lunes, 19 de julio de 2010

De compras

Hoy estoy un poco cansada para escribir. Pero lo voy a hacer porque me he propuesto hacerlo a diario.
Ayer estuve deambulando por la ciudad durante cuatro horas cargada con tres buenas bolsas. En una llevaba la ropa del trabajo, en otra bañador, toalla y demás bártulos para la natación, y mi bolso habitual.
Pensaba ir a la piscina municipal y nadar  luego del trabajo, pero no pudo ser porque el recinto  estaba lleno de niños, padres y monitores porque era día de competiciones.
Así que me dirigí hacia el  The Grafton Shopping del que tanto escuchaba hablar, que resulto ser un centro comercial como los que hay en España, con cines y demás.
Quería comprar unas chancletas y una mochila, sin embargo me fui de vacío, como casi siempre. Pocas veces encuentro lo que quiero, porque yo siempre busco algo que me guste mucho, que esté muy, muy rebajado y que parezca de buena calidad,  y claro, todo esto junto se hace difícil. No soy en absoluto una compradora compulsiva.
Luego me hice una hora de caminata hasta la casa en la que estoy y no deja de sorprenderme la belleza de este lugar.

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