lo a mí me preocupaba es que ese año mi cumpleaños quedaría totalmente eclipsado. Pero cuando llegamos a la clínica, y después de presentarnos a nuestro hermanito, mi mamá sacó de debajo de su cama, un gran paquete, con un hermoso muñeco dentro, que me hizo la niña más feliz del mundo. Ese es mi primer recuerdo.

martes, 20 de julio de 2010

Unos chicos de León

Al fin ayer me compré la mochila con un descuento del cincuenta por ciento; ya están por acabar las segundas rebajas. La tengo desde hace unas horas y ya empiezo a quererla, es multicolor, de rayas, muy bonita; me va ha combinar con todo. También un paraguas ligero y plegable de color lila; no me gusta tanto pero era el único que quedaba de la marca Fulton y que tuviera un setenta por ciento de descuento. Le compré uno igual, en negro, a mi hijo en Londres y resultó muy bueno; será de una marca tradicional inglesa, ya que en la etiqueta pone "For 50 years quality".
Mucho paraguas pero todavía no he visto llover. En dieciocho días ha lloviznado un ratito un par de veces.
Por las mañanas voy en autobús al trabajo. En cada parada está esperando un grupito de chicas chinas. Las mujeres inglesas de las casas en las que están alojadas permanecen junto a ellas hasta que las ven partir. Las muchachas se saludan las unas a las otras. Como tantos chicos españoles, aprovechan el verano para mejorar su nivel de inglés. Una de ellas cede el asiento a mi lado a una señora de edad, que se exclama ante la amabilidad de la joven.
Estudiantes de verano - S.M.
Ante mi vista un mosquito gigante batalla infructuosamente por adelantar en su vuelo. Bate sus alas incansablemente durante todo mi trayecto. Ayer pasó exactamente lo mismo con una abeja. Jamás sabrán que es un cristal lo que obstaculiza su avance.
De vuelta por la tarde. El bus lleno de chinitas. En los seis asientos traseros está sentado un grupito de españoles, cinco chicos y una chica; yo estoy también sentada justo delante de ellos. Con potente voz patria mandan a la mierda a las putas chinas que están comiendo putas patatas fritas con olor a vinagre. Y a los putos moros. Y a los putos ingleses. Como no me quiero ir a la mierda, me doy vuelta y les digo que, por favor, a mi no, que soy de su terruño.
Están quemados. Sus padres contrataron un programa fantástico y al llegar no era tan así. Los han alojado en casas de orientales (putos chinos), en malas condiciones: suciedad, poca y asquerosa comida y feos modales. La escuela no es el college prometido y se amontonan para estudiar en una oficina. Pobres; que mala suerte han tenido estos mozalbetes de León. La chica era muy guapita y discreta.

lunes, 19 de julio de 2010

De compras

Hoy estoy un poco cansada para escribir. Pero lo voy a hacer porque me he propuesto hacerlo a diario.
Ayer estuve deambulando por la ciudad durante cuatro horas cargada con tres buenas bolsas. En una llevaba la ropa del trabajo, en otra bañador, toalla y demás bártulos para la natación, y mi bolso habitual.
Pensaba ir a la piscina municipal y nadar  luego del trabajo, pero no pudo ser porque el recinto  estaba lleno de niños, padres y monitores porque era día de competiciones.
Así que me dirigí hacia el  The Grafton Shopping del que tanto escuchaba hablar, que resulto ser un centro comercial como los que hay en España, con cines y demás.
Quería comprar unas chancletas y una mochila, sin embargo me fui de vacío, como casi siempre. Pocas veces encuentro lo que quiero, porque yo siempre busco algo que me guste mucho, que esté muy, muy rebajado y que parezca de buena calidad,  y claro, todo esto junto se hace difícil. No soy en absoluto una compradora compulsiva.
Luego me hice una hora de caminata hasta la casa en la que estoy y no deja de sorprenderme la belleza de este lugar.

domingo, 18 de julio de 2010

Forrest Gump

Hoy he limpiado baños durante cuatro horas. No ha sido tan terrible.
Cuando acompañé a mi hijo a Londres cuatro meses atrás y ya andábamos el resto de la familia con la idea de emigrar a esa ciudad, conocí a una chica española que me dijo que había conseguido un trabajo temporal que consistía en proveer de papel higiénico a todo un edificio de oficinas durante ocho horas diarias. Me pareció mucho papel. Yo creo que hacía algo más que colocar los rollos, pero no me habrá querido contar. Igual no me resultó demasiado agradable  la imagen de viajar hasta Inglaterra  para pasárselo entre retretes. Un trabajo como ese no lo haría yo jamás, pensaba.
Lo que yo pudiera imaginar desde el salón de mi casa en España quedó caduco nada más pisar tierras inglesas. Desde aquí todo se ve diferente. Acumulo experiencias nuevas y pierdo muchos prejuicios. Ahora limpio baños y lo que sea sin problemas. Por fin estoy en Inglaterra, donde, desde hace mucho, quería estar, y eso es lo único que importa.
En el albergue se respira un ambiente informal que me gusta. El chico de la recepción es un holandés llamado Wauter. Por la mañana, nada más llegar me ha ofrecido una taza de té que él mismo ha preparado. La chica que me contrató resultó ser australiana.
Trabajo junto a Daniel, un chico búlgaro que está estudiando derecho, Alex, un chico de Londres que acaba de licenciarse en Historia, y Agnieszka, una muchacha polaca corpulenta y de dulce voz. La gobernanta que me instruyó el primer día es una inglesa del norte, rubicunda y movediza que se llama Victoria y que sabe tratar muy bien a la gente.


Cafetería Costa en Sidney Street - S.M.

Desde que llegué a Cambridge sólo me he tomado dos cafés. Mi hijo me los ha servido en Caffé Nero, la cafetería donde trabaja. En febrero Lucas, así se llama, se quedó a vivir en Londres. Desde España habíamos contratamos por Internet un curso de inglés por seis semanas en una escuela del centro, y ya estando en la capital conseguimos a través de Gumtree, una página web muy visitada, una habitación para alquilar. El trato era que nosotros, sus padres, lo financiariamos durante dos meses y pasado ese tiempo tendría que ingeniárselas para automantenerse. Y lo está haciendo.
Un fin de semana se vino a Cambridge a visitar a un amigo y decidió mudarse aquí y buscar trabajo.
Le gusta tanto su cafetería que cuando se pone a contar los tipos de cafés que preparan, los distintos capuchinos, el surtido de batidos..... me hace acordar de Tom Hanks en su papel en la película Forrest Gump, en la escena en que, mientras están pescando en una barca,  le cuenta a su compañero de faena las diferentes e inacabables maneras de cocinar las gambas.

sábado, 17 de julio de 2010

Mensajes

Hoy ha sido mi primer día laboral en este país.
Tengo un trabajo temporal en un Hostel de la cadena HNA, con más de doscientos alberques en Inglaterra y Escocia.
Durante las dos primeras horas la supervisora de limpieza, housekeeper, me ha enseñado mi tarea. El modo rápido de enfundar edredones, doblarlos y presentarlos sobre la cama, el vaciado de papeleras y la limpieza de espejos y lavabos. Luego he pasado el aspirador por las habitaciones hechas. En el descanso, break, el chico de la recepción nos ha servido una naranjada. A continuación he limpiado la planta baja durante dos horas más, y hasta mañana.
Pego a continuación el mensaje que mandé ayer a una amiga mia:                                       
Hola Berta.
Por favor no digas eso de que sigues tirando, en apariencia las cosas han cambiado bastante para ti, y hacia mejor, en los últimos tiempos ¿no?. Tienes un buen trabajo, nuevas relaciones, un novio (eso tendrás que contarme cómo lo llevas) y vacaciones a la vista (el norte de España me parece precioso, y más en verano).
Yo llegué a Cambridge el día siete y me alojé en casa de Lucas, mientras él viajaba a España por unos días.
Busqué habitación y encontré una muy linda, en una casa preciosa y con una gente estupenda. He tenido mucha suerte, porque vi cada habitación ....... que a su lado los pisos cutres que alquilábamos en la inmobiliaria parecerían suites.
Y luego el trabajo..... Cada día me recorría la ciudad arriba y abajo entregando Curriculums puerta por puerta en cafeterías y restaurants. Y cuando se terminaron las cafeterías y restaurants, en cualquier sitio que veía.... y vi un Hostel, que es algo así como un albergue y entré y me atendió una inglesa que enseguida se interesó mucho y se sentó a charlar conmigo, a hablarme de las condiciones del trabajo.... y me dio un formulario para rellenar y me dijo que se lo llevara al día siguiente, y que luego me llamarían para una entrevista.... yo se lo llevé a las dos horas (era la tarde) y cuando llegué a casa me encontré un mensaje de ella en el ordenador diciéndome que empiezo el sábado.
Por cierto, me pedían dos referencias de antiguos trabajos, y me fui a la biblioteca a conectarme a Internet para contactar con nuestras ex-jefas y con Olga de Fincas Casanova. Fueron todas muy amables y dijeron que sí, que darían buenas referencias si alguien llamaba. ¡Ah! pero si llegas a verlas no les digas que hace poco que me he ido, porque yo les hablé como si estuviera por ahí vagando desde hace tiempo (en realidad no especifique si hacía mucho o poco, pero en fin.....ha sido gracioso volver a tener contacto con ellas).
Esta ciudad me parece maravillosa, la gente muy amable, lleno de restaurancitos, de tiendas bonitas, con un buen gusto que a ti te encantaría. De hecho me recuerda a la Argentina; se ve que allí hay mucha influencia inglesa.
Te diría que he pasado una semana..... de las mejores de mi vida, sola, y a pesar de los ratos de incertidumbre por no saber si las cosas me saldrían o no..... lo único que me sabe mal es que mi familia y amigos no puedan compartirlo conmigo.
En fin, mañana empieza una nueva historia. Mi trabajo se inicia a las doce. ¡Veremos si entonces me parece todo tan genial!.
Bueno Berta, vaya rollo te he pegado.
Un beso muy fuerte para ti y para Graciela.
Susanna.
¡Ah! Con el inglés muy bien. Bueno, no lo hablo. Pero me puedo hacer entender y entiendo bastante de lo que dicen.

Y ahora voy a pegar otra carta que mandé también ayer a mi amiga Alison. Ella es inglesa y nos conocimos en España, donde vivió durante dieciseis años. Por un tiempo fuimos vecinas. Ahora está dando vueltas por el mundo. Cuelgo su mensaje como muestra del tipo de vida que lleva , y luego mi respuesta:
¡Hola Susanna!
Siento muchísimo no haberte escrito antes.
Mi vida no me deja ni un momento libre en este momento. Estoy más ocupada que nunca. Estuve en Turquía, y no había leído el mensaje que me escribiste hasta ahora, así que fue una sorpresa grande al leer que ya estás aquí.
Mañana voy de viaje con mi madre por el rio Rhine, y vuelvo el día veintidos de julio. El dia veintitres vamos a celebrar la "graduation" de Alice en la universidad de Brighton y el fin de semana estaré en el sur para pasar un par de días con Al (el chico con quién me fuí a Méjico).
Pero la semana después (el veintiseis de julio) estaré aquí en Dorking, o podría subir para visitarte en Cambridge. Mi número móvil en Inglaterra es el 06865 015028 (desde teléfono de Inglaterra).
Espero que todo te vaya muy bien por aquí, y que no eches de menos al calor de España!!!
Un abrazo super fuerte.
Alison.

Pegé y corté del mensaje a Berta para contestar a Alison, pero tuve que variar algo del contenido y algo de la forma. Yo no hablo de la misma manera con una amiga que con otra.
Hola Alison.
Te escribo por si en algún momento de tu ajetreada vida miras el correo.
Llegué a Cambridge el día siete y me alojé en casa de Lucas  mientras él viajaba a España por unos días.
Ahora tengo alquilada una habitación en una casa que está muy bien y  que comparto con una gente muy agradable.
Recorrí la ciudad entregando CVs puerta por puerta en cafeterías y restaurants. Entré en un Hostel y por suerte necesitaban a alguien. Empiezo a trabajar el sábado.
Esta ciudad me parece maravillosa. La gente cálida y educada. Está haciendo un tiempo muy agradable. Hay espectáculos callejeros a cada paso (músicos increíbles, bailarines, etc.). Me gustan los lugares, me gustan las tiendas, me gusta la ropa. Estoy alucinando con todo, aunque no consuma nada.
Te diría que he pasado una de las mejores semanas de mi vida. Lo único que me sabe mal es que mi familia y amigos no puedan compartirlo conmigo.
Alison, a lo mejor en el fondo tengo un poco de alma inglesa.
Te he añadido a mis contactos en mi nuevo teléfono: 07634 197172. Eres mi contacto número tres.
Avísame cuando estés por aquí. Te mando un beso muy fuerte.
Susanna.

viernes, 16 de julio de 2010

Inicio

Hace nueve días llegué a Cambridge. Acabo de instalarme en una casa que comparto con otras tres personas. Nunca antes tuve una habitación tan grande y cómoda para mí sola, ni un colchón tan confortable. Por la ventana veo mucha vegetación y a la tarde entra un sol tibio muy gustoso. El armario, los estantes, el escritorio y una lámpara de mesa igual a la de casa los habrán comprado en Ikea. Supongo también que he estrenado la moqueta, se la ve muy nueva. Hasta tengo un pequeño televisor y un aparato de música.
De noche me encuentro sola frente al ordenador. No tengo que salir a regar ningún jardín, no tengo que ir a tender ninguna ropa,  no tengo que arreglar ninguna cocina,  no tengo que hacer ninguno de los trabajos que da una casa. Ese vacío de ocupaciones me resulta muy estimulante.
Las ideas van fluyendo. Se me ocurrió lo de montar un blog y poco a poco este empieza a tomar forma en mi cabeza.
Tengo dificultades técnicas para iniciarlo porque no soy una experta en informática.
Busqué en Google y me remitiernon a Blogger. Gracias a Blogger estoy aquí.

Refrán: "Con paciencia y saliva el elefante se folló a la hormiga"