sábado, 19 de noviembre de 2011

El salto


Un hombre se encuentra suspendido de una rama en el vacío del precipicio por el que se acaba de caer.
-¿Hay alguien ahí?, ¿hay alguien ahí?, clama.
Tras el eco de sus propias palabras le llega una voz que pareciera estar brotando de la nada.
- "Aquí estoy hijo mío. Suelta tus brazos y déjate caer que en la gracia protectora del Espíritu Santo y a la luz de mi Santísima Madre un coro acrobático de ángeles serafines te recogerá sobre mullido lecho y comandado por el arcángel San Miguel, jefe máximo de mi ejército celestial, te elevara en volandas hacia el reino de la salvación en tanto que unos ángeles menores con sus palmas .....
-Vale, vale, pero..... ¿hay alguien más?.
(Hasta aquí llega la adaptación de un chiste de Eugenio,  profesional y genial contador de ellos  fallecido antes de tiempo).


Yo, de tirarme a un precipicio no iba a hacerlo por un barranco seco y pedregoso para tener la certeza de estampar mi cráneo contra una roca al llegar abajo o en el mejor de los casos quedarme colgada de una rama   sarmentosa para no ser rescatada y llegar asimismo a ser pasto de buitres en cuanto el cansancio me abatiera. 
No, no, yo preferiría lanzarme por una catarata. Mi figura ensombrecida cayendo por entre una masa blanca; al fondo, aguardando, una superficie líquida; de lograr el control sobre el cuerpo podría incluso irrumpir en ella cual saeta para  llegar a salvarme, igual que lo han venido haciendo tantos Tarzanes y demás aventureros a lo largo de la historia.
Acababa de referí un pasaje parecido al anterior con buceo incluido hasta la orilla y quedar absolutamente reconfortada cuando una torpe maniobra en las teclas del ordenador mandó el texto íntegro hacia el limbo de lo irrecuperable.
Me quedé demudada.
¿Se habría acabado en ese punto la aventura?.
¿Me quedaría colgada para siempre de la rama del precipicio por el que nunca quise tirarme?.
El tiempo dirá.

miércoles, 16 de noviembre de 2011

Atrevimiento


No me funcionó el plan A y tampoco el B.
Así que me he quedado como suspendida en el vacío.
Más que suspendida, cayendo y cayendo.
Espero que se me ocurra algo pronto.
Me parece que con estos métodos estrafalarios no voy a llegar muy lejos; la cuestión está en que sin ellos me parece que menos que menos.
Puede que el atrevimiento no siempre funcione.
Ya que me tomé el trabajo voy a cortar y pegar a continuación la carta que mandé por email  a una de las más importantes editoriales de Barcelona.

CARTA A LA EDITORIAL XXXX XXXXXX:

Estimados Xxxxx Xxxxxxx y demás miembros del equipo cuyos nombres no conozco todavía.
Permitidme que me presente.
Me llamo Susanna Morell, vivo en Inglaterra, soy la mujer del escritor Xxxxxx Xxxxxxx.
Llegué a Cambridge en julio del año pasado a fin de buscarme la vida y algo más. Por impulso de un momento empecé a contar, cada día algo de lo que me iba sucediendo.
Mis vivencias en Cambridge, su escritura y la interacción que se va dando entre ambos campos me tienen  metida en una aventura apasionante que pienso podría resultar de interés también para un posible lector.
La historia cuenta con principio, final y peripecias por medio; un final todavía por narrar, pero que cerrará perfectamente el relato en el exacto momento en que un editor decida publicarla.
Se puede buscar en la red:
“Una aventura en Cambridge” – Susanna Morell
(Nadie sabe que existe)

Mi marido también vive ahora en Cambridge. 
Xxxxxx Xxxxxxx es un “escritor de culto”; a un periodista se le ocurrió nombrarlo así y los demás se fueron repitiendo. Este rótulo le ha quedado como una especie de sambenito para espantar editores.
Xxxxxx Xxxxxxx es un autor a descubrir. Estoy segura de que podría ser leído con placer por un sector amplio de público. Me avalan los mensajes que le llegan como por goteo, de España, de Sudamérica, de gente que por remota casualidad dio con alguno de sus libros y le escriben, admirados y agradecidos, en su mayoría gente joven. 
En Cambridge mi marido acaba de parir a su última criatura.

Os ofrezco un pack. 
Xxxxxx Xxxxxxx con “Xxx xxxx xxxx”, el excéntrico relato de un escritor maldito + Susanna Morell con “Xxx xxxxxxxx xx Xxxxxxxxx”, lo que puede llegar a dar de si la vida al lado de un escritor maldito.

Me doy cuenta de que todo lo anterior puede llegar a resultar un tanto raro e inaudito, pero yo no me fui hasta Cambridge para que nada extraordinario me pasara. Además, pensándolo bien,  la mia podría ser la historia de una emigración cualquiera con el happy end que todos quisiéramos leer en días de  crisis como los  que estamos viviendo.

Con cariño me despido.
Susanna Morell.

PD: Mi marido no tiene ni idea de todo esto, si alguno lo conoce o por casualidad entra en contacto con él, por favor, ¡no le digáis nada!.

sábado, 5 de noviembre de 2011

La tasa mágica

La Alicia de Lewis Carrol
por JohnTerriel
Monika cuenta con una licenciatura en derecho obtenida con las más altas calificaciones en la prestigiosa Universidad Real de Varsovia. También contaba con cinco mil libras ahorradas para pagar el  curso de posgrado en derecho internacional que quería hacer, pero resulta que el parlamento británico aprobó el año pasado una reforma educativa que elevará las tasas al triple de lo que venían siendo, así que ella tendría que entrar ahora, que todavía le sale barato, o seguir limpiando suelos hasta la eternidad, dado que para ese tipo de cursos no se contemplan becas o créditos.
Monika fue a informarse a Anglia Ruskin University. La atendieron muy amablemente y le dijeron que teniendo en cuenta su historial académico tratarían de facilitarle el ingreso.
Contenta, aunque cautelosa, nos explicaba lo anterior.
Lo mejor fue cuando le llegó la carta.
La facultad consideraba que en su caso especial la cantidad a abonar por el curso de un año de duración oscilaría entre las diez mil y las diecinueve mil libras esterlinas, es decir, redondeando, unos veinte mil euros o dólares. Tratándose de la universidad "asequible" de Cambridge no estaba mal. Lo único que restaba por saber es en función de qué iba a oscilar el importe dentro de esa franja tan elástica.

De nuevo Monika se plantó en la  facultad. La persona que la atendió decidió investigar en las cláusulas internas si tales cifras eran posible.
Lo eran, pero quizá se pudieran arreglar.
En dos días la tasa encogió hasta las cuatro mil quinientas libras.
Monika se afanó en firmar antes de lo que pudiera suceder.

viernes, 4 de noviembre de 2011

Mudanzas caseras

F. Ibáñez - Mortadelo y Filemón
Con lo bien instalados que estábamos, ¡cataplum!, se produce un accidente en otro país, pega topetazo en esta casa y por carambola podemos irnos todos a rodar hacia cualquier lado no advertido.
Para empezar mi marido y yo hemos tenido que reducir nuestro espacio a una sola habitación.
Desembarazado de nuestras pertenencias el otro cuarto, Seweryn se puso manos a la obra y lo hizo mutar de apariencia en un santiamén. Quedó muy arregladito, hasta un ambientador de manzana les colocó. Podrán estar contentos los que están por llegar.
Monika está de los nervios. Dentro de un mes tiene un examen de inglés donde se la juega a una sola carta para poder entrar en Anglia Ruskin University a cursar un posgrado en Derecho Internacional. Seweryn le ha prometido que nadie va a interferir en su concentración y en pos de ello ha trasladado a su dormitorio "conyugal" la mesa de estudio que tenían instalada en la planta baja.

jueves, 3 de noviembre de 2011

Chinelas fucsia

Óleo de Henri Matisse
Estando en su dormitorio el hermano de Seweryn escuchó una noche a su padre llamándolo fatigosamente desde el suyo. No acudió. Si el chico llegó a pensar algo quizá fuera que el hombre se había vuelto a pasar con la bebida. A la mañana siguiente se lo encontró muerto en la cama. Muerto a los cincuenta y dos años.
Yo sabía por Monika que Seweryn tenía algunos problemas en su familia. Él nunca nos dijo, Monika tampoco nos contó y yo no pretendía saber, aunque estaba segura de conocer a uno de ellos en persona.
Hacía dos semanas que habían vuelto de unas vacaciones cuando tuvieron que repetir el viaje a Polonia por motivo del fallecimiento. De retorno Seweryn le trajo a Monika, que regresó primero,  un paquete de parte de su madre.
¿Qué hacen aquí estas chinelas tan despampanantes? me pregunté cuando las vi aparecidas sobre el mueble zapatero de la entrada. Resolví que las habría dejado ahí Anna, la mejor amiga de Monika, para usarlas cuando viniese de visita; al menos aparentaban de su talla.
Hoy en el desayuno Monika me ha puesto al tanto.
-¿Acaso no te parecían para mí?, me ha preguntado en tono socarrón. Tenía ganas de hablar. No había podido dormir bien. Te aseguro que esa mujer está tramando algo.
-Yo seguía su discurso mientras me iba comiendo el bocadillo.
-Empecé a notarlo incluso antes del entierro, en pequeños detalles, y ahora estas chinelas....
¿Tu sabes?, regalar calzado en Polonia está visto como señal de que el obsequiante desea echar de un puntapié al obsequiado....
Al sacarlas de su envoltorio me dí cuenta enseguida de que el peligro estaba ingresando en mi casa....

jueves, 20 de octubre de 2011

¡Corre el riesgo!

La historia de amor feliz que yo tenía pensada para Jessy y Jamie no llegó a prosperar, ni antes ni después de las vacaciones de Jessy en España, de donde llegó pizpireta y bronceada a renovar por un rato el ambiente en la recepción y a hacerle abrir los ojos un poco más a Jamie cada vez que se aparecía por la cocina.
Al poco de que él se fuera, Jessy me vino a contar lo apenada que se sentía por su ausencia, más de lo que nunca hubiera podido imaginar.
-Bueno Jessy, ahora ya pasó, ¡habértelo ligado a tiempo!,  le contesté. ¡Con lo bonita que es esta ciudad!.... yo pensé que lo ibas a sacar a pasear, que  te lo ibas a llevar al centro, a comer una pizza, a tomar una cerveza al lado del río si más no fuera....
-Jessy me miraba con cara de asombro.
-No te asustes, Jessy, ya te dije que me gustaba hacer de celestina....¿cómo le iba a gustar Cambridge si no salía de este agujero?.... ¿te acuerdas cuando me comentaste que tenías ganas de irte de escapada a la costa?.... al momento te imaginé con él junto al mar..... hubiese estado bien......¡alejarlo un poco de todo esto!.
-Susanna, ¿quieres que te diga una cosa?
-¿Qué?
-Que si él se hubiese atrevido yo no lo hubiese rechazado en absoluto.
-¡Ahí está!.... ¡ya se lo tenía dicho!.
- Pero cómo Susanna..... ¿hablaste también con él?.

Mensaje en una botella para Jamie:
Mira Jamie, si pasado el tiempo vienen los de la televisión a tu encuentro queriéndote llevar a algún programa a hablar de nuestra especial relación, no lo hagas sin que antes te hayan soltado una buena pasta, o me decepcionará saber si me entero que tus pruritos te impidieron hacer negocio a mi costa.

lunes, 17 de octubre de 2011

Untado de fábrica


Jamie ejercitaba sus músculos y pensaría que estos le conferían su atracción, pero yo creo que, de tenerla, esta le vendría dada por algún pringue especial que le alcanzaría hasta las neuronas y con el que habría llegado al mundo untado de fábrica. 
Bastantes mujeres se fijaban en él, aunque puede que esto sucediera después de que él hubiese depositado en ellas su amable atención.
Jamie creció delgado en una familia que no lo estaba demasiado y su madre trataba de alinearlo con el resto dándole a engullir tandas de  huevos crudos sumergidos en leche.
Quién sabe si de haber nacido en un medio propicio no hubiese podido llegar a ser varias cosas; entre ellas, se me ocurre, un actor al estilo de Nícolas Cage, pero como ese no fue el caso, nunca se llegará a saber.
Sea lo que fuere, lo cierto es que él nunca dio a entender que quisiese ir más allá de dónde estaba, salvo a España, por un rato, porque dudo que resistiera estar alejado de los suyos por mucho más.

domingo, 16 de octubre de 2011

Miseria

Hasta mi marido recibe mensajes de gente que debe de pensar que él tiene influencia.
Y así es; a mi me influye.
-¿Cómo es que tu insistes, me dice él, en que te has venido a Inglaterra a buscarte la vida y sin embargo consumes las horas en el ordenador pensando y escribiendo en español  en lugar de ponerte a estudiar inglés?. Tu harás lo que quieras, por supuesto, ¡todos somos muy independientes en esta familia!, pero yo te digo; a mi me parece que lo principal sería que te aplicaras con el idioma si es que quieres progresar.
¿Cómo podría explicarle?. Él no tiene manera de saber. Progresar no me hace ninguna ilusión. Me imagino progresando y me agoto solo de pensarlo.  Algo tiene que pasar antes que modifique de golpe el panorama, que me cambie de linea a tiempo. Estoy tratando de provocar eso.
La miseria por una temporada puede resultar graciosa, pero alargada y recrudecida puede llegar a retorcerte la sonrisa y los dientes hasta conseguir borrártelos de la cara; y a ver como podría uno reírse entonces sin ellos, con un boquete negro en su lugar  para espantar  al personal.

sábado, 15 de octubre de 2011

Estimado poderoso

  • Estimado señor editor. Tengo una novela histórica inédita titulada El ermitaño negro del Apocalipsis. El tema aquí no es narrarle la historia, sino que sepa que existe."
  • Hola mi querida artista. Mi madre quiere localizar a la tuya, supongo que por nostalgias de los años le ha bajado esta necesidad a la hacedora de mis días. Soy nieta de fulanita. Yo también tiendo al espectáculo, estoy haciendo mis pinitos ..."
  • Apreciado Director de Cine. Si tiene la posibilidad échele un vistazo a mi trilogía (puedo hacérsela llegar si lo prefiere); es del estilo de El señor de los Anillos ....".
  • Querido Pedro. Me permito escribirte por los recuerdos de juventud que me atan a ti, cuando yo andaba vendiendo monos de peluche por el Mercado del Rastro madrileño y te veía pasar muy cerca de mí en actitud reconcentrada, seguramente perfilando en la imaginación tu último proyecto.... Tengo algo que creo podría interesarte....".
¿Porqué habría de existir una diferencia entre ellos y yo?
Sin ir más lejos el último ejemplo bien podría acoplarse a mi persona, si no fuese porque yo nunca mandaría un mensaje tan horroroso.
Así que ojalá la receptora de mi carta llegue a discernir, porque de entrada no es tan distinto lo por mi enviado, de lo arriba expuesto.

viernes, 14 de octubre de 2011

Dedos cruzados


Lo que menos me gustaría es que la carta me llegara devuelta.
Puse en su remite la dirección del hostel y ahora entro cada mañana a la recepción con los dedos cruzados para no encontrármela.
De no verla más, siempre me quedaría la posibilidad de imaginarle diferentes versiones a lo sucedido, en el improbable caso de no recibir respuesta.

Lucas ya está aquí. Se ha venido con un amigo de Lleida. El amigo llegó vía Barcelona, mi hijo vía Madrid. Pau se hospeda en casa de Xavi. Xavi es el único que permanece en Cambridge de toda la pandilla de estudiantes-currantes-medio parientes que se juntaron aquí el año pasado. Xavi aguanta porque se ha echado una novia polaca con la que le va muy bien; trabaja en una pizzería y es hijo único; sus padres deben de estar cruzando los dedos también, a la espera de saber a dónde va a ir a llevarlo la licenciatura de químicas que tan gustosamente le costearon.
Nuestro hijo está hecho todo un hombre de negocios,  y no quiero ni imaginar qué es lo que piensa él que estamos hechos nosotros.

jueves, 13 de octubre de 2011

Lígatelo

Poderosa Afrodita - Woody Allen
Un día Jessy vino cariacontecida a decirme que no sabía qué le estaba pasando a Jamie.
-Es que cuando por las mañanas coincidimos en la cocina de la casa está fatal, me elude, ni me habla. Ahora he ido tras la barra a prepararme un café y casi me fulmina con la mirada. No sé que le ocurre, está más raro....
- Lígatelo.
- ¿Cómo?
- Que sí, que te lo ligues y verás como se le pasa.
- ¡Pero, es muy mayor para mi! (su entonación y el mohín que puso daban a entender que no terminaba de creérselo).
- ¡Qué va a ser mayor! ¡Si Jamie es como un niño!.
- Sí, eso es verdad.
No se habló más. Nos dimos vuelta y cada una partió hacia lo que tenía que hacer.

A los pocos  días  se prestó voluntaria para ayudarme con las camas.
Supe que nada entre ella y Jamie había progresado cuando retomó la conversación en el punto en que la habíamos dejado.
- ¿Porqué me dijiste eso el otro día?
- Porque sí, porque sé que le gustas.
- ¿Gustarle, yo? .... ¿qué dices?....no creo que se haya fijado en mi....... no ves que estoy gorda.
- ¿Gorda?...¿cómo vas a estar gorda?...... Te digo que sí... que le gustas.
- Pues si tan segura estás, dime al menos porqué.
- Vale.... te lo voy a decir......pero no vayas a contárselo a nadie.....¿de acuerdo?
- Sí, te lo prometo.
- ¿Te acuerdas el año pasado cuando estuviste aquí con tu amiga?
- Sí.
- Bueno, pues esa mañana él vino todo alborozado a decirme que estaba desayunando en el comedor una chica medio española medio inglesa que conocía del hostel de Oxford, "es la de cabello rizado sentada a la mesa aquella del fondo con una amiga".
Luego os vi a los tres charlando.
Hacia el final me acerque a saludarte ¿te acuerdas?. Me caíste bien; (me cayó bien y más que nada pensé que una mujer como esa podría valerle de mucho a Jamie).
En cuanto salisteis por la puerta le pregunté si tenía tus datos.
-No, no, que va.
-¿Así que no piensas contactar con ella?.
-No.
- Vaya, pero si yo vi que te miraba con mucha simpatía....
- Si, pero.....  
-...... ¿y sabes que me dijo?. 
-¿Qué?.
- Que de una mujer como tú podría llegar a enamorarse.........¿Te lo puedes creer?..... ¿Tu lo entiendes?.
- Jo Susanna, no me lo puedo creer....si apenas habíamos dormido.....yo llevaba unas ojeras impresionantes.
- Pues mira, él no las notó.
- ¡Qué se podría enamorar de mí!....vaya..... (a Jessy se le llenaron los ojos de chispitas) .... ¡con lo horrible que yo me veía esa mañana!.

Skate Boarding

Me dolió  bastante cuando Jamie se fue.
Desde el día que vino a mi encuentro en el comedor a saludar a la novata, hasta la mañana anterior a su abandono, siempre me sentí tratada por él como una reina.
Jamie me decía que él no hablaba propio inglés y así debía de ser porque su acento me chirriaba un tanto al oído cuando lo escuchaba a lo lejos platicando con otros.
Jamie sentía una especie de amor por España y no podía entender qué hacia yo en Inglaterra proviniendo de un paraíso como ese. "Ya te darás cuenta, me decía, este no es un lugar bueno para vivir".
De niño viajó a la Costa Dorada, a Salou, para participar en campeonatos de Skate Boarding y de adulto pasó tres meses en un pueblo de Valencia.
"En Cana esto", "En Cana lo otro", me iba contando. ¿Por dónde caería ese villorrio que ni siquiera aparecía en el mapa? me preguntaba, hasta que dí en que no era un pueblo, sino a una mujer que me estaba nombrando, Encarna, la enfermera levantina que fue su novia y cuya fotografía, me dijo, todavía se mostraba a la vista en un anaquel de la casa de su madre.

miércoles, 12 de octubre de 2011

De camino

Mata Mua - Paul Gauguin
Esta noche es importante. La carta ya estará volando hacia España.
Le he dicho a mi marido que si tiene sueño se acueste en la cama de su despacho, porque necesito quedarme un tiempo más. No sé qué estará pensando. Nuestro hijo Lucas llegará de visita pasado mañana y para entonces quiero estar despejada de estas cuestiones.
Me gustaría decirle a la receptora de mi escrito que no se inquiete, que no he puesto todas mis esperanzas en su persona; aunque sí que me gustaría muchísimo establecer tratos con ella.
Por si acaso, estoy pergeñando un plan B.

Ahora mi marido ha entrado (el trajín entre nuestros dos cuartos es continuo) y me ha dicho:
- Estaba pensando una cosa que si te la digo no creo que te vaya a sentar bien.
- Venga, va, no me dejes así, ya  has empezado.
- He pensado que el hecho de que tu me eligieses a mi como pareja denota que no eres demasiado  inteligente. Si quieres puedes escribirlo en el blog: "Mi marido me ha dicho esto". Piénsalo un poco; verás como tengo razón.
-No le he contestado, pero me ha hecho gracia, porque es algo que he venido pensando en los últimos tiempos, no que anduviera escasa de mollera, sino que él estaba en lo cierto cuando muchos años atrás me venía diciendo que fui yo la que lo eligió a él y no al contrario.
- "Tu fuiste la que se quiso meter conmigo", "recuerda que yo te decía que te metieras con el de la moto".
- Que va, no fue así; además ¿cómo es posible que de entre tanto hombre circulando a nuestro alrededor te fueras a fijar precisamente para mi en el más soso y escuchimizado?, ¿sería por la Kawasaki?.

Recuerdo que al poco de habernos conocido él contó en una reunión de amigos que imaginaba en un futuro en la Polinesia, surcando en velero sus mares y dejándose caer en brazos de la belleza exótica. 
-Vaya, pensé, no me pinta en su panorama.
Por aquel entonces yo era  muy pardilla; no había entrado todavía en el juego de las compatibilidades.
Pero en fin, yendo a lo que iba, de alguna manera me di cuenta enseguida de que él era el hombre que me iba a llevar tan lejos como yo quería ir. Y creo que no me he equivocado en absoluto.

domingo, 9 de octubre de 2011

Heroína de videojuego


Ayer eché una carta al correo.
En la vida me había atrevido a tanto.
Sentí un vacío en el estómago al oírla deslizándose por el interior del buzón.
Ya está. De aquí no la saca nadie hasta mañana por la tarde, pensé. Espero que no le agarre la humedad. Se lo ve muy reforzado a este buzón británico.
Era un buzón que queda sobre Mill Road a cuatro pasos del establecimiento  donde le compré el sello para Europa al pakistaní amable que me atendió como si se estuviera tratando de una transacción importante.
Me ha llegado la hora de entrar en acción.
No puedo pasar otro año narrando las lindezas del paisaje conforme van cambiando las estaciones. No puedo quedarme sentada, encantada, lustrando los escalones del hostel a la espera de la llegada del hada madrina, entre otras cosas porque correría el riesgo de ser atropellada por esa otra, la inquieta, justiciera, heroína de videojuego, que anda ahora trepando por esas mismas escaleras dispuesta a lanzarle unas ráfagas de cañonazo con su bazuca al primero que se le cruce interrumpiéndole el paso hacia adelante.

jueves, 6 de octubre de 2011

No señor

Óleo de Antonio López
No señor. Yo nací para algo grande.
No he esperado hasta ahora para terminar comida por los gusanos antes de estar muerta.
Llevo un año repartiendo currículums, mandándolos vía Internet, endosándoselos a amigos para que me ayuden, rellenando solicitudes de empleo en la University of Cambridge o en los College; para servir, para cortar patatas, para limpiar; colándome por los pasillos y dependencias a fin de que me vean la cara y no me descarten de entrada para una entrevista, con las esperanzas altas y el descubrimiento por bandera; sin mensajes de respuesta, con cartas institucionales, que gracias, que tal vez en la próxima; pero ha llegado un punto en que he dicho: "Esto no puede continuar así".
Fue tras el encuentro en la galería comercial Grand Arcade con la única persona que contactó conmigo. Un hombre del que recibí no una, sino cuatro llamadas, con lo cual ya sospeche de las bondades del trabajo. No obstante, hacia el lugar de la cita me fui, para no descartar sin saber de cierto.
- No era mala oferta, según el encargado: "Podríamos hablar de una tarea más bien "cosmética" que de limpieza".
- Claro, ya me doy cuenta, un trabajo de esteticista para maquillar baños a fin de que luzcan siempre impecables en horas abiertas al público.
- ¿Le parece este un trabajo adecuado para usted?.

miércoles, 5 de octubre de 2011

El abejorro tontorrón


Un abejorro gigante estaba empeñado en pasar entre las varillas metálicas de la parrilla de una lámpara de luz actínica en la cocina para ir a achicharrarse en su interior, atraído sin saberlo hacia la muerte. En caso de no lograr su propósito hubiese perecido lo mismo de agotamiento porque su frenesí lo mantenía batiendo alas y patas a un ritmo insostenible. 
Rebotando contra las paredes transparentes de dos envases de nectarinas que a modo de valvas de almeja lograban aprisionarlo lo transporté hasta la calle para liberarlo en el aire del cautiverio que le había salvado la vida.
El tontorrón a los diez minutos ya volvía a estar revoloteando por el comedor.
-Mira que si entras en la cocina, trataba de decirle telepáticamente,  te juro que no te vuelvo a librar si te vas directo hacia esa estúpida luz violeta que justo está puesta ahí  para hacerte desaparecer.

sábado, 1 de octubre de 2011

¡Ni una cervecita!

               William Turner
Jamie debe de tener sus problemas, pero es que además este hostel lo ha tratado fatal.
En julio, sin chef y en plena maratón de trabajo me entretuve en traducir una nota de la directora dejada en el despacho de la cocina que venía a decir lo siguiente:
"Para James y Jamie. ¡Adelante muchachos; que el ánimo no decaiga; estamos a mitad de travesía; de esta saldremos ganando!", seguido de alguna indicación y números de contacto por si algo gordo llegara a suceder. 
¿Porqué se estaría ella incluyendo en el plural, me pregunté, si se había ido de fin de semana largo, al igual que la subdirectora,  y eramos nosotros, los pocos que quedábamos, los que tendríamos que cargar con el paquetón de atender a los noventa estudiantes alemanes que estaban alojados en régimen de pensión completa?.
En esos días James y Jamie aguantaron sin rechistar presión, responsabilidades que no les correspondían y horarios increíblemente alargados a cambio de nada en absoluto por parte del hostel.
La intensidad, sumada a la improvisación dotaba de cierta gracia al asunto. En el fragor de las cacerolas hasta llegué a pensar que igual nos estaba esperando una copa al final del susodicho viaje, o un guateque cuando menos.
Con lo pasados de rosca que estábamos la noche en que el grupo se fue, bien hubiésemos podido continuar la fiesta con unas cervecitas. Pero no.
"Buen trabajo", le susurró la directora a James y luego a Jamie a la vez que firmaban en la recepción su hora de salida, yo también firmé pero no alcancé a escuchar nada.
A ellos les pareció el asunto de lo más natural. Yo no podía creerlo.
¿Para eso tanta arenga?.

Ahora Jamie estaba en apuros. Pidió unos días adelantados de vacaciones para estar con su hija.
La directora dijo no.
Él insistió a la siguiente mañana.  Su hija lo reclamaba y él no le podía fallar.
Algo grave debía de estar pasando para que Jamie se atreviera a amenazar con dejar el hostel sino.
Jamie, no te creas irreemplazable, le dijo la directora, como tú hay muchos buscando trabajo.
Eso  tiene que haberle dolido bastante, sobre todo en boca de ella.
Pero bueno, ya se sabe, así es la vida.

viernes, 30 de septiembre de 2011

Mensaje en Facebook


Jamie rompió con el hostel un día en que yo no estaba y desapareció para siempre de mi vista sin ni siquiera despedirse.
Pensaba dejar la amistad tal como él la había abandonado pero al final me dio pena y decidí contactarlo. Un e-mail a su dirección me llegó devuelto por un error de envío. En un último intento le mandé vía Facebook un mensaje.
Con el mensaje que sigue he dado por finalizada mi actuación es una de esas historias que le dan vidilla a la vida, como le escuché decir a mi cuñada Maite, y ella tenía más razón que un sabio, porque sino, vaya vida aburrida habría sido la del hostel.


(En inglés macarrónico)

Hola Jamie.
Solo quería decirte que me he sentido muy triste por como ha terminado todo. No podía ni entrar a esa cocina tan vacía sin tí. Si tenía que hacerlo, no podía detener las lágrimas.
Ahora veo que las cosas no podían continuar de esa manera y por eso tu tomaste una buena decisión. ¡Este hostel está siendo muy cabrón! (La última palabra en su idioma original)
Deseo que con el tiempo tus problemas se vayan solucionando y que todo esté bien con tu hija.
No pretendo que me contestes.
Solo quería darte las gracias por todo lo que tu me has dado.
Si algún día se te dan cambios, házmelo saber.
Espero que la vida te trate bien.
Un abrazo, Susanna.
¡Yo ya te avisaré cuando me haga famosa!

sábado, 17 de septiembre de 2011

Corner House Pub

Alex en el Corner House Pub
Ha resultado que Katie es compositora y cantante folk.
Fue Alex, que resultó que tocaba el bajo en una banda de rock, quién antes de regresar a Londres le indicó el pub de Cambridge donde era posible actuar.
Allí me fui anoche con Betty Boop, de la que acabo de saber que estudió Bellas Artes en Budapest y quiere ser diseñadora de joyas.
El ambiente estaba por caldear cuando entré al Corner House Pub.  Katie estaba charlando de pie con dos muchachos. Me fui a la barra a por una cerveza. Una pareja de ucraniano con escocesa allí acodada se volcó en aclararme el panorama ante la cantidad de surtidores existentes. Llegó Betti.  Fueron entrando los actuantes con sus instrumentos y algunos amigos. Un par de mujeres se movían entre las mesas haciéndose las divas. Una se me acercó y al oído me dijo algo de lo cual solo capté "lesbiana". Se les sumaron otras tres en la barra. Se mostraban cariñosas entre ellas, pero no creo que con eso lograran subirle la temperatura a nadie. El escenario parecía el tocador gigante de una artista de cabaret. Un chico de camisa a cuadros y guitarra al hombro entonaba sus canciones junto a una muchacha de melena corta y rebeca que le hacía los coros. Un hombre en silla de ruedas y cablecitos conectados a la nariz movía el cuerpo al ritmo mientras su acompañante lo hacía girar en el asiento.  La chica de Tanzania que teníamos al lado apareció sobre las tablas  junto a su bajista, el muchacho inglés que estaba con ella en la mesa. Nosotras compartíamos la nuestra con  Catherine, una economista francesa que tiene alquilada habitación en la misma casa que Katie.
Katie se vino desde Colorado a practicar la lengua holandesa en el pueblo de su abuela, a recorrer mundo y a buscarse  pubs como este para poder actuar. Tiene una voz muy buena. A saber lo que le ronda por la cabeza. 
-¿Qué compositores te gustan Katie?.
-Se quedó callada.
-¿Podrías anotarme alguno en este papel?
-Sí, por supuesto.
 En letra mayúscula me escribió uno solo, Joan Baez.
-Vaya, hasta ahí podía llegar.
 ¿Ella es tu inspiración?
-Si.

viernes, 16 de septiembre de 2011

letras-traducidas.net


A menudo me meto en ese espacio de canciones inglesas traducidas al español que recomiendo encarecidamente. Allí me siento como en mi casa, además de aprender inglés, espero. 

En junio traté de ponerme en contacto con su creador; me hubiera gustado enlazar esa página a mi blog o algo así.
De la lengua de Shakespeare a la de Cervantes. Desde Asturias, España. El archivo de canciones comienza en Julio del 2003. Hay alguien que lleva ocho años traduciendo las canciones que le apetecen o las que su público le solicita. Digo él por la supuesta foto suya de la entrada. No se si sacará algún beneficio económico. Ha tenido hasta la fecha 2.461.173 visitas; en el día de hoy 3.298.
Ahí conocí a Leonard Cohen. Esto basta para estarle por siempre agradecida al asturiano. 
Me sucedió algo similar a cuando me topé en Argentina con un  caudal de agua de magnitud y potencia inexistente rompiendo ante mis ojos en las Cataratas de Iguazú. 
Entre las canciones del canadiense hallé una que me dejó suspensa; ahí supe que mi nombre había sido bien elegido; Susanne.
El asturiano dejó de publicar en junio. Espero que sea por algo bueno.

jueves, 15 de septiembre de 2011

Estrella en ascenso

La flaque - Miquel Barceló
En este espacio sideral estoy más sola que un naúfrago en mitad del océano.
Ahora mismo acabo de perder el contacto con una estrella en ascenso. Puede que no vuelva a saber más de ella.
Se me apareció en el horizonte y su presencia inesperada me alteró por un rato.

Mensaje recibido de Vka:
-Susanna, deja un enlace de tu blog para ver el código.
Yo lo que pude ver es como de inmediato se me formaron grandes espejismos entorno a ese punto de encuentro en mitad de la nada.
-¿Qué es esto de estrella en ascenso?, le pregunté a Vka, ¿te vas a hacer famoso?. 
- No, no.  Yo gano con eso el solo placer de ayudar.
-El eso era que me estaba guiando en la solución de unos cuantos problemas técnicos que yo tenía con este servicio de la red.
-Pues los de la compañía deberían pagarte y muy bien, ¡que no solo de rótulos bonitos vive el hombre!.
-Él, a lo suyo, me iba dando indicaciones precisas.
-Yo seguía sus pasos y luego le preguntaba, primero de lo práctico y luego de lo que me parecía.
-Ese chico me encantaba, no se largaría por las ramas ni con un petirrojo a su alcance, quizá llegue a ser ingeniero informático.
Es posible que Bka sea uruguayo, Me lo imagino recién salido de la adolescencia atendiendo desde  el escritorio en su habitación  los problemas informáticos de almas juntadas este mundo de dios mientras su madre en la cocina se afana en preparar para la cena unas milanesas con puré de papa.
Digo que de Uruguay porque se me coloreó en el mapa de público un pedacito de América allá por encima de la Argentina, y por algún otro detalle linguístico. 
Ahora que todo me funciona de nuevo echaré de menos ese fugaz contacto con mi desconocido navegante.
Muchas gracias Bka. Espero encontrarte en la próxima.

domingo, 11 de septiembre de 2011

En mi propia casa

Acrílico de Carlos Gorriarena
Yo venía avisando a los que se encontraban allí: ¡Vengo a descansar!, ¡vengo a descansar!. Y lo cierto es que se portaron bien, uno hacía la comida, otro recogía la cocina, cada cual hacía sus coladas. Pero, aún así, mis propósitos naufragaron.
De puertas para adentro los armarios se habían llenado de moho; saqué una chaqueta de cuero que parecía un jamón mal curado. En la nevera otro tanto. Las ramas tiesas del tamarindo podrían haberle arrancado un ojo a cualquier vecino con mala suerte que pasara por la acera. Yo no podía quedarme tumbada a la vista de este tipo de cosas.

Por obra de mi hijo Simón la vivienda se ha convertido en un club de amigos y el jardín en una guardería para perros. Me quedé siguiendo con la mirada a una gata con sus dos gatitos cruzando tan panchos por el salón camino de la terraza; Lucas, mi otro hijo, el que ahora vive en Madrid, se arrugó de hombros diciendo que ya se habría corrido la voz de que ahí se podía estar.
Durante el mes de agosto el club se cerró por vacaciones  para dar paso a un hotelito playero. Menos mal que hice  la reserva con la suficiente antelación porque si no me hubiese tocado dormir colgada del algarrobo en una hamaca.

sábado, 10 de septiembre de 2011

Reconocibles asiduos

Miquel Barceló
En ese mar se pierde pie a escasos pasos de donde rompen las olas y en sus playas los granos de arena no alcanzan a quedarse adheridos a los cuerpos de los bañistas. Gozar de estas características es como una señal de identidad entre los veraneantes habituales de esa costa, en contraposición a los de otras.
Mientras aguardo mi tanda en la pescadería noto cierto orgullo de pertenencia en esos hombres que tengo delante en la cola, que en atuendo playero y ducha recién tomada disipan la impaciencia removiendo entre las manos sus atados de llaves en tanto que eligen con la mirada alzada sobre el mostrador las piezas recién llegadas que en cuanto les toque la vez se va a llevar a casa para deleitar a los suyos en la cena.
En honor a mi pasado les dedico estas líneas, que espero no sean las de otro:
          Ellos y ellas son los mismos,
          aunque no sean los de antes,
          reconocibles asiduos,
          en esta plaza, en París, o en Cambridge.

domingo, 21 de agosto de 2011

De vírgenes y castas

San Atanasio - Patrón del blog
Ortodoxia Católica 
Andábamos una vez mi madre y yo viajando en autobús, cuando a ella, aprovechando la ocasión, se le ocurrió hablarme de llegar virgen al matrimonio.
- ¿Porqué? le respondió su inocente e inmaculada criatura.
- Porque es bonito.
- ¿Porqué es bonito?.
- Porque un hombre te va a querer más si te sabe virgen.
- Pero mamá, yo nunca querría a un hombre que por no ser virgen me quisiera menos.
Ahí termino la conversación sobre el tema.
Ella dijo, un día que recordábamos la anécdota, que a partir de ese intento nunca más se metió en la vida de sus hijos, aunque yo creo que tampoco lo había hecho antes. Mi madre es una mujer inteligente, ese fue un lapsus autobusero.
Sin embargo, quién sabe, a lo mejor ahora sería monja si me hubiese adoctrinado bien.
Si es que no hay más que aplicar la razón para darse cuenta de lo buena que resulta la castidad.
Yo, para que no se diga y por si mis futuros nietos llegaran a leerme, voy a colocar a continuación un texto  a meditar sacado de Internet.

     TRES MOTIVOS PARA AMAR LA CASTIDAD
  1. Para amar a Dios perfectamente, no hay estado más ventajoso que el de la castidad. Busca tu esposo semejante a Jesucristo; si encuentras uno, ámalo, adhiérete a él, si no, no te alejes de Jesús.
  2. Testimonio de mucho amor por Jesucristo es sufrir mucho por Él y privarse, para agradarle, de los gozos terrenales; pues bien, eso es lo que hace un cristiano mediante la castidad: es preciso que se mortifique, que renuncie a todos los placeres de los sentidos, que se haga continua violencia. Se vio a muchos exponerse a sufrimientos, a la muerte misma, para agradar a una criatura cuya belleza los había seducido; ¡Y para agradar a Dios nada se quiere hacer! Si tanto se estima una perla falsa, ¡cuánto no habrá de estimarse una perla preciosa! (Tertuliano).
  3. El sacrificio es el mayor honor que podemos tributar a Dios. Ahora bien, el hombre casto sacrifica su cuerpo como hostia viva. El amor divino es el fuego que consume esta inocente víctima; el sacrificador y la víctima son el corazón y el cuerpo del cristiano. Este holocausto dura lo que dura la vida; por esto la castidad es un martirio, aparentemente menos cruel que el que los tiranos hicieron sufrir a los primeros cristianos, pero en realidad más penoso a causa de su larga duración. La castidad conservada implica también su martirio. (San Jerónimo).

sábado, 20 de agosto de 2011

¡Pobre martir!

Santa Susana
Lucinda Rubí, de Mataderos, provincia de Buenos Aires, Argentina, a través de una página web de amistad y acercamiento felicita  con amor a todas las Susanas en el día de su santo con un relato recreado por ella de la vida de la mártir que por su salero a continuación reproduzco:
Susana fue una mártir de los primeros siglos del cristianismo. Era tan bella y tan sabia -dice la leyenda- que Diocleciano quiso casarla con su heredero Maximino (+310).
Envió a dos oficiales para que consintiera con los deseos del emperador. Ella, con su gracia y sus bellas palabras les dijo: "Soy cristiana y he hecho a Dios voto de virginidad".
Los tres emisarios, al ver la reacción de la chica, se quedaron alucinados. Le rogaron que los bautizase en nombre del Señor Jesucristo. Y los tres fueron decapitados juntamente con ella.
Susana era sobrina del Papa Cayo e hija de un sacerdote llamado Gabino.
El deseo del emperador de que fuera la esposa de su heredero se quedó en agua de borrajas.
Hubiera consentido -todo lo más- si se hubiera convertido al cristianismo el que le prometían como su marido.          
No la mataron de golpe. Le dieron un tiempo para que reflexionara en su actitud antiimperial.
El emperador envió a muchos halagadores para que la convencieran. Ella, sin embargo, se mantuvo imperturbable.
La misma emperatriz llegó a tomarle mucho cariño. Por eso, cuando se enteró de que su marido la había mandado decapitar, fue a recoger su cuerpo, lo embalsamó y le dio sepultura. En una gruta que llamaban de los mártires.
El mismo Papa convirtió su casa en una bella basílica para recuerdo de la valiente joven y también como lugar para que le diesen culto a su virtud.

lunes, 15 de agosto de 2011

Costa Brava Catalana

Óleo de Antonio López
Tengo apoyado el portátil sobre la gran mesa de la casa en la que llevo veraneando desde el día en que nací. No hay conexión a Internet. Es de noche. Por milagro estoy sola. Dentro de poco escucharé a los demás llegando de tomarse un refresco. 
Cuando era niña esta casa estaba llena de Cristos, Vírgenes y Santos; tenía camas altísimas, cortinas de terciopelo, palanganas, escupideras y una capilla en la segunda planta. Si al anochecer me mandaban arriba a por alguna prenda, pasaba rápido por delante de esa salita oratorio porque a solas no le quería ver mover los ojos a ninguna estatua.
En realidad nunca vi que se moviese nada porque los objetos de esa casa a la altura de mi infancia ya andaban todos con las baterías casi agotadas.
Yo todavía alcancé a cazar escenas para el  recuerdo de esa otra vida en la que esas cosas de verdad que sí habrían gozado de auténtica animación.
Con mi bisabuela a la cabeza vaya si formaban todos. Por nada de este mundo se podía saltar el rezo del rosario. Los recuerdo en la penumbra sentados respaldados contra los azulejos de esta misma sala. Entonces si que la vida iba en serio.
Sin mi bisabuela hasta el fraile capuchino que venía a postular parecía más bien un cómico de opereta. El hombre aparecía cada agosto. Con su panza se instalaba en su habitación, se agenciaba de la mecedora, dictaba para la cocina su especial menú de lujo y por tres noches lo teníamos roncando a cambio de una peladilla para cada crío.
¿Algo sobrevivió de todo aquello? 
Por supuesto que sí, ¡el desayuno del once de agosto para celebrar Santa Susanna!.
Si la pobre mártir se levantara ahora podría sentarse casi en bikini a nuestra mesa festiva y contarnos de su último ligue en tanto que fuera mojando sus bollos en el mismo chocolate de siempre.

domingo, 7 de agosto de 2011

Muñecas japonesas

Óleo de George Grosz
Las novelas del futuro se escribirán para ser leídas, vistas, escuchadas, olidas y sentidas.
Podría existir un banco de sensaciones al que el novelista acudiera en busca de las más precisas para su narración, o crearlas el mismo si se diera maña.
A saber lo que nos aguarda.
Hablando de adelantos tecnológicos tengo que decir que mi marido está prendado de esas muñecas tan reales y tan hermosas que están fabricando los japoneses y que han venido a reemplazar a las antiguas hinchables, tan desgraciaditas las pobres frente a estas actuales competidoras. De tener mucho dinero nosotros nos compraríamos una, o dos, o tres, aunque hay algo que me tiene un poco preocupada.
¿No será que moriremos asfixiados bajo una montaña de entes corpóreos en caso de que se cumplan todos nuestros sueños y predicciones?. No es que esté pensando en todo un stock japonés, pero menuda pila de trastos juntaríamos entre lo nuevo y lo que ya tenemos.
Por eso yo le digo a mi marido. ¿No crees tu, cariño, que el futuro quedaría aligerado si lo nuevo que se generase tendiese a ser todo virtual? Para que íbamos a tener tres muñecas pudiendo contar con unos simples cablecitos bien implantados en nuestros cerebros que nos iban a proporcionar los mismos placeres e incluso más variados sin necesidad de que ningún robot tuviera luego que afanarse en dejarlas a ellas bien limpitas.
Los objetos materiales se estropean, se rompen, se llenan de polvo. Los robots puede que lleguen incluso a pelearse entre ellos, o que la tomen con nosotros, o a saber si a alguno no le da por enamorarse de una muñeca. Me agobio solo de pensarlo. En lo virtual, en cambio, apagas la luz y se acabó. 

sábado, 6 de agosto de 2011

Tableta gráfica

Jardín de nuestra casa
Mi marido me ha dicho que a lo mejor es bueno de verdad lo que estoy escribiendo.
Pues claro, como no lo va a ser, he pensado, sin embargo le he contestado que no sé si lo será o no, pero que en todo caso me resulta un bálsamo increíble.
Tanta afición por tan largo período le ha hecho entrar en la duda.
Él cree que lo mio es la pintura; me dice siempre que debería volver a pintar, pero eso ahora mismo me suena igual de exótico que si me estuviese diciendo que debería volver a ser astronauta. Exótico y complicado. Vaya lío el de ir  plegando y desplegando la lanzadera, el cohete o el traje espacial en el jardín cada vez que tuviese un rato. 
Mi marido me dice que algún día me va a regalar una tableta gráfica para que dibuje en el ordenador. Eso sí que me gustaría probarlo cuando termine lo que estoy haciendo.
Yo no pretendo ser escritora, eso no va conmigo. Ni siquiera he pretendido contar lo que estoy contando. Solo que me puse ante el teclado y las cosas  empezaron a  surgir y seguirán haciéndolo hasta que se agoten.

viernes, 5 de agosto de 2011

La piscina

Fire in the Evening - Paul Klee
Voy a la piscina. Esto me sucedió el otro día. Era domingo. Entro. Una recepcionista pasa el código de barras de mi tarjeta por el lector y me provee de la banda de papel que según que días, no siempre, hay que colocarse en la muñeca. ¡Oh! de color azul, no está mal, aunque contra el agua prefiero mi habitual naranja fosforito.
Llevo tres cuartos de hora nadando. Hay poca gente y dispongo como casi nunca de un carril para mi sola. El cuerpo me responde muy bien. Así da gusto. Voy a un crowl muy lanzado. Estoy llegando a un borde cuando escucho una voz que me detiene. Pareciera que me estuvieran llamando a mi y así es. Un socorrista me está conminando a salir del agua.
-¿Porqué? le pregunto.
-Porque lleva usted la banda de color azul y todos los que tienen ese color deben abandonar la piscina.
-Pero si no llevo ni una hora en la instalación.
- Nada, nada, tiene que irse.
  Ni me escucha.  No atiende a razones. 
-Pues yo de aquí no me muevo.
-Pues llamaremos a alguien.
-Pues llamen a quien quieran.
-El vigilante se pone a hablar por el walkie-talkie. Llega el gerente de la piscina.
-Media hora de discusión. En el agua ya estoy empezando a tener frío. 
- Aquí hay unas normas y la gente las obedece, me dice, nunca me había encontrado con una situación así.
-Yo tampoco y trato de seguir explicándome.
-Ni caso, tengo que largarme. Quiero maldecir y no sé cómo. Me siento impotente con el idioma. ¡Rubbish, rubbish, this is rubbish!, no se me ocurre otra cosa peor que decir mientras voy saliendo: ¡Basura, basura, esto es una basura!.

Colgado por todo el recinto hay un cartel con la foto de una  pareja feliz y sus tres hijos en el agua, evocando el maravilloso sábado o domingo del que se puede disfrutar chapoteando todos por el precio reducido que se anuncia.
Echo cuentas. El tiempo máximo de estancia en la instalación en las supuestas horas punta es de hora y cuarto. Casi todas las horas del fin de semana están consideradas como de máxima afluencia. Ahora me imagino a una familia llegando al recinto. Entre cambiarse y todo lo que de normal pueda suceder,  cuando lleguen al agua habrá pasado media hora. No habrán tenido tiempo de aplicarse en la cara las gafitas y las sonrisas que lucen los del anuncio que ya tendrán que marcharse. ¡Que raro!, ¿cómo es que no he visto todavía a una familia cabreada?.
Esta piscina es la mar de sorprendente.
Una semana antes me habían interrumpido a las bravas el ejercicio por no llevar puesto el brazalete que no me habían dado; me daban dos opciones: irme vestida a la recepción a por él o irme a la puta calle.
A continuación actualizo otra más:
Tras nadar recojo de mi taquilla champú y toalla y me voy a duchar, de regreso ya no puedo pasar al vestuario de mujeres, han acordonado la entrada. ¿Se puede saber dónde me cambio ahora?, no veo a nadie a quién preguntar. Por fin una chica de la limpieza que desaparece al instante me señala el vestuario de hombres. ¿Cómo me voy a vestir allí con la ropa que está allá?, le digo a la que ya se ha ido. Salto el cordón y me cambio donde me corresponde pero a la mitad recibo por los bajos de la puerta un potente chorro de agua que empapa la mitad de mis pertenencias.

¿Lo harán adrede? No, seguro que no, eso es lo peor.
A mi me da que aquí no hay nada personal.
Quizá sean los efluvios del cloro. Puede que ellos le hayan visto el negocio a esta hermosa nave de techo en onda y se las hayan ingeniado para atraer a flotar aquí a  sus congéneres los vapores de la desidia y la estupidez. Esto está comprobado, si estos se meten en un ambiente el personal tiene poco que hacer, en cuanto las normas los aspiran se embriagan de mala manera y no hay quién les devuelva la compostura.

jueves, 4 de agosto de 2011

Espíritus marchosos

Óleo de Francis Bacon

EI viernes pasado íbamos  pedaleando en fila  en la oscuridad de la noche un chinito joven y yo por una ancha acera del extrarradio cuando un ciclista que venía en sentido contrario desmontado de su bicicleta nos alertó al pasar junto a nosotros: ¡Policía, policía!. Ni el chino ni yo sabíamos muy bien que pasaba. Los dos llevábamos las luces puestas; eso no debía de ser. Por si acaso nos apeamos también. Gracias que lo hicimos. Me hubiera suicidado si el dinero de las trece horas trabajadas en esa jornada hubiesen tenido que ir a parar al pago de una estúpida multa. Al pasar con sigilo por donde estaba parada la policía vimos que le estaban rellenando un papel  a una chica con menor suerte que nosotros en ese día.
Parece que hay unas normas, pero a tenor de lo que tengo observado estas no deben de regir durante las horas de claridad. ¿A qué peatones estarían ellos  tratando de proteger a la luz de las farolas?.
Ahora caigo en cuenta; entiendo que estarían velando por la integridad física de ciertos espíritus marchosos del cercano cementerio de Chesterton que, según se rumorea, en cuanto huelen el fin de semana abandonan sus lápidas de piedra para irse a dar un garbeo por esa acera tan animada.
Con todo lo que pueda encontrarme ahí, yo en viernes por la noche seguiré pedaleando por donde no se debe; prefiero elegir la manera de morir a que sea un loco desaprensivo en su cacharro el que me aplaste en la calzada como a una cucaracha doméstica.

domingo, 24 de julio de 2011

Dieta para subsistir

¿Cuantos días de vacaciones he tenido en más de un año trabajado? Cinco.
Calculo que es normal que me sienta algo cansada. No imaginé al sacar los pasajes a España lo a punto que me vendría ese viaje. Cuando regrese recuperada tendré que ponerme en campaña para encontrar otro trabajo que me permita abandonar este hostel que ya ha empezado a pertenecer a mi pasado.

En cuanto a lo que me dije acerca de una película futura, ya tengo a la actriz que podría interpretar mi papel en la pantalla. Ella no guarda conmigo la más mínima semejanza física, pero leí que dijo que podría subsistir y contenta a base de un buen pan regado en aceite de oliva. La prensa es engañosa, mas si eso es cierto, me basta como indicador de que la chica pudiera captarme. ¡Justo lo que yo me llevaría a una isla desierta!, si a eso pudiéramos añadirle unos tomates, unas olivas aliñadas, unas finas lonchas de sabroso jamón curado, y puede que algún queso, a ser posible de cabra, pues ya podríamos ir tirando las dos y hasta repasar el guión bajo alguna palmera, a la espera de ser rescatadas, y por supuesto agua, para ir hidratando, aunque por mi parte tampoco es que dejara tan abajo en la lista a una botella de buen tinto que descorchar a la caída de la tarde con todo el equipo de producción.
Siguiendo con el juego de las representaciones podría incluso existir una tercera actriz que interpretase en otro filme a esta segunda, la de la isla en los pasos previos a hacer de mi; de mi que a mi vez estoy prestando cuerpo a esa  niña, a esa joven, o a esa mujer adulta que desde siempre a través del espejo me han ido dictando la actuación.

¡Tómate la sopa y deja de mirarte!, me decía mi padre de pequeña. ¿Estaría él intuyendo algo?. Me parece difícil, pero no le encuentro otra explicación. Sentada a la mesa su enfado me sacaba del embobamiento. ¿Qué quería el hombre, si yo no tenía más que ladear la cabeza?. Él me amenazaba con empapelar el trozo de pared espejada al que mi vista se dirigía de continuo. Es raro que justo eso le molestara tanto, si por lo demás él nunca se enfadaba conmigo, ni se alegraba, ni me reñía, ni me abrazaba, ni nada de nada.

sábado, 23 de julio de 2011

Ami Winehouse

Raquel Meller  por Julio  Romero de  Torres
Acaban de encontrar muerta a la cantante Ami Winehouse en su apartamento del barrio de Camden, en Londres. La vida es así. El pintor Lucian Freud también falleció antes de ayer en la misma ciudad, pero también porque la vida es de esta manera no he podido más que esbozar una sonrisa por él. Una retrospectiva de su obra me dejó bien impactada cuando la vi en directo hace unos años en la Fundación CaixaForum de Barcelona. Le agradezco  lo que me ha dejado, igual que se lo agradezco a ella.


viernes, 22 de julio de 2011

Barbacoa al atardecer III


Óleo de Edward Hopper
Yo tenía pensado ir a la piscina tras el trabajo y acicalarme allí para la party. Como resultó que la piscina cierra los jueves a las cuatro de la tarde (¡que cosas más raras pasan en este país!), tuve que regresarme al hostel y solicitar por imperativo a la directora que me prestara por un rato el suelo libre de la habitación número once a fin de poder extender mi toalla y realizar sobre ella unos cuantos estiramientos que me libraran del cansancio.
Tuve que hacer malavarismos en esa habitación para poder alargarme sin topar con las paredes. Luego me sumergí en un baño espumoso en la misma bañera que de normal solo veo como un recipiente a abrillantar. A esas horas de la tarde solo estábamos en esa primera planta el agua calentita, la luz natural, el silencio y yo.
Luego regresé al barrullo de mis bolsas, mis cosméticos y mi vestimenta para arreglarme.
Por primera vez en un año salí a la calle con las piernas al aire y encaramada sobre unos altos tacones. Conseguí caminar como si nada los escasos metros que me separaban del lugar.

jueves, 21 de julio de 2011

Barbacoa al atardecer II


Kitaj
Natacha, Jessy, Wauter, James y Jamie comparten alojamiento en una casa que el hostel tiene habilitada para su personal a escasos minutos caminando de este. En realidad el hostel dispone de dos viviendas, una para los empleados de lujo, directora y subdirectora, y otra para los de semi lujo, cocineros y recepcionistas. A los demás siempre nos cabe la posibilidad de alojarnos bajo el puente de la cercana estación si es que no conseguimos rebuscárnosla por nuestra cuenta.
Bueno, la cuestión es que a Jessy se le ocurrió organizar una barbacoa en el jardín de su casa y juntarnos a todos para que socializásemos alrededor de unas salchichas asadas y unas cuantas bebidas alcohólicas.
Ella usó el verbo socializar cuando copa en mano me decía que esa fiesta ayudaría a relajar el ambiente en el trabajo. Acabo de buscar este término en el diccionario de la Real Academia Española y me he encontrado con la siguiente acepción que hace al caso: Socializar: 2. tr. Promover las condiciones sociales que, independientemente de las relaciones con el Estado, favorezcan en los seres humanos el desarrollo integral de su persona.
Lo cierto es que me lo pasé muy bien en esa fiesta. ¡Qué bonito, todos juntitos!. Estuvo Chris, que aunque ya no trabaje en el hostel seguro que tenía ganas de vernos. Él acompañaba a su mujer, Victoria. Se vino la directora, una chica de aspecto y modales agradables con la que Chris socializó sin ningún tipo de resquemor aparente. A Victoria se la veía muy guapa y relajada; su avanzado embarazo le sienta muy bien, al igual que la idea de enlazar sus vacaciones con la baja maternal y con su más que probable abandono definitivo del hostel.
Jessy se movía por el centro animando el asunto. Jamie deambulaba por los bordes y se ocupaba de la música. Wauter hizo de parrillero y se encargó más que ninguno de los preparativos porque de cierta manera esa fiesta  era un preludio de su despedida; él es otro que abandona el barco. Natacha, Katty, James y la simpática Jay, que dejó la recepción por un momento para venir a saludar, cosa que no se permitió Dalila. Nada quedó aguado; el estado atmosférico reinante se contuvo por unas horas para permitirnos disfrutar de una encantadora velada de verano inglés.
Viva la civilización. 

miércoles, 20 de julio de 2011

Barbacoa al atardecer I

Acrílico de Carlos Gorriarena
Espejito, espejito ¿crees que estaré guapa así, como para acudir a una party? Tenía que saberlo a fin de meter lo decidido en un bolso y no demorarme a la mañana siguiente. Entre las cosas para la fiesta, las del trabajo, las de la piscina, los bocadillos para el día  y las botellas de vino para la noche salí de casa que parecía una vendedora ambulante.
Con tanto trajín se me olvidó la radio. Me quería tirar de los pelos por eso frente a la ingente cantidad de camas deshechas que me estaban esperando. En el lugar de su silencio me aparecían a cada rato los sones  de Wonderful tonight: "We go to a party.... we go to a party", este simple bloque, que no es ni siquiera el estribillo, lo debe de haber colocado Eric Clapton en especial para mi en letra negrita y subrayada. Con todo, ayer se justificaba su presencia, no como en esos otros días en que cualquiera podría tomarme por idiota si me escuchara canturrear sobre el asfalto "vamos a una fiesta.... vamos a una fiesta" en tanto que las ruedas me llevan camino del matadero. 
Hoy me he levantado con un dolor de cabeza fenomenal, pero por lo menos a mi me ha dado al día siguiente y no en la misma noche del guateque, como sucede en la canción, porque es una lástima irse a una party bien acompañado para terminar luego con él o con ella en la cama, con la luz apagada y sin más por culpa de un malestar espiritoso.
Eric Clapton le da la vuelta a ese suceso hiperrealista y consigue sacar una preciosa canción romántica.
Yo por si acaso me fui sola al guateque.

viernes, 15 de julio de 2011

Puto Hostel

Oleo de Joaquín Sorolla
¿Se le ocurriría a alguien cuerdo, que a la vista no es nadie especial y al que no le ha sucedido nada fuera de lo común, pasarse desde la niñez hasta su bien avanzada edad adulta sosteniendo la oculta impresión de que su vida está destinada a ser carne de película?
Pues esto es lo que me pasa a mí.
Nunca antes se lo había dicho a nadie, ni se me hubiese ocurrido ponerlo por escrito si no fuese porque hoy llego azuzada a este lugar.
Tengo en mi móvil español un destinatario de número anotado por mis propios hijos cuando eran menores que no he borrado porque me resulta enternecedor. Dice así: Puto Cole. 
En su honor digo que este hostel en el que estoy trabajando es un Puto Hostel en el que me estoy dejando la piel sin recibir nada, nada, nada a cambio; a parte de una miseria de salario. 
Hoy Jessy, la chica nueva de recepción, ha venido a mi encuentro. En este Puto Hostel los recepcionistas tienen que hacer de todo cuando conviene, y para desespero de ella ha convenido a diario desde que empezó. La directora la había mandado hacia las habitaciones sin más y ella se quejaba de que nadie  le daba instrucciones precisas.
Vaya ¿cómo que vienes a preguntarme a mi lo que tienes que hacer, si mi rango en este hostel no supera al de las cucarachas?, esto es lo que por supuesto no le he dicho. En su reemplazo me he largado a soltar la lagrimita y ella ha tenido que acudir amorosa con sus brazos a consolarme. Debe de estar alucinando la muchacha en este hostel de los horrores en el que ha venido a meterse ella solita.
Jessy es española de padres ingleses. Intento hablar con ella en inglés, pero cuando la cosa se nos lía ella cambia rápido al español porque, como dice con salero "así terminamos antes". Al final esta mañana se ha quedado conmigo haciendo camas. El problema es que a la tercera ya estaba agotadísima. Su madre desde Cuenca le dijo ayer que se lo tome como si de una puesta a punto corporal se tratara, pero a ella no le van  los gimnasios. ¿Quién le mandaría cambiarse con lo bien que estaba en el hostel de Oxford? Allí ningún recepcionista hacía camas, ni  baños, que ni soñando haría aquí tampoco ¡faltaría más!, y te daban de desayunar, y tiempos de descanso, etc, etc. 
En el fondo estaba buscando que le dijera lo que le dije.
¿No querías un cambio?, ¿no querías una aventura?, pues ahí la tienes. ¿Tu has visto alguna vez una película de ese género dónde todo transcurra sin dificultades de principio a fin?. Eres una gran chica. No todo el mundo se atreve a soltar una plaza cómoda en pos de lo nuevo por descubrir.
Se ha puesto contenta al escuchar lo que quería oír.
Mis hijos de pequeños se quedaban también muy a gusto tras escuchar de mi boca el nombre de los terribles animales que ellos me iban pidiendo que salieran para sorprenderse de seguido con su aparición en esa selva nuestra de cada noche llena de ruidos y amenazas que ellos mismos me ayudaban a fabricar y de la que siempre salíamos indemnes.